Mr. Müller ©

CAPÍTULO 3

Emily

Habían pasado tres meses desde que Mary nos encontró en la calle a Matt y a mí.

Durante ese tiempo pude ir al Invernadero en el patio, del que Sofí me habló, y déjenme decirles que se ha convertido en mi lugar favorito. El olor de las flores, su textura y la variedad de colores que Sofí me había dicho que existían era increíble. Deseé con más fuerza poder verlas.

Matt, hace unas semanas atrás ingresó a la escuela, los días previos a ingresar estaba demasiado nervioso y asustado, él pensaba que lo iba a dejar allí abandonado y que no volvería a saber de mí. Su actitud era comprensible tomando en cuenta todo lo que ha vivido a su edad, pasar años encerrado en donde sólo salías al pequeño jardín del Orfanato, no es mucho que recorrer, si para mí que no podía verlo se me hacía pequeño mientras lo recorría a Matt mucho más.

Un mes y medio atrás, comencé a ayudar a Sofí en la floristería de ella y su Mamá, al comienzo se me hizo súper difícil, el local tiene muchos jarrones con flores— Obvio — , admito que rompí unos cuantos en el proceso de adaptarme al lugar, pero les puedo decir con orgullo que lo he logrado.

En la Floristería yo me encargo de recomendarles a las personas que flores son mejores para cierta ocasión o indicarles donde se encuentran las que buscan en específico. Todo lo que había aprendido fue gracias a Sofí y su paciencia conmigo al enseñarme sobre ellas.

«Mi relación con ella es increíble»

—Mily, regreso en un momento— habló Sofí—.Voy a casa a traer más rosas del pasillo B que sólo quedan unas cuantas.

Eran las de color Amarillo y rojo.

Suspiré.

— No tardes, por favor.— Junté mis manos en una súplica— No coquetees con Josh—pedí.

Escuché su risa para luego sentir su puño impactar en mi hombro.

—Tonta. Yo no coqueteo con Josh. Además, no te quedas sola, Kyle también está aquí.

Era cierto, pero me gustaba molestarla con Josh, quien era nuestro vecino, un universitario muy guapo según la descripción—muy detallada— que Sofí me hizo de él.

«A ella le gusta y mucho»

—Ajá... voy a decir que sí para que no te resientas— sonreí.

— Dejemos de hablar de Josh, quien es sólo mi vecino y amigo— dijo

—Sí que te pone nerviosa tu AMIGO cuando hablas con él— respondí resaltando la palabra amigo.

— ¡No es cierto! ¡Yo no me pongo nerviosa!— exclamó

—Si claro, Ho...la Josh— la imité

Me iré al infierno por molestarla.

Dijo algo en un susurro que no llegué a escuchar y lo más seguro es que haya sido un insulto dirigido a mí.

—¡YA REGRESO!— se despidió con un grito.

Luego de eso conecté los auriculares a un pequeño mp3 que me había regalado Sofía, uno que no usaba. Con eso me desconectaba de los demás.