our last look (George Weasley)

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Narrador omnisciente:
Después de desahogarse, Joyce miró al suelo y una sonrisa apareció en su rostro.

Victoria no tenía ni idea de lo que acababa de hacer. Es que acaso no sabía que ella era experta en la magia no verbal sin necesidad de usar la varita?

Cuando sintió que alguien abría la puerta se preparó para escapar de ahí. No iba a dejar que le vencieran, por favor, su hermano era el más de los inútiles.

-Como se encuentra la ratita?- preguntó esté bajando las escaleras para encontrarse con ella.

Joyce rodó los ojos y lo miró, pronunciando un "levicorpus" dejándolo colgando en el aire, por un tobillo al igual que como hizo con George cuando se encontraban ensayando con el e.d.

-Mira que eres idiota para traer mi varita contigo.- dijo mirándola la que se encontraba en el suelo.

Con ayuda de sus pies, consiguió tomar la varita y rápidamente desatarse de sus manos y pies.

-No! No escaparas! Ven aquí!- le decía este aún colgando.

Joyce rodó los ojos y subió las escaleras con cuidado de no encontrarse con Victoria.

Se dio cuenta de donde estaba y rápidamente salió de allí. Como era posible que fueran tan idiotas de secuestrarla en su propia casa? No tenía sentido...

Suspiró hondo antes de salir de la mansión y empezar a caminar hacia algún lugar seguro aunque con esas pintas, no creía que nadie quisiera atenderla.

-Victoria! Esto no nos está ayudando a encontrar a Joyce!- gritó George mirando por todos los sitios.

Buscaban y buscaban pero no había remedio, no habían pistas de la chica.

De repente, apareció una luz azul, en concreto un puma, el patronus de Angelina.

"chicos! no confiéis en ella! es una trampa! tenéis que volver!"

-Habéis encontrado algo?- preguntó Victoria apareciendo.

George de repente sintió la mano de Fred en su hombro.
-George, por que no volvemos? Esto no está ayudando.- dijo el pelirrojo actuando no muy convencido a lo que el asintió tristemente.

-Qué? No! Debemos seguir buscando! Joyce es mi amiga! No puedo traicionarla!- dijo Victoria a lo que los gemelos se miraron entre sí.

Cuando todos los chicos llegaron a la mansión de la morena, abrieron la puerta de golpe.
-Joyce!? Donde estás!?- preguntó Connor buscando y abriendo cada puerta de la casa.

-Oh, chicos?- dijo Bruno mirando una puerta en concreto.

Cuando Lee se acercó donde estaba este frunció el ceño con asco.
-Merlín, que mal huele ahí dentro.- dijo a lo que todos asintieron. Parecía que hubiera un muerto.

-Y quién será el primero en bajar?- preguntó el rubio apartándose.- Lo siento, tengo claustrofobia.

Angelina pasó entre todos y bajó las escaleras. Una por una.

-Esperemos que no haya nada...- dijo Lee temiéndose lo peor pero en cuanto se escuchó el grito de terror de la morena todos no tardaron en bajar a ver cómo se encontraba la chica.

Angelina miraba algo con terror.
-Que pasa? Oh cielos.- dijo Bruno apartando la mirada.

Connor se acercó al cuerpo de Max que seguía colgando por el tobillo.
-Está muerto.- dijo mirándolo.- Quién ha hecho esto?

Lee miró el lugar sintiendo arcadas en si pero vio algo que no cuadraba.
-Oh mi madre, que hace esto aquí!?- preguntó tomando un anillo enseñándolo a todos.

-Es de Joyce, ella me lo había enseñado antes de separarnos...- dijo Bruno mirando a Connor.- En la discoteca.

-Está claro, ella ha escapado, o se la han llevado.- dijo más preocupado.

-Chicos, tenemos que decírselo a George, les he avisado y tenemos todo a favor para que los aurores tomen presa a la loca de Victoria.- dijo Angelina.

Todos estuvieron de acuerdo con eso así que decidieron volver a la cafetería de Bruno para encontrarse con los gemelos.

-Tenemos que irnos! Han encontrado algo!- dijo Fred a lo que George asintió.

-No! No podéis!- dijo está acercándose a ellos.
-Qué? Cual es tu problema!?- preguntó George retrocediendo.

Fred quién ya se temía algo como eso, tomó su varita y pronunció un "reducto!" propulsando a la morena hacia atrás.

-Vamos!- gritó Fred a George para empezar a correr lejos de ahí.- Tendremos que llamar a los aurores!

George no decía nada, solo quería saber donde se encontraba la chica.

Cuando Bruno llegó a su cafetería. Todos los clientes que habían ahí miraban en dirección a la cocina.
-Que está pasando?- preguntó.

-Hay una chica.- dijo una señora algo asustada.- Ha venido y... se ha metido en la cocina! Llame a seguridad!

-No! No llamen!- pidió Connor.- Joyce?

Como nadie se movía, Angelina tomó su varita rodando los ojos y se acercó a la cocina para ver de quién se trataba.

Al verla, solo dejó su varita y se lanzó sobre ella a abrazarla como nunca antes lo había hecho.
-Joyce, eres tú! Estas bien por el amor de Merlín!- dijo la morena gritando y llorando de felicidad.

-Cuanto tiempo...- dijo Joyce abrazándola de la misma manera.- Te he extrañado.

-Por dios Joyce!- dijeron Lee y Bruno a la vez abrazándola cariñosamente.
-Mírate, hasta siendo secuestrada estás fabulosa.- le dijo Bruno llorando intentando animarla.

Cuando se separaron la chica miró a Connor quién había decidió quedarse al margen.
-Siento todo lo que te he hecho, te intenté explicar pero entiendo que no confiaras en mi y... yo realmente lo siento.- dijo algo avergonzado.

-Tu lo sabías?- preguntó acercándose a él.
-Si, intenté advertirte pero no se como relacionarme con la gente, lo siento.- dijo a lo que ella sonrió débilmente.

-Gracias.- dijo mirándolo a lo que el se encogió de hombros restándole importancia.
-Es lo menos que podía hacer por ti.- dijo con una sonrisa sincera.

Joyce se miró a sí misma y vio que iba hecha un desastre.
-Te estabas curando tu sola?- preguntó Bruno mirando las vendas de sus tobillos y muñecas más los arañazos y heridas.

Joyce se encogió de hombros.
-Ya me conoces. La doctora Baker al rescate...- dijo intentando ser positiva sin embargo no tenía fuerzas para nada.

-Chicos! Ya estamos aquí!- dijo la voz de Fred entrando y llamando la atención de todos.- Oh madre...

George entró y solo pudo mirar a la chica delante suyo.
-George.- dijo ella también mirándolo.

Era realmente ella?