Dolls Game (+18) I COMPLETA I

Capítulo 11- Adrenalina

PARK

Después de dejar a Jodie en su cita, me alejé en mi patineta para dirigirme hacia la dirección del mensaje que recibí. Siento mi sangre hervir a medida que avanzo por la acera con las ruedas debajo de mi. Mi cabeza solo puede pensar en el riesgo en el que me estoy metiendo, pero no tengo opción, no si quiero que todo se mantenga en su lugar y continuar con mi vida.

Llego a la casa de Megan y me quedo contemplándola unos minutos. Las luces están prendidas, incluida la de su dormitorio, el cual puedo observar cuando me introduzco en su patio al saltar la entrada. Esto no es nuevo, cuando solía juntarme con ella, subía por aquí para pasar tiempo juntos cuando sus padres no estaban en casa. Tiene una escalera de trabajo que reposa allí y me permite meterme por su balcón. A Megan le encanta jugar juegos de mesa y a las cartas, y aunque no fuera mi actividad favorita, pasar horas sentado allí, con ella sonriendo como nunca, era más que suficiente para mi.

Pero la perdí. Y ahora pago las consecuencias.

Megan no se queda en la residencia femenina de la universidad, pues, al igual que muchos estudiantes de Blackwood, pues no tienen la necesidad ya que tienen una casa propia en la ciudad. Mi hermana, mis primos y yo, en cambio, nos cambiamos de país para tener la oportunidad de estudiar aquí y fue un lujo que la universidad ofreciera tal hospedaje. No es gratis, ni lo más cómodo del mundo, pero es mejor que pagar el doble en un departamento.

Saco mi teléfono cuando recibo un mensaje:

DESCONOCIDO 22:44 PM

-Convéncela de ir de nuevo a Random Bay.

Aprieto los puños. Esta persona no solo sabe lo que le he hecho a Megan, sino que quiere que lo repita.

Sin titubear, subo los escalones de la escalera pasando mis manos por los pequeños barrotes de metal que se encuentran fríos debido al clima de hoy. Llego al vidrio y asomo la cabeza de a poco para mirar adentro. Pero en cuanto lo hago, me quedo paralizado.

Megan se encuentra sobre su cama, con su cuerpo desnudo sobre las sábanas, su cabello rojo resbalando sobre sus hombros y pechos, mientras sostiene su teléfono y lo mira a la vez que su mano se encarga de tocar su pequeño coño.

Mi respiración se vuelve pesada y me esfuerzo por apartar la mirada. Esta es su intimidad y ya estoy cometiendo un error al venir aquí. Sin embargo, mi polla no tarda en ponerse dura al oír sus gemidos salir de su hermosa boca rosada. Cierro los ojos con fuerza antes de dar tres toquidos al vidrio.

Como era de esperarse, Megan se sobresalta y pega un grito mirando en mi dirección. Agarra las sábanas y se cubre mientras me fulmina con la mirada como nunca lo ha hecho. Ella y yo no éramos de pelear mucho, lo que teníamos era simple y especial, sin complicaciones. Joder... ¿Cómo pude ser tan cabrón?

-¡Park!- grita en cuanto se asoma con la sábana blanca cayendo sobre su piel. Abre la ventana y me da una bofetada- ¡¿Qué mierda?!

-Perdóname. No era mi intención...- carraspeo- interrumpirte.

-Te dije que no volvieras aquí.

-Necesito que hablemos, joder. Por favor.- ruego.

-Ya no me interesa nada contigo, Park.

Claramente no puedo culparla, me merezco más que una bofetada, me merezco una maldita paliza de su parte. Sin embargo, no significa que no haya recibido mi castigo. Ella me ha dado el peor de todos. Se ha alejado de mí.

La chica, además, sabe cómo provocar. Hablaba demasiado cerca de otros chicos en frente de mí, los abrazaba, les coqueteaba, haciendo que mis puños se cerraran. Si hay algo que heredé de mi padre, además del mal humor, son los malditos celos. Son incontrolables y duros. Hasta pueden llegar a jugar en contra de ti.