Un desconocido

Capítulo 43

Nos sentamos los tres en el piso, José a un lado de Víctor y yo enfrente, puse mi mochila entre mis piernas, aunque trajera licra debajo de la falda del uniforme tenía que asegurarme de que no se viera, tomé sus manos y le di un apretón, quería que supiera que contaba con mi apoyo, alzó la vista del piso y me miró, sonrió débilmente, me apretó la mano devuelta.

—¿Puedes decirnos que fue lo que paso Víctor?.—pregunté, él asintió.

Intercambié miradas con José, su rostro reflejaba preocupación.

Después de un largo silencio Víctor suspiró y comenzó a hablar.

—Creí que era un gran avance que aceptara irse conmigo, aunque fuera un ratito sentí mucha tranquilidad al estar con ella, estábamos platicando de nosotros, como antes solíamos hacerlo, como ustedes platican.—nos miró un segundo a cada uno, suspiró y siguió hablando.—Pero en un momento le pregunté por Francisco, soy un idiota, lo sé no hay necesidad de que me lo digas José.

—Es bueno que lo aceptes.—susurró José, rieron.

Yo como pude le di un zape a José, provocando la risa de Víctor, mientras tanto el susodicho me miro ofendido.

—Continua Víctor.—él asintió.

—Me dijo que solo eran amigos, yo le dije que que clase de amigos.—hizo una larga pausa, yo sé que Zaira pudo malinterpretarlo porque últimamente anda muy sensible.—Me dijo que cuantas clases de amigos puede haber yo no le respondí así que ella siguió hablando.

Recuerdo

Narra Víctor

—No te entiendo Víctor, de verdad que no.

Habíamos dejado de caminar, estábamos a unos dos pasillos de su habitación y no había gente.

—Te lo volveré a decir, Francisco solamente es mi amigo, pero eres más mi amigo tú que él.

Me quedé callado procesando lo que me acababa de decir.

—Zaira pero él no te ve como una amiga.

Me había acercado a ella, tenía sus manos entre las mías, alzó su mirada y pude ver sus ojos cristalizarse.

—¿Cómo te hago entender que te quiero a ti?.—susurró al borde de las lágrimas.