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Narrador omnisciente:
Cuando Victoria volvió a su casa dejó la bolsa de cosas que su madre le había dicho de comprar y subió al piso de arriba para abrir la puerta y encontrarse con Joyce vistiéndose.

-Donde estabas?- le preguntó la chica con una sonrisa.- Que es eso?- dijo señalando la bolsa.

Victoria se encogió de hombros restándole importancia.
-Mi madre... me pidió que hiciera algunos recados y esto es para mi... creo que me serán útiles en un futuro. Como te encuentras?- le preguntó sentándose en la cama de la chica.

Después de la pelea con sus padres, la chica decidió ir a casa de su antigua mejor amiga.

Sus padres consideraban que Joyce era una buena influencia para la chica y no tuvieron problema para dejarla quedarse todo lo que necesitara.

La primera semana, las chicas no se hablaban pero cuando Victoria decidió acercarse y explicarle el malentendido con el tema de Alicia, Joyce no tuvo otra opción que perdonarla.

Al fin y al cabo...era lo único que se le ocurría.
-Nerviosa, crees que lo haré bien? Y si no les gusto?- preguntó la chica mirándose al espejo.

La morena se levantó y se acercó a la chica.
-Les encantaras, por que has trabajado duro para esto y te lo mereces, más que nadie, si?- le dijo a lo que Joyce asintió.

Y con ayuda de los polvos flu, se dirigió hacia San Mungo donde tendría su primera entrevista para postular para el puesto de sanadora.

Se dirigió hacia recepción llamando la atención de la señora que estaba ahí.
-Hola...vengo por una entrevista, sabe donde...- empezó a decir pero la señora la interrumpió.

-Fondo del pasillo, a la izquierda, verá una sala. Espérese allí hasta que la llamen.- le respondió en un tono un tanto grosero.
-Gracias...- dijo para empezar a caminar hacia allí.

Lo que ella no sabía es que desde que había aparecido, alguien no le había quitado la mirada de encima.

Joyce se sentó para esperar a que la llamaran, estaba demasiado nerviosa y le hubiera gustado que alguien la hubiera acompañado pero se recordó a sí misma que estaba sola en eso.

Era su futuro, por lo que había estado estudiando toda su vida. No podía darse por vencida ahora.

Suspiró e intentó relajarse lo máximo posible, los padres de Victoria le habían dado consejos acerca de cómo debía verse en su primer entrevista.
-Baker...Joyce?- preguntó un hombre un tanto mayor.- Pase por favor.

La chica entró al despacho donde no solo se encontraba el señor que la habías llamado sino cuatro personas más.

Y una de ellas la reconocía a la perfección.

Oh, no.

-Señorita Baker...por lo que tengo entendido esta es su primera entrevista...primer trabajo imagino.- le preguntó nada más que Connor con una sonrisa la cual Joyce podría describir como maniática.

-Si, como puede ver en mi currículum...acabo de graduarme en Hogwarts.- le respondió mostrando firmeza y seguridad.

-Y dígame...esto no es una entrevista aburrida.- interrumpió el señor con una sonrisa.- Por qué quieres trabajar de sanadora?

-Verán...de pequeña tuve...complicaciones, y problemas personales...y mis padres nunca se encontraban en casa, pues tenían que trabajar para mantenernos a mi hermano mayor y a mi. La cuestión es que era demasiado torpe, y siempre me hacía daño, con lo que fuera...- empezó a contar a lo que todos escuchaban atentamente.

Connor la miraba de una manera un tanto misteriosa y sobretodo impresionado... ya no eran niños, eso estaba claro.

-Fue cuando decidí empezarme a curar las heridas y a interesarme el tema, al poco tiempo, descubrí que en realidad soy buena en el trabajo y me gusta ayudar a las personas...- terminó por decir.

En la sala habían dos mujeres y tres hombres, lo cuales estos, se pusieron a hablar entre sí.

Una señora, tomó los datos de la chica en el papel y los leyó.
-Vaya, sus notas son extraordinarias señorita Baker.- le felicitó a l o que la chica respondió con un "gracias".

-Si...realmente lo son...tanto que haremos la votación inmediata. Estamos algo escasos de personal, y necesitamos nuevas caras jóvenes entusiasmados con unirse a nosotros.- empezó diciendo el señor.- Votos en contra de que Joyce Baker trabaje como sanadora?

Y cuando todo iba bien, Connor levantó la mano.
-No me parece una buena idea, es demasiado...- dijo examinándola.- Joven e inocente.

-Al igual que tu cuando empezaste muchacho.- le espetó la otra mujer, que no había hablado.

-Bien...creo que la decisión está tomada, Joyce, empezaras a trabajar mañana mismo.- terminó la entrevista el mismo señor con una sonrisa.- Esperamos grandes cosas de ti...Baker.

-Gracias.- dijo esta para salir de la sala de entrevistas y suspirar de alivio.

Pensaba volver a la mansión MacDougal y explicarles a Victoria y a sus padres sobre su nuevo trabajo.

No pasó ni un pasillo cuando Connor le tomó la muñeca, apretándosela y haciendo que Joyce se quejara mientras se giraba a verlo.
-Pero qué te pasa? Suéltame.- le pidió la chica algo nerviosa.

-Que haces aquí? Si no recuerdo mal eres una nacida de muggles...- le dijo pero la chica bufó.- Este no es tu lugar.
-Y a ti que más te da? Quieres que llame a los policías de mi mundo para que te arresten de acoso?- le preguntó.

-Joyce...ya no soy ese niño, he cambiado...- le dijo a lo que ella soltó una carcajada.
-Si, y yo soy sangre pura y mis padres me quieren.- le espetó a lo que Connor la acercó más a ella.

-He cambiado, puedo demostrártelo pero tienes que tener cuidado... vendrán tiempos oscuros, créeme.- dijo soltándola.

-Pero qué?- preguntó la chica confundida.- Que quieres decir con eso?

Connor miró a Joyce con una media sonrisa.
-Ya nos veremos...compañera de trabajo...- dijo ignorando la pregunta seguido de un guiño.

La chica rodó los ojos asqueada y con la ayuda de los polvos flu, ahora se encontraba en la mansión de Victoria.

Debería explicarle sobre Connor? O mejor se lo debería guardar?

our last look (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora