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Narrador omnisciente:
-Quién querría estar contigo?- le dijo la chica con desprecio.- Acaso piensas que estás a mi altura? No eres nada.

-Pero yo te amo.- le dijo George llorando mientras veía como Joyce se alejaba con Connor. Espera que?

El pelirrojo se despertó de golpe con la respiración acelerada, que acababa de pasar?
-Solo es una maldita pesadilla George.- se dijo a sí mismo para darse la vuelta y volver a dormir.

Sin embargo ahí estaba. La imagen de su sueño por toda su cabeza. Que mierda pensó.

Miró el reloj y vio que eran las seis y media... buena hora para ir a desayunar tranquilamente a su cafetería favorita y hablar con Rossie sobre la vida.

Intentó no despertar a Fred que dormía en su cuarto y salió con cautela para dirigirse ahí.

No parecía hacer muy bien día pues claramente se veía como las nubes tapaban el cielo y empezaba a lloviznar.

Cuando llegó frunció el ceño para acercarse a su cafetería que ponía cerrado. Por qué todo le salía mal?
-Lleva cerrado unos días...donde estás Rossie?- se preguntó a si mismo para girarse y dar con lo de siempre.

Una sonrisa se apoderó de él. Allí estaba la misteriosa chica con su café hablando con el camarero de siempre.

Sería el momento de verla? Sería el momento de descubrir quién era? Definitivamente tenía que arreglar su día como fuera.

Con paso decidido entró en el lugar para finalmente ver a su chica misteriosa.

Oh si, claro que era su chica por que quién sería George Weasley si no se fijara en el mismo prototipo de persona? Si, el mismo prototipo de persona por que efectivamente, la chica misteriosa no era nada más que Joyce.

-No puede ser.- se dijo a sí mismo sonriendo aún más.

Que debía hacer ahora? Estaba embobado mirándola provocando que ella se diera cuenta rápidamente y se empezara a poner tan pálida como las servilletas blancas de la mesa.

-No, no, no.... Bruno, es él.- dijo la chica intentando esconderse actuando como si se le hubiera caído algo al suelo.

El chico rubio le siguió el juego y se agachó con ella.
-Que dices?- preguntó algo confundido pero emocionado por el drama.

-Código naranja.- dijo ella temiéndose lo peor.
-Código naranja?- dijo Bruno sin créese lo que veía.- Oh pero si es el raro del cappuccino...

-Que? De que estás.... sabes que? Me da igual, ve con el y... distráelo mientras yo me escapo, si? Más tarde te vendré a ver...- empezó a decir la chica.

-Oye Joyce no estoy...- empezó a decir pero la chica ya lo tenía decidido.
-Nos vemos después, te quiero.- dijo muy nerviosa empujando al rubio hacia el mostrador.

Bruno casi se cae en medio del lugar sin embargo supo mantener la compostura.
-Así que... chico del cappuccino, que deseas tomar?- preguntó algo intrigado.

George lo miró algo confundido y molesto, si juntaba todas las piezas... él era el chico con el que Joyce hablaba cada día. Ni pensarlo.

El pelirrojo se dio la vuelta para ver de nuevo a Joyce pero esta se estaba marchando.
-Espera... un momento, ahora vuelvo.- dijo para seguirla.

George salió casi corriendo del lugar resbalándose con un charco que había a pocos metros de la salida.
-Joder, espera Joyce!- dijo levantándose y siguiéndola.

Cuando la alcanzó, la chica se asustó al verlo todo...sucio?

-George... Merlín que te ha pasado!?- dijo la chica mirándolo preocupada.- Oh, podrías haberte hecho daño de verdad.- dijo pasando su mano por el brazo del chico intentándole quitar la suciedad.

El pelirrojo estaba inmóvil, realmente no tenía palabras ante Joyce y lo único que quería hacer era arrodillarse ante ella y decirle que era todo suyo.

-George? Vamos...- dijo arrastrándolo hacia debajo de un árbol donde no se mojarían tanto.

-Joyce...yo...- empezó a decir tembloroso.- Lo siento mucho.

La chica lo miró con sentimientos encontrados. Se veía tan bien con el pelo mojado por la lluvia que solo tenía ganas de besarlo y de decirle lo mucho que lo había extrañado.

-Lo se.- le respondió apartando la mirada.- Debería irme...- empezó a decir pero el chico no iba a ponérselo tan fácil.

-No, por favor.- dijo colocándose al frente.- Necesito, necesito que me escuches, necesito que me perdones por lo que hice.- dijo muy arrepentido.

-George, está bien si? No... no te preocupes más por eso, ya ha pasado.- dijo ella muy nerviosa intentando irse.

Sin embargo el pelirrojo no quería dejar que se fuera sin más, no habían arreglado nada y no estaba funcionando.
-Que quieres que haga para que me perdones, Joyce por favor, no ha habido un día que no piense en ti.- admitió a lo que ella no lo miró.

-No tienes que hacer nada, enserio déjalo.- pidió ella evitando el contacto visual.

-No, no, no puedes dejarlo, yo no puedo dejarlo.- dijo este haciendo que la chica lo mirara finalmente.

-Me prometiste que no me harías daño, te lo advertí George, y a ti no te ha importando nada! Abandonaste Hogwarts sin decirme nada y esperas que todo sea como antes!?- dijo mas alterada.

El pelirrojo bajó la cabeza pues se sentía demasiado culpable.
-No sabes lo mucho que te he llegado a odiar, pero no por todos los años que hemos pasado... sino por que caí en tus estúpidos encantos!- dijo empujándolo sin embargo George no se movió.

-Lo siento.- dijo apenado.
-Lo sientes!? Más vale que lo sientas por que nadie me había hecho sentir lo que has conseguido.- dijo finalmente ella molesta.

-Entonces se ha acabado? Es eso lo que quieres?- preguntó George acercándose a ella mirándola fijamente.

Joyce no dijo nada, solo mantuvo el contacto con él en todo momento.
-Dime, quieres que te deje de molestar? Por que si es así, dímelo y me iré.- sentenció el pelirrojo con el corazón en la garganta.

La chica no quería que se fuera pero estaba dolida, por que es tan complicado!?
-Bien, supongo que esta es la última vez...- empezó a decir George dolido pero fue interrumpido por ella.

Le tomó de la corbata acercándolo a ella y juntó sus labios en un beso desesperado y que ambos necesitaban. Dejaron todos los nervios y malas sensaciones, estrés y pasión en ello, agradeciendo volverse haber encontrado al fin.

Realmente se deseaban entre sí.

Al separarse George seguía en shock. No se creía que eso hubiera sido posible pero ahí estaba, completamente enamorado de ella, miró de nuevo sus labios con un rubor en las mejillas para pasar a los ojos de la chica.

Joyce sonrió tímidamente y miró a otro lugar.
-Nos vemos en tu próxima visita Weasley.- dijo para darse la vuelta y marcharse en dirección al hospital.

Y finalmente George solo pudo sonreír y soltar un "wow" para irse a trabajar.

Al final, si parecía haber mejorado el día para ambos...

our last look (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora