Capítulo 29- Perdidos

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CHASE

-¡Ambulancia, rápido, pierde mucha sangre!- las voces y gritos zumban en mis oídos, apenas como susurros dispersos que apenas puedo identificar. Estoy desorientado, mareado, sin ser capaz de mantenerme en todos mis sentidos.

-¡Aguanta, bebé, aguanta por favor!- escucho a mi madre, sé que está cerca pero parece estar muy lejos. El miedo recorre su garganta, ahora solo quisiera poder levantarme de mi lugar y abrazarla con todas mis fuerzas.

De repente, siento una gran sacudida que me hace reaccionar un poco mejor. Mi vista se aclara de a poco, permitiéndome ver las pequeñas luces sobre mi. El vehículo en el que me encuentro va a gran velocidad. Entiendo el por qué cuando bajo la mirada.

Mi muslo no deja de sangrar, las líneas rojas descienden hasta manchar incluso el suelo y la ropa de mamá. Su mano está aferrada a la mía, sus lágrimas cayendo por su rostro mientras le grita a los paramédicos que se apresuren.

¿Dónde está mi padre? ¿Y los demás?

Cierro con fuerza los ojos, el dolor se expande por toda mi pierna, aumentando cada vez más la intensidad. Me inyectan cosas que no tengo idea de qué son, pero espero que me ayuden en algo. Me colocan un respirador, me piden que me mantenga despierto. Como si yo lo decidiera.

El hospital me recibe luego de un largo recorrido que ha durado varios minutos, incluso a la velocidad a la que íbamos. Arrastran mi camilla por todo el lugar hasta llegar a una habitación privada donde, con máxima rapidez, comienzan a atenderme.

-Te colocaremos un sedante, Chase.- me explica una mujer- Cerraras los ojos unas horas para que podamos encargarnos de tu pierna.

No respondo, no tengo fuerzas para hacerlo.

-Descansa, mi amor. Mami está aquí.- el tacto de la mano de mamá en mi frente es lo último que siento antes de cerrar los ojos.

¿Dónde está mi familia?

***

-¡Es sólo un niño!- ¿Por qué mi mami grita así?

-Ese niño es nuestro hijo, y quieras o no está encadenado a nuestro pasado- papá gruñe, bajando la cabeza para mirarla.

-Nos mudamos aquí para alejarlo de todo eso. No sólo para protegerlo, sino para no perderlo.

-Lo entiendo, ¿bien?- está fastidiado- pero tiene derecho a conocerlo...

-¡Ese hombre no se acercará a mi hijo!- su rostro queda a centímetros del suyo- Ese demente no es parte de nuestra familia.

Siento que el aire se vuelve más intenso por lo que salgo de mi escondite y corro a mi habitación. No debo escuchar conversaciones ajenas.


Un vip incesante provoca que me sobe la cabeza. La luz del hospital nuevamente me recibe. Tengo dolor, pero no tan intenso como el de antes. Mi habitación se encuentra vacía, yo en cama con la bata de hospital y vendas por doquier.

Me incorporo con extremo cuidado, en especial por mi pierna herida. El recuerdo de mi persona apuntando con esa arma hacia mi primo, listo para disparar, me hace tragar grueso. Jamás creí ni por un segundo que alguna vez nos encontraríamos en esa situación. ¿Cuál era el objetivo de nuestro secuestrador? ¿Que realmente nos disparáramos en el pecho y uno de los dos muriera?

¿Jugar con nosotros de esa forma?

Después del disparo el llanto de Amber y Megan cesaron de repente. Entendí que habían cortado la comunicación así que hasta el momento no tengo ni idea de lo que les pudo haber pasado a ellas. Cumplimos con lo pedido, apreté el gatillo. ¿Pero ellas se encuentran bien? Es la gran pregunta y uno de mis mayores miedos.

Dolls Game (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora