Emily
Lo que sucedió con Aiden minutos atrás aún no lo proceso.
—Mily... ¿Estabas coqueteando con ese bombón?
Esa era Sofía, quien me había hecho preguntas de ese tipo desde que el antes nombrado, se fue.
—¿Qué? claro que no, deja de ver cosas donde no las hay— solté saliendo de mi trance— Aquí pareces tú la ciega, y no yo.
—No me vengas con eso, yo sé muy bien lo que vi— podía sentir su mirada acusadora puesta en mi— te sonrojaste, reíste, te trajo un regalo y... ¡te besó!
«Paciencia, solo pido eso, paciencia»
—Él no me beso, Sofía.— fruncí mis cejas— no sigas diciendo cosas que en definitiva no son o no te daré chocolate.
Pequeña Mentirosa.
Él no hizo tal cosa, no me besó.
Lo demás es cierto, lo del beso si fue, tal vez no donde queríamos pero sus labios estuvieron en...
—Por ahora voy a dejar el tema, por Ahora.—enfatizó en el Ahora— Él quiere algo contigo y tú no te opones a que eso suceda.—me dijo segura— Con el chocolate no se juega.— finalizó.
{*}
Me encontraba sentada en el comedor de la casa de Mary y Sofí, cenando un delicioso pollo a la naranja.
Que si me llegan a escuchar decir— la casa de Mary y Sofí— me hubiesen regañado alegando que esta también es nuestra, de Matt y yo. Y mi corazón no puede evitar acelerarse al pensar que pertenecemos a un lugar, que tenemos una Familia.
—Como siempre todo estuvo delicioso, Mary, muchas gracias.
—De nada, Mily. El secreto no tan secreto es hacerlo con mucho amor y saldrá bien.
«No puedo creer que le haya encontrado otro significado que no tiene nada que ver, a sus palabras»
Ladeé mi cabeza para alejar mis sucios pensamientos.
Sólo sonreí y no añadí nada más. Seguimos hablando de trivialidades, de cómo va la floristería, y así se nos va el tiempo y nos vamos cada una a nuestros dormitorios a descansar.
Una vez acostada en mi cama, no puedo evitar pensar en Matt, que desde lo que sucedió con Aiden días atrás estando presente él, se comporta raro conmigo casi ni me habla, las pocas palabras que hemos cruzado no pasan de un "Hola, Buenos días.", y el que en ocasiones llegue tarde a casa no me ayuda mucho, porque cuando regreso él ya está dormido o me ignora. Y extraño mucho a ese enano.
Suelto un suspiro pesado y me dispongo a dormir.
«Mañana hablaré con Matt»
{*}
Me había levantado mucho más temprano de lo normal para poder hablar con Matt, antes de que Mary se lo lleve a la escuela.
Sólo me lavé los dientes y la cara, bajé aún en pijama con cuidado las escaleras.
Una vez en la primera planta me dirigí a la cocina, donde de seguro se encuentra Mary haciéndole el desayuno al pequeño de la casa. Cuando estaba por ingresar a la cocina me llegó el olor de lo que estaba preparando, Huevo y tocino.
—Buenos días— saludé
—¡Oh Emily! me asustaste, buenos días. Es temprano para que estés despierta, ¿No pudiste dormir? ¿Te sientes bien?— quiso saber.
—Disculpa, no y no a las preguntas— negué con la cabeza también— yo solo quiero llevarle el desayuno a la cama a Matt, sé que yo no lo hice, tan solo quiero poder hablar con él— hice saber.
—Por supuesto que sí, solo déjame y coloco lo que hice en un plato y te ayudo a subirlo—ofreció
—Gracias, muchas gracias.
—No hay de que, he notado que se han distanciado un poco estos días y espero que puedan solucionarlo.—escuché como movía algo— Matt ha estado muy triste aunque no quiera demostrarlo, se le ve en sus ojitos y en cómo se comporta.— añadió con voz triste.
Agradezco haber sido bendecida con el Ángel que es Mary, no sólo lo es por lo que hizo y hace, sino por todo el amor y cariño que nos da día a día.
—Yo también espero eso.
—Ya está listo, vamos arriba. De seguro ese dormilón no se ha despertado.
Cuando nos encontramos en la habitación de Matt, Mary me avisa que colocó la bandeja con el desayuno en la mesita de noche y se retira.
Me acerqué a la cama donde él aún dormía y me senté. Toqué sus pies y me moví más arriba para estar más cerca de él.
—Matt, despierta.— comencé a llamarlo entre susurros acariciando su mejilla.
—¡Hey Matt! despierta es hora de levantarse— lo llamé de nuevo hablando más fuerte.
Pude sentir los movimientos que hacia mientras despertaba, escuché algunos quejidos para sentarse en la cama.
—¿Mily?—me dijo algo desorientado— ¿Emily, qué haces aquí?
«Volvía a ser Emily, y no Mily. Dolió»
—Te traje el desayuno que Mary te preparó a tu cuarto, es huevo y tocino.—digo señalando a donde espero se encuentre la mesita de noche.
—Está del otro lado—me corrige— Yo desayuno con Mary en el comedor todos los días.— me hace saber.
—Pues hoy quería traerlo hasta aquí para ti. Además, quería hablar contigo.
—¿De qué?— curioseo.
—¿Cómo que de qué? me has estado ignorando, ¿Qué sucede?— digo arrugando las cejas.
Siento como se mueve en su lugar antes de hablar.
—Yo... —suspira.
—¿Qué pasa enano? te extraño— insisto.
—Tú me vas a dejar... yo...ya no te quiero...—su voz se quiebra.
—Eso no es verdad, yo te quiero mucho Matthew y sé que tú también me quieres— escuchar su voz rota hace que se me empañen los ojos— ¿Quién te dijo esa mentira?
—No es cierto me vas a dejar...no te hablo para no extrañarte— dice entre sollozos.
No puedo evitar que las lágrimas salgan al escucharlo.
—Escúchame bien, Matt— me acerco y le agarro sus manos— yo jamás voy a dejarte, te quiero mucho, pero mucho, que antes muerta a dejarte. ¿Lo entiendes?
—¿En verdad? ¿No me mientes?— escucho como se limpia sus mocos.
Que lo dude me hace sufrir, pero es solo un niño que tiene miedo.
—Muy cierto, eres mi pequeño superhéroe— sonrió
Se suelta de mis manos para pasar sus brazos alrededor de mi cuello y abrazarme fuerte.
—Era mentira, Mily— llora en mi cuello—yo si te quiero— deja un beso en mi mejilla.
—Lo sé, yo también lo hago.— lo acerco más a mí— Nunca dudes de eso.
Van dos veces que piensa que lo voy dejar, la primera cuando iba a entrar a la escuela, lo que es entendible, pero ahora no sé qué pudo pasar.
—¿Por qué piensas que no te quiero y te voy a dejar, Matt?— me alejé un poco de él y le pregunté.
—Ese señor—tal vez vio que no sabía de quién se trataba y añadió— el de las flores— Aiden se me vino a la mente— te va a llevar lejos de mí y ya no me vas a querer— volvió a abrazarme.
«Tengo a un pequeño celoso aquí»
—Matt, siempre te voy a querer y no te dejaré. Caso cerrado.—sonreímos— Ahora a desayunar que se te va a enfriar— si es que ya no lo está.
Me quedo con él hasta que termina y lo ayudo en lo puedo a alistarse para que vaya a la escuela. Me alegra tener a mi pequeño compañero devuelta, empezando muy bien el día con eso.
Bajamos y Mary se alegra de que volvamos a estar bien como antes, ambos se despiden de mí con un beso en la mejilla y se van.
El día apenas empieza y puede mejorar si hablamos con Aiden.
Espero que no sea así.
Ispiri qui ni sia isi, mentirosa.
Aunque no lo quiera aceptar, en el fondo esperaba poder hablar con él. Aiden.
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Alcanzamos más de 400 leídas, muchas gracias lectorxs.
Quería compartir con ustedes que hoy me vacuné contra el covid—19💉 ¡¡Yupi!!
¿Ustedes ya se vacunaron?
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Mr. Müller ©
Literatura FemininaEmily Williams, alrededor de un año de edad fue abandonada en las puertas de un Orfanato en Londres, fue encontrada envuelta en una sábana dentro de una canasta, en malas condiciones con un golpe en su cabeza y una nota diciendo: Emily... Lo siento...