Capítulo 17.

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"Chicos golpeando paredes."


Andrea Lowell.

A la mañana siguiente me levanté de mal humor, y cómo no si debía ir al instituto con resaca. Me duché y me vestí casi a ciegas, cuando terminé de calzarme los zapatos oí una risa burlona que reconocí de inmediato como la de Katina.

- ¿Y ahora qué? -cuestioné mientras la miraba con mi ceja derecha alzada.

-Te has puesto calcetas distintas.

-Me vale madre.

Ambas reímos y bajamos a desayunar. Su mamá tenía listo todo y le agradecí al ver que mi café estaba hecho justo como me gustaba. Nos despedimos y volví a agradecerle por su hospitalidad, luego nos fuimos al instituto.

Mientras más cerca estábamos más lento caminaba. Katina me regañó una y otra vez hasta que estuvimos dentro del salón. La clase transcurrió lenta y dolorosamente hasta que mi oreja comenzó a picar, luego mi nuca y por último mi otra oreja. Una clara señal de que alguien me estaba mirando. Me di la vuelta y allí estaba Michael sonriendo a mis espaldas. Alzó su mano y me saludó. Yo sólo me di la vuelta y sonreí, si lo pensaba bien era bastante lindo.

Cuando el timbre sonó, salí al pasillo junto a Mike, nos encontramos con Katina así que invitó a Mike a sentarse con nosotras en el almuerzo, ellos hablaban de algo que no entendía ya que no estaba poniendo absolutamente nada de atención, solo veía como se movían los labios de mi mejor amiga para después formar alguna mueca y ser acompañada de la risa del pelirrojo.

¿Sueñan despiertos a veces? Yo lo hacía desde hace un par de semanas. Pensaba en cómo sería que Luke saliese conmigo, cómo sería ver una película abraza a él, cómo sería besarlo y que me dijera "te quiero" en el oído mientras me abrazaba.

La mano de Katina pasó frente a mi cara para después comenzar a chasquear los dedos en busca de mi atención, miré su rostro, sus ojos se encontraban entrecerrados y me mostró una sonrisa divertida mientras negaba con la cabeza.

-Vuelve de Marte, te necesitamos aquí en la tierra. -dijo Michael divertido mirándome.

-¿Te pasa algo? -Preguntó la rubia a mi lado levantando una ceja.

-No... Nada. -balbucee humedeciendo mis labios.

- ¿En qué tanto piensas? -La voz de Michael volvió a oírse causando que le dedicara una mirada.

-En nada. -Esta vez mi voz sonó firme con la intención de que dejaran de preguntar

-¿Segura? -Katina insistió y yo solo asentí.

-No has comido nada. -Acusó el pelirrojo, lo miré durante unos segundos para después dirigir mi mirada al sándwich de jamón con mayonesa que no había ni siquiera abierto aún.

-No tengo hambre. -Me encogí de hombros restándole importancia.

-¿Te sientes bien, Andrea?

Detestaba que las personas fueran tan insistentes, a veces me irritaban tanto que me daban ganas de salir corriendo, justo como ahora. Miré al pelirrojo quien me había hecho la pregunta y traté de responderle de la forma menos grosera que pude.

-Sí, me siento bien, no se preocupen. -Me levante del asiento sintiendo la mirada de Katina y Mike sobre mi- Saldré a fumar, nos vemos después.

Salí de allí mientras revisaba que la cajetilla junto al encendedor estuviesen en mis bolsillos. Busqué con la mirada si estaba Luke o Casper en el pasillo para que me acompañasen a fumar y para mi suerte -o desgracia en ese momento- vi a Luke saliendo del instituto muy rápido, entonces, sin saber porque, le seguí.

No puedes salvarme.®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora