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Narrador omnisciente:
George se llevó su mano a la boca pues no se creía que Joyce estuviera delante de él.

-Sorpresa?- dijo Bruno ganándose una colleja de parte de Lee quién se encontraba en shock pues nadie decía nada.

-George...- empezó a decir ella pero al ver al pelirrojo acercarse a ella se calló por completo.

Sin avisar ni pedir permiso, le tomó con suavidad sus mejillas y las acercó uniendo sus labios en un tierno beso, lleno de alegría y emoción.

La gente se puso a aplaudir de alegría al igual que ellos quienes se abrazaron afectuosamente.
-No te vuelvas a ir.- le dijo George intentando no llorar.- Entendido?

-Entendido.- le respondió ella de la misma manera.

Fred quien estaba ahí, fue con Angelina quién veía la escena con ternura.
-Que nos hemos perdido?- preguntó este a lo que la morena lo miró.

-Victoria ha sido la que la ha secuestrado, es ella la traidora, su hermano solo era un peón más...- dijo a lo que Fred abrió los ojos.

Rápidamente se acercó a George que aún abrazaba a Joyce como si su vida dependiera de ello.

-George, George...- empezó a decir algo nervioso a lo Joyce lo miró.
-Freddie, cuanto tiempo.- dijo con una sonrisa a lo que Fred también se la devolvió.

-Si... no veas lo que he tenido que aguantar a George por tu culpa... pero antes de ponernos al día... hay algo que debéis saber.- dijo más preocupado aún.

-Que pasa Fred?- preguntó este algo confuso.

El pelirrojo no tuvo tiempo de decir nada pues la misma Victoria apareció en el local con su varita en mano.
-Todos esconderos!- gritó Bruno temiendo por su local.

George se puso en frente de Joyce en todo momento para protegerla. No pensaba dejar que se la llevaran de nuevo. Antes, por encima de su cadaver.

Rápidamente Angelina se preparó con su varita al igual que Fred y Lee quién se colocaron al lado de George.
-Victoria, ríndete.- dijo Angelina con molestia y furia dentro.

-No! Ella no se merece la vida que tiene! Me lo ha quitado todo! Pensabas que podrías arreglarlo viniendo a mi casa a pedir ayuda!?- preguntó mirando a la chica con odio.

-Me da igual! Aléjate de ella!- dijo George furioso al igual que todos los que estaban ahí.

Victoria parecía no rendirse pero en un momento se escuchó un "alarte ascendare!"
provocando que Victoria saliera volcando y se golpeara con el techo.

Ron abrió los ojos al ver lo que había hecho y Harry solo negaba con la cabeza.
-Lo siento estoy de practica.- dijo el pelirrojo mirando a Victoria que se encontraba en el suelo dolorida y sin poder levantarse.

-Ron! Quedamos de que yo la retendría y tú dirías la súper charla y entonces la arrestámos! Te has saltado los pasos!- le dijo Harry a lo que Ron rodó los ojos.

-Bueno, se me ha olvidado si?- dijo este cruzándose de brazos.- Estaba nervioso.

Fred y George se miraron entre sí no entendiendo un pimiento, que hacían discutiendo en ese momento?
-Y si la has matado?- preguntó Harry estresado.

-No me importaría...- dijo Angelina pero se calló al ver que la miraban raro.

Ron volvió a rodar los ojos.
-Oye, estás viva?- le preguntó a Victoria quién se intentaba levantar del suelo.- Ves! Esta bien!

La morena que estaba en el suelo empezó a decir cosas, insultando a todos haciendo que Ron y Harry la miraran.
-Disculpa, te importaría no hablar? Estamos en medio de una discusión.- le dijo el azabache algo molesto.

-La gente de hoy en día no tiene respeto ninguno...- dijo Ron negando a lo que Harry estuvo de acuerdo.- Por cierto, que hacíamos aquí?

-Como puedes olvidarte!? Estamos arrestando a... la chica que tienes al lado! A la que casi matas!- le dijo Harry ahora.

La gente del local, pasaba de mirar a Harry a Ron quién no paraban de discutir y estar en sus propios temas.

-Y no crees que sería mejor matarla?- preguntó Ron a lo que Harry se lo pensó unos segundos.
-No!- respondió el azabache.- Ahora ayúdame a arrestarla.

-Bien! Pero es por que yo quiero hacerlo... no por que me lo digas tú.- dijo el pelirrojo.

Harry rodó los ojos.
-Señorita, queda detenida por el secuestro de Joyce Baker. Ahora se quedará callada hasta que lleguemos al ministerio y tenga derecho a juicio.- dijo el azabache.

-Tendrá un juicio?- preguntó Fred a lo que Ron se encogió de hombros.

-Yo tampoco lo entiendo pero es así, lo siento, por cierto, mamá dice que te olvidaste entregarle la camiseta a Ginny... bueno, eso es todo. Adiós a todos!- dijo Ron con una sonrisa.

George parpadeó unas cuántas veces para volver a mirar a Joyce quien miraba a un punto fijo.
-Que te parece que te acompañe a casa?- preguntó a lo que ella asintió.- Bien.

Cuando George y Joyce llegaron al apartamento de la chica, el pelirrojo le dejó su tiempo para que se cambiara de ropa.

Mientras, esperaba en el salón, pensando en todo por lo que habían pasado pero no duró mucho pues George escuchó un golpe seco.

El chico no dudó en entrar al cuarto para ver una foto en el suelo, un marco roto y Joyce llorando en el suelo.

-Joyce, ven aquí.- dijo agachándose a su altura y abrazándola.- Estoy aquí... estoy aquí y no me iré.
-Lo siento mucho, lo siento.- dijo secándose las lágrimas.- No puedo.

George la miró y le seco las que le caían por el rostro. Le dio un suave beso en los labios para tranquilizarla.

-Quiero que sepas, que eres la mujer más fuerte que conozco, y también quiero que sepas que no permitiré que te pase nada. Quiero estar contigo, siempre.- dijo mirándola a lo que ella frunció el ceño.

-Que...- empezó a decir algo confusa.

George sonrió débilmente pasando un mechón de pelo hacia atrás.
-Querrías ser mi novia?- preguntó finalmente.

Joyce no dijo nada y lo abrazó como nunca.
-Si, si quiero.- dijo entre los brazos del pelirrojo haciendo que el corazón de este cada vez palpitara con más fuerza.

-No sabes lo feliz que me haces.- dijo sonriendo.- Ahora, recogeré este desastre y tú te iras a cambiar por que aunque te ves espectacular con ese vestido, necesitas una ducha.- dijo haciéndola sonreír.

Esa sonrisa por la que pagaría lo que faltase y no se acabase nunca.
-Te quiero.- le dijo ella dejándole un beso a lo que George se sonrojó.

Cuando la chica entró al cuarto de baño, el pelirrojo volteó la foto que ella había tirado al suelo.

La rompió inmediatamente, borrando todos los recuerdos de Victoria y Joyce tuvieron alguna vez. Con razón ella había roto el marco.

Era una foto de ella dos abrazadas.

our last look (George Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora