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Narrador omnisciente:
El tiempo pasaba volando como dirían algunos, demasiado rápido para algunos como Joyce quién descansaba en su habitación tranquilamente.

Después de estar un tiempo ahorrando y con una pequeña ayuda de los padres de Victoria, la chica finalmente consiguió comprar un apartamento para ella sola, pues era hora de empezar una nueva etapa.

Fue como si de un sueño se tratara cuando Connor anunció que estaría ausente durante un tiempo dándose de baja. Nadie sabía el por qué, sin embargo, para la chica no le hacia falta saber más.

Por fin se sintió libre de poder disfrutar del trabajo de sus sueños.

Habían pasado tantas cosas desde entonces... como por ejemplo Bruno.

La chica cada día iba a su cafetería favorita donde su amigo la atendía con gusto y aprovechaban de desayunar juntos.

Joyce se asustó cuando vio a Alan Martin en la misma cafetería, aún recordaba cuando el rubio se acercó a ella para saludarla.

-Joyce, vienes aquí muy seguido?- preguntó con una sonrisa encantadora a lo que la chica frunció el ceño pues no lo recordaba de esa manera.

-En serio estoy hablando con el mismo Alan Martin que no paraba de coquetear conmigo?- preguntó la chica a lo que este se rio.

-Si, siento eso... realmente no sabía quién era antes... oh, hola cielo.- dijo mirando detrás de la chica.

La boca de Joyce no podía abrirse más al ver a Bruno darle un pequeño beso en los labios a Alan quién le correspondió con gusto. Qué?

-Vosotros... oh Merlín! Esto es... fantástico!- dijo contenta a lo que los chicos rieron por la reacción de la chica.

El tiempo seguía pasando y Voldemort seguía haciendo de las suyas, seguía reclutando aliados para que se pusieran de su lado.

Y cuando parecía ir todo bien en la vida de la chica, la vida de George cada vez se iba derrumbando poco a poco empezando por que ahora, le faltaba una oreja.

La había perdido cuando la orden del Fénix se propuso ir en busca de Harry para poder protegerlo.

Si antes estaba gruñón, ahora ni se le podía hablar, sin embargo su hermana no estaba dispuesta a dejarlo pasar como así. Entró a la habitación y vio como lloraba mientras se miraba en el espejo.

-George...- dijo Ginny sentándose a su lado mientras lo abrazaba.- Georgie...

-Pensaba que no se notaría tanto. Lo siento, deberás pensar que estoy haciendo el ridículo...- dijo tratando de esbozar una sonrisa.

-Por que no estás con Fred? Os habéis peleado?- preguntó la pelirroja a lo que George se encogió de hombros.- Que quieres decir con eso?

-Acepté quedar con Alicia para aclarar las cosas y... Fred no se lo tomó muy bien. Solo quería dejarle claro que no busco ninguna relación ahora pero siempre que intento hablar con Fred me saca el tema.

-El tema?- preguntó Ginny algo confundida a lo que George bajó la cabeza más triste aún.

-Merlín Ginny, si antes había una pequeña casualidad de volver a verla ahora no querrá nada conmigo! Me veo ridículo y ella... ella no...- empezó a decir mientras se tapaba la cara.

Ginny se empezó a preocupar bastante pues nunca lo había visto así, y George parecía estar teniendo un ataque de ansiedad.

-Ginny... mamá... oh mierda George.- dijo Fred entrando a la habitación y sentándose al lado de su gemelo abrazándolo con fuerza.- Que ha pasado?

Ginny negó con la cabeza pues no tenía ni idea de lo que estaba hablando su hermano. Iba a hablar sobre la chica pero antes de eso, el mismo George con la voz entrecortada y aún llorando se adelantó.

-Nada, un dolor de cabeza, ya sabes... de ser tan listo.- dijo restándole importancia a lo que Fred lo miró algo preocupado al contrario de Ginny quién le había quedado claro que no quería sacar el tema.

Fue algo duro también cuando para los gemelos pasaron la segunda guerra mágica.

George realmente lo pasó mal teniendo que luchar para defender Hogwarts ante centenares de mortífagos y ver como muchos de sus compañeros morían.

Una parte de él estaba convencido en que la vería a ella, y se volverían a encontrar sin embargo la otra deseaba que estuviera a salvo.

Joyce en ese instante se encontraba en la sala de urgencias, exacto, la chica no fue a la guerra pues tenía demasiado trabajo en el centro.

-Rápido! Más compresión!- decía la chica mientras tenían al paciente sedado. Estaba realizando una cirugía mayor, exactamente le estaban extrayendo un tumor cerebral al chico que se encontraba ahí.- Bien, lo tenemos...

Joyce estaba tan concentrada en salvar la vida de esa persona que no tenía en cuenta los rumores de Hogwarts. Ni siquiera había tenido noticias de sus antiguos compañeros.

La alegría tanto de Joyce por haber salvado al chico como de George por haber ganado la segunda guerra mágica no era comparable.

-Menos mal que estáis bien mis chicos.- les dijo Molly a Fred y a este abrazándolos como si fuera la última vez.

Fred, después de abrazar a Angelina y haber revisado que todos sus familiares y amigos más cercanos se encontraban ahí, sanos y salvos, miró a su gemelo quién estaba sentado en las escaleras de la puerta central mirando a la nada.

Suspiró para sentarse a su lado y mirarlo más de cerca.
-Todo ha terminado Freddie... ya podemos seguir con nuestras vidas, que bien no?- dijo desanimado a lo que el pelirrojo mayor miró a otro lado.

Puede ser que se hubiera pasado un poco con lo que le dijo sobre Joyce además de haberlo estado presionando durante demasiado tiempo.

-Fred?- preguntó este de nuevo al no tener respuesta.

-Sabes George? Deberías mirarte la oreja, creo que podrías tener una infección...- le sugirió a lo que George frunció el ceño.

-Se lo diré a mamá, no hace falta ir a San Mungo.- dijo restándole importancia a lo que Fred rodó los ojos. No quería decirle nada por que sabía que si le comentaba que Joyce trabaja en San Mungo, se acobardaría y no iría.

Por que si, George había tomado muchas inseguridades desde la perdida de su oreja... y siempre se molestaba cuando la mencionaban, aunque no lo demostrara... le dolía que se lo recordaran.

-Bien pues... vamos?- pregunto Fred levantándose y extendiéndole la mano a lo que George asintió para aceptarla.- Mamá nos prometió uno de sus estofados... muero de hambre.

-Gracias doctora, le debo mi vida.- dijo el chico estirando en su cama de la sala.

Joyce sonrió emocionada por dentro y contenta de haberlo ayudado.

-Bueno, ese es mi trabajo, espero que todo vaya bien.- dijo con una sonrisa para salir de la sala y suspirar de alivio.

our last look (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora