Capítulo 22

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Desperté cómodamente en la cama, pero no estaba sola, Kian dormía a mi lado o más bien me miraba mientras yo dormía, y cuando abrí mis ojos y lo vi mirándome, una gran sonrisa apareció en su rostro.

- Buenos días...Ali.

- Buenos días Kian.- mire a la cuna y vi a Mary moviéndose.

Me tranquilizo diciendo que no hacía mucho había tomado su biberón así que estaría a nada de dormirse. Tendría una mañana relajada o al menos eso esperaba.

Después me estire y baje a la cocina, donde nadie se encontraba, mire el reloj y vi que era medio día ya y no pude reprimir el pegar un grito de lo tarde que era.

- Que ha pasado?!- bajo rápidamente las escaleras y se puso a mi lado.

- Lo siento, es que es muy tarde. Deberías de haberme despertado antes Kian.

- Necesitabas descansar y a mí no me importo ocuparme de ellos, es más, me gusto.

Después de ese pequeño lapso, decidí que nos pondríamos a preparar algo de comida ya que hasta la tarde nadie volvería asique como mujer que no se cuida nada a la hora de comer y no cuenta las calorías de la comida, preparamos una enorme pizza que seguro sobraría para cenar y todo.

El día paso entre risas y lloros de los niños cuando se despertaban para comer. Estábamos viendo una película de miedo a petición mía, aunque sabía que acabaría llorando del miedo, cuando alguien llego a la casa. Rápidamente pausamos la película y nos giramos para ver quien había llegado y cuál fue mi sorpresa al ver a Kelly con mi hermano. Al segundo me tense y note como Kian agarraba fuertemente mi mano para mostrarme que estaba ahí conmigo. Todos nos quedamos en silencio mientras que mi hermano y yo nos mirábamos a los ojos, yo lo miraba con rabia y el a mí, no sé cómo me miraba porque sabía esconder sus sentimientos muy bien.

- Ali yo...

Antes de que dijera nada las lágrimas volvieron a caer por mi cara y salí corriendo de la sala pegándole un empujón para que se apartara de mi camino.

- Pero qué demonios te pasa!- escuche que grito mi hermano mientras subía las escaleras.

Kian le dijo algo que no llegue a escuchar porque sabía que la sangre correría en esa casa en pocos segundos.

- Acaso ya has conseguido meterla en tu cama Kian? Te utiliza, solo te quiere a su lado para pensar que su novio, padre de sus hijos aún sigue a su lado.

No podía escuchar eso, me daba igual que la hija de los dueños fuera la novia de él, lo iba a sacar a patadas de esa casa aunque fuera lo último que hiciera en esta vida.

- Pero tú de que vas? Tendrías que lavarte la boca con millones de productos de limpieza antes de siquiera pensar en nombrarlo! No tienes ni idea de nada y si lo supieras no dirías tantas estupideces, idiota!

- Perdona? Acaso me estás diciendo que no te lo estas tirando? Acaso no eres su pequeña zor...- le di un tortazo en toda la cara que no se ni de donde salieron las fuerzas.

Lo agarre de la camiseta que llevaba mientras que aún estaba aturdido y lo saque de la casa cerrando la puerta detrás de mí. Como pudo si quiera insinuar eso? Estaba loco verdad?

Mi cabeza empezaba a dar vueltas en ese instante y escuchaba voces a lo lejos pero no lograba distinguir quien era o lo que me decían, mi vista se nublo y todo se volvió negro.

Lo siguiente que recuerdo es estar en el sofá de la casa, sentada en las piernas de Kian que me agarraba con fuerza mientras apoyaba mi cabeza en su pecho y Kelly, la notaba hablando con alguien lejos de la sala.

Cuando me moví un poco, levante la cabeza un poco para ver como los ojos de este se clavaban en mí, en sus ojos se veía que estaba algo preocupado.

- Me tenías preocupado, hora de descansar.- dijo levantándose del sofá- Kelly me llevo a Ali a la cama, acaba de despertar.

Intente levantarme pero él me lo impidió y se levantó del sofá aun teniéndome en sus brazos. Sabía que me sería imposible deshacerme de él después de lo que me suponía que había pasado, me había desmayado. Salimos de la sala y vi que Kelly salía de la cocina, con mi hermano.

Su mirada ahora era de culpabilidad, pero aun así no le iba a permitir el que me viera así asique como pude me solté de los brazos de Kian y me puse de pie, y note como mis pies fallaban y me iba al suelo. Genial! Ahora mi hermano se reiría en mi cara por haber cometido semejante estupidez.

- Ali, deja que te lleven a la habitación.- dijo mi hermano algo preocupado.

- Acaso, acaso alguien te dijo que opinaras? Fuera de mi maldita vista Bryan!

Y como pude me solté del agarre de Kian, quien sujeto mi brazo con cuidado para que no me volviera a caer, pero saque fuerzas de donde no tenía y salir corriendo a la habitación.

Cuando llegue a la habitación de los niños cerré la puerta, los cogí y me tumbe con ellos en la cama mientras los abrazaba y lloraba con ellos a mi lado.

No escuche cuando la puerta de la habitación se cerró pero si note como la cama se hundía, dándole la espalda a quien hubiera venido.

- Quiero estar sola.- dije entre sollozos, que ni yo misma supe como pude decir la frase de seguido.

- Shh, descansa.

Esa voz, la única que me calmaba y que hacía que el dolor doliera menos de lo que hacía cuando me abrazaba.

Estaba harta de sufrir, de ser aquella chica débil que a la mínima que le decían algo salía corriendo de allí y lloraba en su cuarto todas las noches. Tenía que ser fuerte porque había dos personitas que dependían de mí ahora mismo y no podía ser débil, tenía que mantenerme fuerte y luchar.

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El dolor con amor se cura ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora