Dolls Game (+18) I COMPLETA I

Capítulo 7- Sobre ruedas

PARK

Veo a lo lejos a mi hermana menor hablar con Tanner animadamente. Jamás fui un hermano celoso, me gusta la idea de que ella experimente y haga lo que se le plazca. Sin embargo, eso no cambia que sea protector. Pensar en la mera idea de que le hagan daño física o emocionalmente me saca de quicio. Jodie puede ser fuerte y determinada, algo que mis padres se han encargado de inculcarle desde que nació. Pero no significa que no puedan quebrarla y tirar su muro de defensa. Dentro de ella, en lo más profundo de su corazón, se esconde un débil sentimiento capaz de destruirlo todo.

Saco una barra de cereal de la máquina expendedora y me conformo sólo con eso. Pasar una hora entera en la cafetería me hace querer vomitar. No soporto a la mayoría de mis compañeros, son idiotas arrogantes con las hormonas por los cielos. Típicos imbéciles que sólo piensan en sexo y dinero.

Rescato que hay varias personas aquí que no son así, sin embargo, tampoco siento la necesidad de mezclarme. Solo faltan dos putos años para largarme, creo que puedo resistir.

Aún me siento muy cansado, me quedé despierto hasta tarde hablando con una chica que me encontré la pista de Skate cuando salí anoche. Como le dije a Jodie, no pasó nada, por más que ella insistiera. De hecho, creo que se le quitaron las ganas cuando comencé a hablar de Megan, borracho, sobre cómo la extrañaba.

Necesitaba despejarme y andar en patineta es una de las pocas cosas que se me dan bien. Sentir la velocidad a medida que avanzo por encima de las ruedas, me encanta. Ni siquiera me importa aprender trucos y esas estupideces a las que se dedican los profesionales. Lo único que necesito es ese pedazo de madera para sentir aquel choque eléctrico cuando bajo por una rampa.

Me quedo en el pasillo desolado comiendo mi barra de cereal y luego tiro el envoltorio en un cesto de basura. Falta poco para que suene el timbre y se dé el comienzo del nuevo periodo.

Alzo la cabeza y arrugo las cejas cuando en lugar de escuchar el tintineo de la campana, se oye una voz por el alto parlante. El señor Steele va a dar un anuncio.

-Atención estudiantes, necesitamos su presencia en el auditorio. Gracias.

Qué raro. Digo, rara vez se dan estos tipos de anuncios.

El gentío no tarda en acumularse mientras todos los estudiantes se dirigen hacia la sala de conferencias. Es como una especie de teatro, comprendido por filas y filas de butacas para que cada estudiante pueda apoyar su trasero cómodamente. La universidad cobra un precio tan alto que sería ridículo que no hicieran de este lugar, uno más accesible. Por eso contamos también con varias canchas para diferentes deportes, bibliotecas, salón de música, un buen patio, entre otros.

Meto las manos en los bolsillos de mis pantalones y camino obligadamente por el lugar hasta llegar al sitio. Busco lugar en una de las filas del fondo para poder utilizar el teléfono y que ningún profesor me vea. No creo que lo que tengan para decirnos sea de tal grado que necesite mi atención. Digo, me importa un carajo los eventos, las fechas patrias o actos.

Jodie llega a mi lado y se sienta junto a mi. Maldigo por mis adentros cuando dos cabelleras rubias toman asiento junto a nosotros con una sonrisa grande en sus rostros, como si planearan algo. Los tipos nos aborrecen, cuando están felices de vernos, es porque tienen algo. Joder.

-Hola, primitos- Krystal muestra su brillante dentadura.

-Duaj, vámonos, Park.- Jodie hace un indicio de levantarse e ir a tomar otro sitio, pero masculla cuando cae en cuenta de que todas las butacas ya han sido ocupadas y el director ya está frente al micrófono. A regañadas, vuelve a tomar asiento- Vamos a quedarnos aquí porque queremos.