Dolls Game (+18) I COMPLETA I

Capítulo 44- Enredo

CHASE

Si yo estoy que me desmayo, imagínense a Park. Parece una estatua de lo pálido y quieto que se ha quedado.

Ambos nos quedamos viendo a la pelirroja con la boca abierta. Hemos escuchado bien. Se llama Megan Norris.

Pero hay un problema muy grande. Ella no es la Megan Norris que conocemos. Ella no es la novia de Park.

Es pelirroja, y jodidamente parecida a ella, sí. Pero... no es la chica que solemos ver todos los días. Es otra persona.

Es demasiada coincidencia que se llamen de la misma forma y que sean casi iguales... ¿verdad?

La hija de Max termina de quitarse la chaqueta para tomar asiento junto a Sabrina luego de darle un regalo. Miro a mi primo.

-Se llama igual que tu novia.- le digo lo obvio- Y es MUY parecida a tu novia.

-Ya lo he notado.- gruñe, aún mirándola impactado.

La cena continúa pero esta vez, ni Park ni yo aportamos algo a la conversación ya que seguimos en nuestra propia burbuja. Quisiera poder levantarme de mi asiento, posarme al lado de la chica y examinar su rostro para asegurarme de que realmente no se trata de la Megan que conozco. Pero bueno, quedaría un poco raro.

Me ofrezco a ayudar a levantar los platos junto con las Jensen luego de largos minutos comiendo. No quería ser solo un invitado que vino a tragar comida como loco, quería ser un poquito más servicial que eso. Así que gustoso fui asiento por asiento agarrando los cubiertos y restos de comida. Cuando estaba recogiendo el plato de Max, éste me tomó del brazo.

-Después quiero hablar con ustedes.- dice muy serio, a lo que yo solo asiento.

Algo confundido, me alejo y continúo con el trabajo. Voy hacia la cocina para colocar los platos en el lavaplatos junto a los cubiertos y vasos. Savannah, de repente, se encuentra a mi lado.

-Sabrina te aprecia mucho, al parecer.- me dice con una media sonrisa.

Yo asiento, también alzado las comisuras de mis labios- Hemos pasado tiempo juntos últimamente. Podría decirse que somos buenos amigos.

-Me alegra oír eso. Nunca trae a nadie a la casa.

Internamente, me debato entre si hablar o no. Yo soy consciente del porqué del hecho de que su hija no logre hacer muchos amigos, y eso tiene que ver con ella y su reconocimiento internacional. En realidad, se supone que yo ayudaría a Sabrina a hablar con su madre sobre eso pero tal vez sería más fácil si ella lo escucha desde otra perspectiva que no sea la de su propia hija.

-Es una celebridad, señora Jensen.- comienzo, consiguiendo su atención- Y creo que eso afecta un poco la vida social de Sabrina.

Ella frunce el ceño- ¿En serio? ¿Por qué lo dices?

-Cuando la conocí, ella estaba sola en la biblioteca de su universidad. Me preguntaba cómo es que una chica tan simpática como ella podría pasar su tiempo estando sola. Hasta que entendí que sus compañeros la excluían por su familia.

Aquello parece afectarla porque se ha quedado estática, con el trapo entre sus manos a punto de resbalarse. Espero no haber sonado acusatorio, sino más bien comprensivo. El punto de esto es que ambas puedan entenderse la una a la otra.

-Oh dios. No creí que eso afectara a Sabrina.- lleva una mano a su pecho- Soy la peor.

-No crea que Sabrina le echa la culpa de algo- me apresuro a aclarar- pero es algo tímida para hablar.

-Sí, es algo que heredó de su padre.- ríe- Gracias por decírmelo, eres realmente muy amable y atento, por lo que se ve- comparto su sonrisa- Eres igual a una persona que conocí hace mucho tiempo.