Epílogo

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16 años después...

Ayer Damon y Mary hubieran cumplido la mayoría de edad y eso hizo que como todos los cumpleaños me derrumbara y me quedara todo el día en la cama mientras Nick cuidaba de mí.

Unos meses después de llegar a Florencia tuvimos nuestra primera cita y después acabamos saliendo juntos. Un par de años más tarde nos casamos y estamos muy felices juntos. Su familia me acepto desde el primer segundo que llegue y fueron todos muy amables conmigo. Una vez formalizada la relación decidí en una reunión contarles el motivo de mi viaje hasta aquí y se sorprendieron de cómo había conseguido llevarlo todo aun siendo tan joven, pero si yo no era fuerte por mí, nadie lo seria.

Nick es oficial de la policía de Florencia y aunque tenga mucho trabajo siempre se queda en casa cuando cumplen los niños años.

Kian durante estos años, al igual que yo, no había recaído ni una sola vez gracias a estar de ayudante en el centro, y gracias a trabajar allí con los jóvenes conoció a la que ahora es su mujer, Marisa, con la que tienen una hermosa bebe llamada María.

Mi hermano Bryan se casó hace unos años y obviamente fui a la boda ya que haciendo una excepción, mi madre dejo que yo lo llevara al altar y ahora, su mujer y es esperan dos niños.

Mis padres seguían felizmente casados aunque ya no fueran cercanos a los Durant, ya que no dijeron cosas muy bonitas de mí cuando me fui., seguían teniendo una mínima relación por el tema de los niños. Y de los Durant nada se al igual que de Ángel, y de estos primeros, nada me importa saber.

Mis padres me mandaban sobres todos los meses donde venían fotos de los niños, que los secuestradores enviaban de ellos sujetando un periódico para que se viera la fecha para saber que aún seguían vivos. La verdad que cada vez que recibía esos sobres mi felicidad al saber que aún seguían vivos era enorme pero a la vez dolía porque no los tenía a mi lado.

Me encontraba sentada en la cocina con mi suegra y mi nana, la que era abuela de Nick, pero siempre me dijo que la llamara así. Estábamos preparando la comida para los hombres de la familia cuando llegan de trabajar que no sería dentro de mucho.

- Niña llego un paquete para ti.- dijo mi nana.

Cogí el paquete pensando que sería de mis padres, ya que solían enviarme cosas cuando me enviaban las fotos. Mire quien enviaba el paquete y me sorprendió ver aquellos nombres en el paquete. No venia ninguna dirección, solo sus nombres; Mary Durant Miller y Damon Durant Miller.

Aquello debía de ser alguna broma pesada porque mis hijos no podrían estar enviándome nada, si ellos supieran donde vivía seguro ya hubieran venido conmigo, hubieran buscado la manera de hacerlo.

- Disculpad, necesito ir a casa a abrir el paquete.- dije y salí corriendo de allí.

Cuando llegue fui a la cocina y quite la cinta que cerraba la caja con manos temblorosas. Al abrir la caja vi que había dos pequeños sobres dentro de esta y cada uno tenía un número, supongo que para que los abriera en aquel orden asique abrí el primer sobre y me encontré con un CD donde ponía la palabra video asique lo puse en el reproductor de DVD y le di al play.

Mirándome fijamente desde la pantalla tenia aquellas dos miradas que tanto reconocía por las fotos, aquellos en la televisión eran mis hijos, sonrientes y sin ningún golpe aparente.

- Hola mama. Soy Mary por si no me reconoces aunque seguro los abuelos te enviaban las fotos que nos sacaban con los periódicos. El caso es que queríamos hacerte llegar esto el día de nuestra mayoría de edad porque es una fecha importe para los tres.- dijo Mary.

- No te preocupes por nosotros mama, estamos bien. Papa no deja que nos hagan daño. Él está aquí con nosotros, lleva aquí casi casi desde que nos separaron de ti porque así no nos hacen daño. Nos retienen para que papa no pueda huir sabiendo que le importamos demasiado porque somos sus hijos y somos lo único que tiene que tenga que ver contigo, él te sigue queriendo mama.

El dolor con amor se cura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora