Capitulo 13

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(3 semanas después)

—¿Sigues leyendo?

Alcé la mirada y le sonreí inocente, negó con la cabeza, intentando no reír.

—¿Por qué no fuiste a ver el partido?.—me encogí de hombros, frunció un poco el ceño.—Dijiste que quieres ser la de antes.

—Lo sé.—suspiré.—Pero a la Alicia de antes le gustaba leer.

Sonrió. —Anda, en el segundo receso ven, no quiero que estés aquí sola.

—Lo pensaré.

Cruzó los brazos.—No iré si tú no me acompañas.

—Pero tú eres uno de los que juegan.

—Ya dije.

Entre cerré los ojos.—Esta bien. —suspiré.—Iré a ver el partido.—sonrió con satisfacción, haciendo que yo también sonriera.

Tomó su lugar detrás de mi al mismo tiempo que el salón comenzaba a llenarse por nuestros demás compañeros, cerré el libro y agarré mi mochila para guardarlo, en ese momento entraron nuestros amigos, las miradas de Zaira, Mia y Dania se encontraron con la mía, las chicas me dieron una sonrisa torcida, sé que es porque estoy aquí sola.

La maestra entró y la clase comenzó, todo se había vuelto más pesado, después de unos minutos la clase comenzó.

Tres horas más de clase y por fin sonó el timbre del recreo, la mayoría salió apurados, vi que mis amigas salieron detrás de los chicos, sonreí de lado, ¿y si no voy? A fin de cuentas el salón ya se volvió a quedar solo, no creo que José se de cuenta, agarré mi mochila y comencé buscar el libro.

—Vamos anda, que el partido ya va a comenzar.

Pegue un brinco del susto, escuche su risa, me volteé para verlo.

—¿Vamos?

Mordí mi labio.—Ve

Frunció el ceño.—Dijiste que irías.

—No me necesitas ahí, anda, ve, yo ahorita veo que puedo hacer.

—Entonces me quedó contigo.

—José tú eres parte del equipo.

—Es un simple juego Alicia, no ganan, ni perdemos nada, así que aquí me quedó.

Se sentó en la banca de Víctor.

—Dime, ¿qué quieres hacer?, y que no sea leer.

Reí.—¿A caminar entonces?

—A caminar se ha dicho.

Se puso de pie al mismo tiempo que yo, me abrazó por los hombros y yo a él por la espalda.

(...)

Después de que terminó el recreo regresamos a las últimas clases, los chicos le recriminaron a José haciéndome sentir culpable y la verdad no supe en que quedaron, por eso mismo en cuanto dieron el toque de salida recogí mis cosas y decidí irme a la habitación, tal vez más tarde iría a comer.

—Alicia ¿no vienes?.—me habló Zaira.

—Ammm, ahorita voy, primero  iré a dejar mis cosas, ¿Quieres que me llevé las tuyas?

—No, bueno.—movió su mochila.

—Ay damela ahorita voy yo.—le quité la mochila del hombro y me la colgué donde no me molestara.

—¿Quieres que te pida algo de comer?.—lo pensé un momento no tenía mucha hambre.

—Mmmm, pues de lo que pidas me pides algo igual, ahorita llegó.

Un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora