Maraton 2/3
Las siguientes semanas fueron monótonas; me despertaban con gritos por tener cerrada con llave la habitación, me obligaban a hacer todas las tareas de la casa, hacer la compra, lavar y tender la ropa, hacer la comida...para cuando llegaba la tarde solo quería dormir pero mis hijos requerían de mi completa atención. Aunque poco a poco ellos ya dormían más seguido asique eso me ayudaba.
Cuando me di cuenta había pasado casi dos meses del nacimiento y ello conllevaba casi un mes sin haber ido a visitar a Angel. Apenas tenía tiempo de descansar, asique no tenía fuerzas de salir, aunque Kian siempre se aseguraba que saliera aunque fuera al jardín trasero.
Uno de los días, Kian paso a verme después de que mis padres se fueran de nuevo a trabajar después de comer, asique mientras yo limpiaba los platos sucios lo deje con los niños en el jardín.
- Que mierdas hace el aquí? Y porque mierdas no estas cuidando de tus hijos?- entro mi hermano como un caballo desbocado a la cocina.
- Y tu porque decides ni siquiera hablarme?- le dije sin mirarlo, estaba harta de sus actitudes.
- Porque son mis sobrinos y no quiero que anden con él y además tú fuiste quien me dijo todo aquello de que no te despegarías de ellos y mil mierdas más. Alison eres increíble!
Salió después de decir eso y yo me que ahí, parada mientras que el agua seguía corriendo por el fregadero. Escuche la puerta que daba al jardín, sabía que Kian había escuchado todo eso y no me gustaba nada, él se estaba portando bien conmigo y los niños. Nunca le importaba que tuviera que estar con ellos, no le importaban los lloros ni cuando no podía prestarle atención porque intentaba calmarlos, pero el estúpido de mi hermano no se daba cuenta, solo se acordaba de la dichosa fiesta que ya había pasado hace meses y de lo que le dije cuando me llevo al cementerio y le grite todo aquello.
- Sera mejor que me vaya, no quiero causarte más problemas.
- No! Tú de aquí no te vas, me da igual lo que el estúpido de mi hermano me diga, es mi vida, son mis hijos y yo decido con quien y cuando puede estar.
Volvimos a mi habitación y dejamos la puerta entre abierta por si mis padres volvían no pensaran cosas raras, ya lo último que necesitaba era que me echaran en cara que me acostaba con el primo de mi difunto novio.
- Venga, porque no te vienes este viernes con los chicos y conmigo a pasarla bien? Hace meses que lo único que haces es estar encerrada en casa.
- Bueno es lo que una madre hace. Además te recuerdo como les dije a mis padres que no necesitaba su ayuda y ahora apenas pasan tiempo con los niños mientras yo tengo que hacer algo en la casa?
- Pues les diré yo, me da igual, les diré a mis tíos, ellos seguro se ponen felices porque por fin su habitación se estrenara.- puso su mejor sonrisa para intentar convencerme.
- Pero...- noto como poco a poco me estaba convenciendo.
- Venga, luego cuando vuelva a casa les digo, seguro ellos no ponen ningún impedimento.
Después de eso no se habló de aquel tema más. Cuando mis padres volvieron baje a saludarlos y decirles que Kian se encontraba aun en casa, no pusieron muy buena cara pero parecía que se acostumbraban a verlo más a menudo por allí.
- Alison, ustedes dos, están juntos?- pregunto mi madre con cara de preocupación.
- Que?! No...ay no mama por dios! Es el primo de Angel! Como se te pudo pasar por la cabeza?
Sabía que eso podría pasárseles por la cabeza aunque nunca les haya dado razones para hacerlo, solo venia y pasábamos tiempo juntos en el jardín o en la habitación con los niños o me sacaba a pasear con los pequeños para que estos se calmaran, ya que sabía que por falta de fuerzas no podía alejarme mucho de mi casa.
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El dolor con amor se cura ©
RomanceAlison, una joven que está en último curso del instituto, atraviesa una mala etapa después de que su novio Ángel, con el cual había estado casi toda su vida sufriera un trágico accidente de coche después de discutir con ella y falleciera. Ella cree...