Unos meses más tarde...
Hacia unos días que le habían concedido el traslado a Italia a Nick. Nada más saber la noticia los dos no pusimos en busca de un vuelo hacia Florencia, donde su familia vivía.
- Mama! Papa! Bryan!- grite desde la planta baja.
Estos bajaron rápidamente al escucharme y mi madre corrió a abrazarme haciendo que casi cayera al suelo.
- Mi niña, por favor no te vayas.
- Mama de verdad, tengo que irme, volveré te lo prometo, pero ahora mismo todos los recuerdos me están haciendo mucho mal y es una necesidad la que tengo de alejarme de aquí. Nick me cuidara y cualquier cosa nueva del caso a él le llegara y me lo hará saber y si se sabe algo de los niños o los recuperan yo volveré en el primer avión.
Después de unos largos minutos de despedida con mi padre y mi hermano un claxon se escuchó desde el otro lado de la puerta mientras que mi madre aun me seguía insistiendo en que me quedara pero seguía negándome rotundamente.
Salí después de muchas lágrimas de la casa y me dirigí al coche donde pacientemente me esperaba Nick, este me saludo como siempre y pusimos rumbo al hotel donde se estaba hospedando Kian durante un tiempo. Mi familia no sabía que iría a visitarlo porque estaba segura que me dirían que no fuera y hubieran hecho lo posible por haberme llevado ellos al aeropuerto para no verlo y tenía que cumplir lo que había prometido.
Cuando llegamos al hotel Nick me acompaño hasta la recepción y se quedó ahí para darme mi privacidad con Kian. Subí al piso donde este se encontraba y esperaba que estuviera porque no me gustaría tener que irme sin despedirme. Toque la puerta y escuche un voy desde el otro lado esta asique espere hasta que la puerta se abrió, dejándome ver a un Kian recién salido de la ducha, con su pelo chorreando y una toalla enrollada en su cintura.
- Pasa por favor.- dijo este apartándose de la puerta.- vuelvo en unos segundos.
Y dicho esto desapareció de la habitación. Sabía que no lo encontraría pero mire hacia todos los rincones buscando alguna bolsa de aquello que había hundido nuestras vidas pero no encontré nada, lo que me alegro.
- Te vas verdad?- pregunto pillándome por sorpresa.
Me gire y asentí sin poder decir palabra alguna, no sabía que decir para que este momento no fuera tan duro para mí y creo que para el también.
- Prometo llamarte cuando llegue para que sepas cual será mi número y mantenernos en contacto. Y prométeme que nunca volverás a caer y llamarme a cualquier hora si necesitas hablar sobre ello o sientes que caerás, no poder estar aquí pero hare mi mayor esfuerzo para ser tu colchón.
- Y yo prometo que si me entero de que si algún italianito te hace algún daño le romperé la cara aunque sea lo último que haga. Te diría que te quedaras pero me apuesto a que tus padres y hermano te lo han dicho lo suficiente como para que si alguien más te lo dijera te quedaras verdad?
Asentí dándole la razón y esperaba que no dijera aquellas palabras porque de verdad que dejaba todo y me quedaba aquí, por mucho que doliera. Solo con aquellas palabras saliendo de su boca y dejaría plantado a Nick para irse a Italia solo.
- Pero no lo diré porque sé que sufres estando aquí aunque a mí me vaya a doler no tenerte cerca. Cuídate si?
Y me estrujo entre sus brazos sabiendo que sería la última vez que nos veríamos en un largo tiempo. Cuando sus brazos abandonaron mi espalda se fueron a mis mejillas agarrándolas y acercando nuestros rostros hasta que nuestros labios se juntaron por unos cortos segundos y las lágrimas empezaban a caer sin control.
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El dolor con amor se cura ©
RomanceAlison, una joven que está en último curso del instituto, atraviesa una mala etapa después de que su novio Ángel, con el cual había estado casi toda su vida sufriera un trágico accidente de coche después de discutir con ella y falleciera. Ella cree...