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Narrador omnisciente:
Fred negaba con la cabeza mientras acompañaba a George.

-Espera...espera.- dijo de repente su gemelo haciendo sobresaltar a este.- No puede ser.

Fred frunció el ceño.
-Que pasa ahora?- preguntó algo preocupado.- George no soy nadie para decirte nada pero te está sangrando la herida y diría que no es bueno....

George miró a ambos lados.
-Lo se, pero creo que tengo la solución.- dijo tratando de convencer a Fred quién se cruzó de brazos.

-No, George, iremos a San Mungo, se acabó la discusión.- dijo mientras lo arrastraba hacia allí.
-Pero...la tienda...- empezó a decir este preocupado.

Fred le señaló el cartel de cerrado y siguió empujándolo hacia la red de polvos flu.
-Pero...no hace falta, estoy bien!- decía mientras intentaba agarrarse a alguna cosa para no tener que ir.

-Por favor George! Te esta sangrando la cara si? Además por qué tanto miedo?- le preguntó algo confuso.

Fred no creía que George supiera que Joyce trabajaba ahí así que...
-No es eso Fred, créeme.- dijo este bufando.- Ya he intentado ir pero no puedo, no sé qué me pasa.

-Que? No entiendo.- dijo este cruzándose de brazos.

-No puedo ir al médico. No...no podré soportarlo.- siguió diciendo preocupado y triste el gemelo.- No lo entiendes, pero cada vez que veo vendas, medicamentos y doctores...

-Te recuerdan a ella.- finalizó Fred entendiendo todo.- No te has medicado por que te recuerda a Joyce?

George asintió pero rápidamente suspiró y miró a su gemelo.
-Si, me recuerda a ella, cuando me curaba en la enfermería.- finalizó por decir.

-Bueno, bueno, que tenemos aquí?- preguntó Joyce abriendo la puerta encontrándose con una señora.

-Buenos días doctora.- le respondió amablemente.- Cuando me podré ir? Hay clientes que me necesitan...

Joyce la miró tiernamente.
-Lo siento Rossie pero tenemos que hacerle más pruebas para confirmar que solo fue una bajada de azúcar y no algo más grave.- dijo con una sonrisa tranquila.- De todos modos, le traerán la comida dentro de poco.

-Oh! Que bien!- respondió esta contenta.
-Ahora descanse si?- le dijo para salir de la habitación.

-Señorita Baker. Podría venir un momento?- le preguntó de repente una supervisora.

-Claro, que ocurre?- le preguntó ella algo nerviosa. Esperaba no haber hecho nada mal.

La mujer sonrió.
-Me alegra anunciar que a partir de hoy, Connor volverá con nosotros, y como ahora es él el novato...me gustaría que lo acompañes para ubicarse de nuevo.- le anunció.

En ese instante el mundo de la chica se cayó por completo. Que acababa de decir?

Y como si fuera a peor, el mismo Connor salió de detrás de una puerta con una sonrisa maliciosa colocándose al lado de la supervisora.

-Ha dicho acompañante?- volvió a preguntar la chica a lo que la mujer asintió.- Oh...

-Y bien? Señorita Baker?- preguntó de nuevo.
-La verdad es que me encantaría volver a trabajar de nuevo y que mejor con su compañía.- dijo Connor mirándola.

No, no y no. Esto no era nada bueno.
-Bien.- dijo para darse la vuelta y empezar a caminar en dirección al lavabo. Al parecer los ataques de pánico habían vuelto.

-Vamos George! Ya hemos hablado de esto, iremos juntos si? Se que esto que te recuerda a ella será difícil pero es tu salud.- dijo Fred tomándole la mano.

George miró a ambos lados y se dio cuenta de que puede que Fred tuviera razón, así que asintió para ir junto a él.
-Allá vamos.- se dijo así mismo.

Cuando pisaron el centro, George no pudo no acordarse de ella, de Joyce... vaya, esto era tan ella, que le encantaría.

-Disculpe? Si...a mi gemelo le ha empezado a salir sangre, creo que tiene infección por eso hemos venido aquí.- dijo Fred en recepción.

La mujer que lo atendía miró a George.
-Bien, siéntense que ahora los llamarán para pasarlos a urgencias, la doctora los atenderá cuando pueda.- dijo con tono amable.

Los dos gemelos se sentaron algo preocupados. Aunque Fred moría de nervios, es decir...

George iba a ser atendido por la misma Joyce, alucinante no?

-Fred tengo miedo.- dijo George ahora.- Y si me tienen que extraer la otra oreja y me quedo sordo?- preguntó mientras jugaba con sus manos.

-Por qué te iban a quitar la otra oreja si está bien?- preguntó Fred intentando calmarle.

-Weasley, George? Acompáñeme por favor.- pidió un chico a lo que George miró a Fred para que lo acompañara.- Lo siento, al ser urgencias solo puede venir el paciente.

"mejor aún." pensó Fred tratando de evitar una sonrisa.

-Genial.- dijo George con notorio sarcasmo para pasar a la habitación donde se estiró pues así se lo había indicado el chico.

-Que se supone que haces aquí!? Por qué has vuelto?- maldecía Joyce mientras caminaba por los pasillos seguido de Connor quién la miraba curioso.

-Bueno, como todos dicen...lo bueno siempre vuelve.- dijo a lo que la chica frunció el ceño.
-Nadie dice eso.- respondió rodando los ojos.

-Connor, podrías venir un momento?- le preguntó el señor amable de siempre de repente.
-Claro señor.- dijo este ahora algo confuso y preocupado.

Joyce miró su agenda y abrió los ojos.
-Disculpen, debo atender a más personas, si no les importa...- dijo a l o que el señor le dio la aprobación.

La chica caminó a paso ligero por los pasillos hasta llegar a urgencias.

De allí, la enfermera de recepción le dijo que debía ir a la puerta 174 entregándole los papeles del paciente.

Joyce no se miró nada de eso, pues iba un poco estresada y despistada.

-Buenos días, soy Joyce Baker y yo seré tu doctora...déjame ver tu problema.- dijo entrando de golpe y empezando a leer el historial del paciente.

George en ese momento no sabía cómo reaccionar ante la chica, era real? Realmente estaba delante de Joyce Baker?

Joyce por otro lado se quedó de piedra al ver el nombre del paciente.

Mierda, mierda y más mierda.

Levantó la mirada y se encontró con la de George ya mirándola fijamente, con unos ojos que no sabría describirlos en ese momento.

-Joyce...- dijo este finalmente.

our last look (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora