Capítulo 51- ¿Te gusta jugar?

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Hace 23 años atrás...

CAMERON

Mis pequeños brazos me duelen, probablemente por las sogas que me mantenían tendido como un muñeco de plástico. Estoy hambriento, las personas que me llevaron a ese lugar apenas me alimentaban.

Todo había sucedido muy rápido. Un grupo de hombres llegó a casa para tomar a mamá a la fuerza y llevársela a una especie de furgoneta negra. Luego llegó mi turno y sentí el segundo miedo más grande de mi vida.

El primero lo experimenté cuando me dijeron que mi hermana mayor... ya no iba a volver. Que Kimi estaba muerta.

Los policías nos habían anunciado que encontraron mucha de su sangre y que, si bien continuaban con su búsqueda y la de Jenna y Angus, no teníamos que tener esperanzas. Que la base de datos no mentía y que su cuerpo probablemente no haya aguantado tanta pérdida de sangre.

Esa noche lloré en los brazos de mamá, con un dolor punzante en mi pecho por perder a la persona que me hacía sonreír todas las mañanas, la que me buscaba en la escuela, la que peleaba conmigo por la última porción de pastel. La que me protegía de todos. La mejor hermana del mundo.

Sin embargo, yo nunca perdí las esperanzas, me negaba a hacerlo. Todos los días, visitaba su habitación y permanecía allí esperándola en la puerta, para que me arrojara su zapato de tacón exigiendo que me marchara de su cuarto y respetara su privacidad. Pero tal momento nunca llegaba y era algo me rompía cada vez más.

Con el pasar de los meses, tuve que acostumbrarme a su ausencia, pero siendo sincero nunca lo logré. Porque ella y yo siempre fuimos un equipo y odiaba la idea de que eso se acabara. Odiaba que me quitaran la oportunidad de volver a ver sus hermosos ojos verdes brillando bajo la luz de la luna y su larga melena rubia danzando en el aire. Todo sucedió de un día para el otro, no era justo. ¿Primero mi padre nos deja... y ahora ella?

Fue un día que desperté en un lugar completamente oscuro y tenebroso, rodeado de otras personas mayores que yo, situadas en mí misma posición. Permanecí así, atado en las manos y tobillos, durante muchos días, orinándome en los pantalones del miedo y la inseguridad. Por mis adentros rogaba que esos hombres que nos trajeron no le hubiesen hecho nada a mi mamá.

Y entonces llegó un día en el que otras personas arrastraban dos cuerpos inocentes a través de la inmensa sala, unos que reconocí al instante. A ambas chicas las colocaron en vitrinas especiales y las dejaron allí hasta que finalmente despertaron. Sí, eran ellas. Mi hermana y su mejor amiga.

Me sentía demasiado débil para gritarle a Kim y llamar su atención, por mucho que quería hacerlo, se me dificultaba. pero por lo menos respiré un poco más tranquilo al saber que ella estaba a unos pocos pasos de mi. Ella realmente estaba viva, solo me habían mentido. ¿Pero por qué?

Finalmente, ella alzó la cabeza horas después y cuando mis ojos se conectaron con los suyos, sonreí como nunca lo había hecho. Ella lloró al verme en esa situación. Como dije, estaba débil como para devolver el gesto, pero lo importante es que ella y yo pronto volveríamos a estar juntos y que ya nada ni nadie nos separaría.

Pasaron varios días donde, tanto a ella como a Jenna, se las llevaban para vaya a saber qué. Dos hombres, uno rubio y otro pelinegro, las visitaban a diario y las besaban como si fueran sus novios, como si fueran sus pertenencias. Bailaban Jazz, como si lo que estuviera alrededor no existiera. Y lo peor de todo... parecían satisfechos.

Dejé de temblar el día que sentí el tacto de Jenna luego de tanto tiempo. Es una niña preciosa de la que me enamoré desde que tengo memoria. Siempre estuvo al lado de Kim y fue inevitable poner los ojos en ella. Pero siempre me repetía que yo era muy joven para ella.

Dolls Game (+18) I COMPLETA IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora