Capítulo 37

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Días después de mi cumpleaños, Jonah me recordó que tenía que comenzar a y que por una persona que había cogido la tendría que trabajar más tiempo, lo que no me desagrado, al contrario; tendría más tiempo ocupada y menos tiempo para poder pensar en las cosas que me estaban pasando.

En el pueblo todos sabían de la vuelta de Ángel y todos se sorprendieron. Había muchos rumores de que había pasado, uno de ellos que se enteró de que estaba embarazada y me abandono uno era más absurdo que el anterior.

El trabajo me iba genial, pero apenas pasaba tiempo en casa y eso significaba no ver a mis pequeños y pasar tiempo con ellos. Raramente los veía despiertos porque cuando estaba despierta alguien había venido a por ellos o si ellos estaban despiertos yo estaba trabajando, pero serian unas semanas las que pasaría trabajando así, hasta que la persona que estaba de baja volviera al trabajo.

Meredith me estaba agradeciendo todos los días el que aceptara trabajar tanto, sabiendo que tenía dos hijos, después lo de Ángel y que acababa de empezar, pero lo tome como un reto el ser capaz de aguantar todo aquello.

Mi cara cuando vi mi primer salario fue de foto. No creía que podía llegar a ganar tanto en un mes. El restaurante era de buena categoría pero cuando me dijo lo que cobraría, cuando empecé con las horas extras, no me pare a pensar el que pudiera acabar con tanto en mi cuenta, y eso me hizo sonríeme orgullosa. Tenía decidido que parte de mi primer sueldo se lo daría a mi madre por tantos gastos que ha tenido de los niños durante este tiempo, aunque no fuera a cubrir ni el 10% de lo que había gastado.

...

Me sorprendí a mí misma llamando a Ángel para quedar y hablar las cosas, porque había pasado un mes su regreso y aun no habíamos intercambiado palabra desde mi fiesta.

- Kian, sé que no tengo el derecho de pedirte nada pero...

- Siempre pedirme lo que quieras Ali, que tengamos que hablar un par de cosas no significa que seamos enemigos o algo por el estilo.- dijo con una sonrisa en su cara.- Por cierto, que necesitas?

- Es que voy a hablar con Ángel y me preguntaba si me dejarías las llaves de la casa donde siempre íbamos. Necesito un lugar donde estemos solos porque de seguro acabemos gritándonos.

El me tendió las llaves y me dijo que para cualquier cosa que le llamara, lo que agradecí muchísimo. El que mi hermano y él se estuvieran comportando de la manera que lo estaban haciendo sabiendo lo perra que había sido todo este último tiempo me pensar si realmente merecía a todas las personas que tenía a mí al rededor.

Antes de irme le dije a Kian si se podía quedar con los niños y este acepto encantado.

- Por cierto Ali. Sé que las cosas pueden ponerse feas allí; si fuera así por llámame que iré y si necesitas romper algo hazlo, no hay mucho pero tampoco es que me importe que rompas algo si lo necesitas.

Claro, mis ataques de ira, seguramente hoy tendría alguno si las cosas se iban por el camino equivocado. Le di un abrazo y después me despedí de él mientras que tenía a Ángel esperando en el asiento del copiloto del coche de mi padre.

Nos saludamos cordialmente y puse rumbo a la casa, donde no sabía cómo irían los acontecimientos.

Nadie hablo durante el corto y lo agradecí, no sabía ni que le diría. Tendría que disculparme por mi actitud con el también aun sabiendo que sus padres habían hablado con él.

Cuando llegamos nos sentamos uno enfrente del otro y nos quedamos mirándonos mientras que todos los recuerdos venían a mí como si fuera ayer y me decían que él había muerto, y yo solo me fui a mi habitación y llore, llore como nunca antes y me sentía rota. Todo aquel mes que pase encerrada en mi habitación sin tener nadie, teniendo a todos preocupados por mi salud mental y física. Mientras que todos aquellos recuerdos venían a mi mente mientras mis ojos se aguaban una vez más y sin poder remediarlo estaba llorando otra vez sin poder evitarlo.

Ángel seguía mirándome mientras esperaba a que dijera algo pero mi boca estaba seca.

- Princesa por , di algo.- dijo Ángel en un susurro mirándome.

Negué con la cabeza. No podía decir nada, aún no estaba preparada para conversación, pero yo fui quien quise tenerla asique quisiera o no tenía que acabar con esto de raíz.

- Si no quieres hablar haz algo por favor, grita, llora, golpéame. Solo haz algo.

Estaba frente a mi arrodillado con sus manos en mis rodillas. Me levante de repente y este hizo lo mismo.

- Te odio por dejarme!- grite golpeando con mis puños su pecho y llorando como una niña.

Él se debajo golpear mientras que yo le gritaba todas las veces que había sola y había llorado por su muerte. Acabe abrazado a él, con mi cara en su cuello mientras seguía llorando.

No sé cuándo el llanto paro y la ira me cegó. Lo aparte de mi de un empujón y el vio en mis ojos la ira, sus ojos me pedían que no lo hiciera, pero estaba cegada.

Volví a gritar, más alto que antes, pero era lo que necesitaba. Empecé a romper cosas, cogía platos, vasos; todo lo que se encontrara a mi alcance que pudiera hacerse añicos como lo estaba yo por dentro.

Después de acabar rompiendo media vajilla le dije que me dejara sola y me dejo y ahí fue cuando me encerré en una de las y llame a Kian para que viniera a por mí. No soportaba la idea de estar encerrada más en aquellas cuatro paredes con Ángel, me estaba haciendo mucho daño. Lo seguía queriendo pero el ya no era mi Ángel, él había cambiado y yo también, me sentía atraída por su hermano.

No sabía cómo podía sentirme así, amaba a mi antiguo novio pero él había muerto y ahora quien se encontraba en su lugar, sentía que era un extraño para mí; pero por otra parte, me sentía atraída por quien era su hermano, quien paso todo lo que el no hizo conmigo, mi tristeza, mis locuras, mi embarazo, el parto, los peores días de mi vida cuando mi casa era un infierno.

Me sentía horrible conmigo misma por tener esos sentimientos por dos personas, que eran hermanos.

El timbre se escuchó y yo me paralice por varios segundos.

- Ali?- escuche a Kian que me llamaba.

Salí corriendo de la y frente a mí a los pies de las escaleras se encontraban los dos. Los dos juntos, mirándome fijamente.

Tras unos segundos baje corriendo las escaleras y pasando de largo abrace a Kian que me pego a él como siempre lo .

- Alison por .- escuche decir a Ángel.

Kian y yo nos separamos pero aún estaba junto a él. Ángel nos miraba con dolor en los ojos y eso me estaba rompiendo más de lo que ya estaba.

- Ángel no hagas esto.- dijo Kian- No sé porque ha decidido hacerlo pero no está preparada. Un día me dijiste que la protegiera y ahora la estas dañando y no permitirlo.

De un segundo a otro los dos se tensaron y el ambiente se cargó. Mi llanto paro de un segundo a otro cuando los dos se pusieron a discutir echándose en cara cosas que no entendía.

- Parad por .- dije en un susurro casi inaudible.

Un silencio invadió la casa y segundo después salía de la casa arrastrando a Kian conmigo.

- Lo siento.- susurre mirando a Ángel.- Te dejo las llaves de mi coche para que vuelvas a casa.

aparto la mirada cuando se lo dije y aunque quería quedarme y abrazarlo no lo hice. Este día estaba yendo peor de lo que había planeado y estaba de bajón total. Kian me miro preguntando a donde quería ir, pero no necesito palabras para comunicarse conmigo.

- Lejos por favor.

Apoye mi cabeza en el cristal mientras una música me relajaba y que me perdiera en mis propios pensamientos.

El dolor con amor se cura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora