21

1.4K 66 1
                                    

Ya había terminado de desayunar y justo en ése momento sonó el timbre, me levanté de mi asiento, tomé mi celular y fuí a buscar mi cartera al sillón de la sala.

Le envié un mensaje a Jeimaris avisando que ya iba por ella.

- Dímelo - primera voz.

- ¿Dónde está la señora de está casa? - segunda voz.

- ¿Qué señora cabrón? Respeta - una voz familiar lo regaña

- Métele Jef - dice una cuarta voz y seguido escuché a alguien quejarse.

Escuché pasos a mis espaldas así que guardé mi celular en mi cartera.

- Buenas.

Me giré mirando a 4 caras que ya las conocía pero nunca en persona pero uno en particular llamo más mi atención.

- Hola - sonreí.

- Un placer reina - un chico flaco con trencitas se acerca a mí estrechando su mano pero Lyanno lo detiene.

- Chico quédate quieto - Ly colocó su brazo su brazo sobre sus hombros

Reí.

- Ella es Andrea - Lunay se acerca a mi lado - Andrea ellos son Manuel, Rauw, Alex y Lyanno.

- Hola a todos.

- Bueno ya se pueden ir todos y dejarme a solas con éste bombón - Rauw sonríe coqueto.

- No.. parce - dice el chico llamado Manuel riendo.

- Cabrón Lunay te va a terminar matando si sigues así - le advierte Ly.

- No importa valdrá la pena.

- Bueno ya la conocieron ahora nos vamos - dice Jef.

- Si, también tengo que irme.

- ¿No vienes con nosotros? - preguntó Alex.

- No será así, tengo...

- ¡¿Qué?! Entonces para que dijiste que íbamos a salir con ella - reclamó Rauw - Me acicale para ella, no para tí - por último miró a Lunay.

Reí por lo bajo.

- Y yo cabrón, estoy acicalando muchos coñazos que van especialmente para tí - Lunay lo amenazó.

- Ey, pero bueno vamos que llegamos tardes - hablo Manuel.

- Si a mi también se me hace tardes - me acerque a Jefnier y besé su mejilla - Cálmate, por favor - susurré mirándolo a los ojos y me alejé de él - Chao chicos que se diviertan pero no tanto sin mi - despidiéndome con la mano y me alejé de ellos.

___

- Vamos a comprar donas ¿Te gustan las donas? - miré a Jeimaris a mi lado.

- Si - asiente - ¿Se te antojaron? - preguntó con una sonrisa.

- Es mi momento de excusarme - reí y ella igual entramos al lugar para comprar las donas.

Hicimos nuestro pedido para llevar y cuando varios trabajadores del lugar se dieron cuenta quien era yo y que estaba con la hermana de Lunay, nos pidieron una foto.

- Gracias, eres fantástica y amó todo lo que haces - dice una muchacha de mi mismo tamaño, tes blanca, cabello negro y ojos azules.

- Aww gracias mi amor - sonreí.

- ¿Y el bebé cómo está?

- Bien, gracias a Dios creciendo sanó cada día, bueno - hice una mueca - Ésto no es lo más sano que digamos - señalé las caja con las donas y vários trabajadores rieron.

Juntos 2 .Lunay.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora