CAPÍTULO 4

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Emily

La hermosa voz de Alessia Cara deleitaba mis oídos con Wild Things, le agradecería eternamente a Sofí por darme a conocer su música.

Tenía alrededor de quince minutos arreglando los ramos de flores a mi lado izquierdo que eran Tulipanes. Estaba por tocar otro cuando siento repentinamente una mano en mi hombro.

Fue tan repentino que por la impresión tiré un ramo de flores al suelo y seguramente se  rompió. Me quité los auriculares y me preparaba a decir algo pensando que era Kyle cuando una voz ronca e imponente — que obviamente no era de quien — me hablaba detrás de mí.

«Un hombre»

— ¿Se encuentra bien?— me preguntó.

Giré con los ojos cerrados sobre mis talones lentamente y lo sentí cerca, muy cerca de mí.

Abrí mis ojos y una gran silueta pude divisar que se encontraba frente a mí.

—Yo... ummm sí—los nervios se apoderaron y hablaron por mi dejándome como una idiota.

«Aparte de ciega también tartamuda, increíble»

No me ayudas conciencia, no me ayudas.

Reaccioné y continúe hablando.

—Bienvenido a Flowers Paradise, ¿En qué podemos ayudarlo, Señor?— dije todo con una sonrisa en mi rostro, milagrosamente.

Debíamos dar una buena impresión y ser amable con los posibles clientes. En todo lugar debe ser así.

Escuché que carraspeó y habló.

— Quiero el mejor ramo de Rosas rojas que tengan— dijo.

Mierda, justo de las que quedaban muy poco es del que quiere. Y no creo que sean los más extravagantes.

—Ehmm... claro. Puede ir a verlos, están en el pasillo C a mano izquierda — indiqué.

Lo sentí alejarse y encaminarse hacia donde le había indicado.

Me dirigí hacia caja donde estaba Kyle.

—Kyle, tienes que ayudarme — no obtuve respuesta— ¡Kyle!— susurré/grité.

De seguro fue al baño... justo tenía que ser ahora. ¡Dios!

Escuché los pasos de alguien dirigiéndose a mí y hablaron.

—Quiero algo más... lindo y sofisticado— volvió el a hablar e intentó no ser grosero.

— Lo entiendo, si quiere podemos hacer uno con distintas flores y...

— No me entiende, señorita.—me cortó —Necesito que sean rojas, a esa persona le gustan las rojas.

«Sí que tenía claro lo que buscaba, esa persona debe ser muy especial e importante» Pensé.

—Si quiere y tiene tiempo puede esperar unos minutos, mi compañera fue a buscar más rosas de las que usted busca — No respondió.

Mr. Müller ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora