Capítulo 23

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Habían pasado al menos dos meses desde que había visto por última vez a mi hermano y a mis padres. Estos últimos habían venido a estar con los niños aunque siempre venia Kian o sus tíos a preguntar primero si podían estar con ellos o si alguna de las veces se los podían llevar, a lo que yo accedía, pero siempre intentaban que hablara con ellos, aunque fuera con mi madre, pero no estaba dispuesta a hacerlo, me había ido de esa casa para no discutir y si hablaba con ellos, seria de todo menos una conversación civilizada.

Siempre que podía, me escapaba a la habitación de Kian para hablar con él o simplemente para estar con él, me hacía sentir cómoda y a la vez protegida y cada momento que estaba con él, veía más y más diferencias con Angel. Al principio de conocerlo me parecían como dos gotas de agua, pero ahora son como el agua y el aceite, aunque siguen teniendo muchas similitudes.

Una de las noche, mis padres se llevaron a los niños, Kelly se fue con Bryan a casa a dormir y los tíos de este se fueron de fin de semana, lo que nos dejaba a Kian y a mi solos.

- Que te apetece hacer?- dijo sentándose a mi lado en la mesa de la cocina.

- Umm...la verdad no sé, sino tengo a los niños, que tal si salimos un rato? Hace siglos que no lo hago y como mis padres tendrán a los niños hasta el domingo. Que te parece?

- Alison Miller diciendo para salir un viernes noche? Acaso estas enferma?- dijo carcajeándose mientras acercaba una mano a mi frente.

- Acaso no era lo que estabas esperando que dijera? Además sé que llevas rechazando fiestas los viernes por quedarte conmigo asique este viernes no voy a dejar que los rechaces. Vamos, estamos un rato y después volvemos vale?

Kian había estado esperándome pacientemente un buen rato en el sofá mientras me gritaba que necesitaba darme prisa si quería llegar antes de que llegara el lunes.

- Puedes cerrar la boca? Te van a entrar moscas.- dije pasando por delante suyo cerrando su boca y abriendo la puerta- Nos vamos?

Sonrió y cerró la puerta tras él. Nos montamos en su moto, ya que sus tíos se llevaron el coche que él solía utilizar ya que el de ellos estaba en el taller.

Un buen rato después llegamos a una discoteca que estaba repleta y aun había gente esperando a que les dejaran entrar.

- Antes de siquiera poder entrar ya la habrán cerrado Kian.

Saco su teléfono y llamo a alguien.

- Necesito que me metas, estoy fuera, o si no les dices a los gorilas de la entrada que nos dejen entrar.- silencio- Si, somos dos.

Unos segundos después, alguien salió de la discoteca y se dirigió a nosotros. Kian y él se fundieron en un gran abrazo como si no se hubieran visto en años y después este me miro ya que no me conocía.

- Ah sí, James, esta es Alison. Alison, este es uno de los idiotas a los que he estado dejando colgado como decías, James.

Nos saludamos dándonos un par de besos en las mejillas y nos adentramos con el sin tener que pagar entrada, tenía que ser hijo del jefe o alguien importante para que no tuviéramos que pagar por entrar.

Note como Kian pasaba su brazo por mi cintura ya que había mucha gente, no me gustaría perderme y quedarme sola en este enorme sitio rodeada de desconocidos que no me inspiraban mucha confianza.

Nos fuimos a un reservado donde estaban un grupo de personas, y tal como saludaron a Kian parecían ser el resto de sus amigos. Después de presentarme me trajeron algo de beber, esa noche seria como una joven más, aun sabiendo que mis hijos estaban con sus abuelos. Necesitaba desconectar.

El dolor con amor se cura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora