Juntos 2 .Lunay.

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ANDREA

2 de Enero de 2019

- ¡¡Ori!! - chille al verla caminar rápido hacia mi.

- Hola - dice emocionada antes de juntarnos en una gran abrazo, como la extrañé.

Después de unos largos segundos después nos separamos, nos miramos y ella hace una mueca.

- No llores - dice y me vuelve abrazar.

- No sé porque que estoy llorando - dije y limpié mis mejillas - Está nueva parte de mi no me gusta - nos separamos.

- Estás muy hormonal, querrás decir. Pero no importa ya estoy acostumbrada a eso gracias a mí hermana - dice sin preocupación y toma su maletas para montarla en el auto.

- Déjeme ayudarla - Miguel se adelanta para tomar la maleta y subirla al auto, mientras que Oriana me mirá con los ojos a la par.

- ¿Y esté papasito quién es? - me susurra sin apartar la mirada de Miguel.

- Mi nuevo guardaespaldas - susurré de igual modo ganándome una aprobación de su parte con el pulgar arriba - Subamos y te cuento luego - la arrastré por brazo porque estaba que se lo cogía con la mirada.

Veinte minutos después ya estábamos en casa, antes de venir pasamos a comprar comida en KFC porque ya pasaban de la hora de almuerzo y ninguna de las dos habíamos comido nada.

- Ya me puedes decir ¿Quién rayos es ese supuesto guardaespaldas tuyo? - pregunta sentándose en una silla del mesón.

Exhale al volver a recordar todo lo ocurrido como quinta ves en el día, creo que tengo un trauma a raíz de esa ocasión y lo único que veo conveniente para mí y mi futuro con mi bebé es que hable sobre esto con un psicólogo.

Le conté todo lo ocurrido, nada que no sepan ustedes. Terminamos de comer y subimos ai habitación.

- Mami tú lo que necesitás es un baño 'e playa para que se vallan esas malas vibras - Oriana se levanta y camina hacia el ventanal de la habitación abrió las ventanas dejando pasar el aire fresco de California - Necesitás hacer algo, hacer tu vida más divertida como lo era antes - camina devuelta a mí.

- Ya te pusiste creativa - veo que estira su mano y la tomé para levantarme.

- Tienes suerte que tengas una amiga como yo - toma mi cara entre sus manos y besa mi frente torpemente - Nos vamos de compras todo el día - anuncia y sale de la habitación.

- ¿Qué? - dije y la seguí.

- Si, hay renovar tú ropa, comprar cosas para el bebé y... Hablando de eso ¿Dónde está el padre de esa criatura? - se voltea a ver ya cuando ambas estábamos en planta baja.

- Bien, gracias.

Me miró retadora.

- ¿Ya hablaron de ésto?

- Mmm si pero no - dije haciendo un mueca rascándome la nuca incómodamente.

- ¡Andrea! - me regaña.

- Ay no ¿Tú también? Te pareces a Cecilia, siempre regañandome por todo lo que hago - me crucé de brazos fulminándola con la mirada.

- ¿Qué quieres que haga? Si no hacés las cosas como son.

- Para que le voy a estar pidiendo favores si se que me dirá que no tiene tiempo, siempre está de gira o haciendo entrevistas y ese tipo de cosas.

- ¿Sé lo has preguntado? - se cruzó de brazos.

- No... Pero - ella asintió entrecerrando sus ojos esperando mi magnífica escusa - Ya te dije, siempre está trabajando y haciendo mil cosas...