No podía estar mejor mi primer día y ya había chocado dos veces, no podía creer que el que me sujetaba era José, puedo asegurar que parecía un tomate, baje mi mirada en señal de vergüenza y lo único que quería era evitar chocar con los ojos cafés de aquel chico que me sostenía en sus brazos, desvíe la mirada hacia el frente y vi que con el que había chocado.
—Luis.—susurré, no me llevaba tan bien con él así que no descarté la idea de que haya chocado conmigo a propósito.
Una sexy voz que ya conocía me saco de mis pensamientos, ¿en serio pensé que es sexy? ¿No me he golpeado la cabeza o algo?
—¿Alicia te encuentras bien?.— me lo dijo casi en el oído lo que hizo que un pequeño escalofrío recorriera mi cuerpo, volteé a verlo.
—S-si.—titubeé, coloque mis pies en el piso y me separé de él.—Gra-gracias.—tartamudé de nuevo, estaba sumamente apenada, no estaba acostumbrada a pasar por tal vergüenza, bueno si, pero no frente a desconocidos.
José me volteó a ver y después sonrió, su sonrisa me reconfortaba tanto que en ese momento se me había olvidado lo que estaba pasando.
—Lo siento.—escuché decir a Luis, lo miré confundida, ¿Él disculpandose conmigo?, definitivamente este inicio de año había sido algo extraño.
—No te preocupes Luis yo no me fijé.—sonrió y asintió con la cabeza.
Después de analizar la situación busque con la mirada mi asiento donde unas horas antes ya había dejado mi mochila una vez que lo localice me dirigí hacia este sin siquiera voltear a ver a José; mi vergüenza era mayor como para verlo a los ojos, sentí sus pasos detras de mi pero no quería voltear, no quería encontrarme con el chico nuevo siguiéndome, así que camine más rápido y en cuanto llegue a mi pupitre tome asiento, escondí mi cabeza en mis manos, lo único que quería era que terminará el día.
Permanecí en esa posición un momento más hasta que escuche la voz de José.
—¿Alicia te encuentras bien?.—salí de mi posición y mis ojos se dirigieron a él.
—Yo, este si, creo que si.—suspiré y volví a la posición anterior.
—Anda dime en que piensas, ¿Por qué estás así?
Sonreí de lado, no quería hablar de eso pero tampoco quería ignorarlo, eso era descortés.
—Lo que pasa es que me dio muchísima pena la situación anterior.—baje la mirada, me sentía muy avergonzada.
—Vamos sólo fue un accidente, olvidalo ya.—sonrió.
—Pero tu has de pensar que soy torpe, digo como no vas a pensar así si ya es la segunda vez que me tropiezo en un día, dime a ¿quién más le puede pasar eso?, a nadie sólo a mi.—suspire con fuerza para después voltear a verlo, de nuevo.
—Yo no pienso así de ti, me pareces una chica cariñosa, tierna, divertida, inteligente, curiosa, de todo menos torpe, vamos cambia esa cara.—sonrió y sentí como mis mejillas se tornaban de un ligero color rojo.
—Gracias José no sabes como me hacen sentir tus palabras.—imité su acción y también sonreí.
(...)
"No todo lo que se planea sale como uno quiere, nunca imaginé que en mi primer día de este nuevo ciclo conocería a un chico muy guapo y que también chocaría dos veces, y quién diría que pasaría tantas vergüenzas en este día"
Cerré mi cuaderno dejando salir un gran suspiro, me encontraba en mi habitación que me había asignado después de clases, me pareció muy extraño no haber visto llegar a Zaira pero de todos modos en el primer día sólo se asignan los cuartos y conocemos el salón, aún faltaban alumnos por llegar así que por el momento aún estaba sola en el cuarto que compartiría con otras dos niñas, como todavía no llegaba nadie escogí la cama que ocuparía, tenía planeado acomodar mis cosas en el closet pero el recuerdo del día de hoy se me venía a la mente haciendo que una boba sonrisa apareciera en mi cara.
Flash-back
—Alicia, ¿Ya te asignaron tu cuarto?.—me preguntó cuando íbamos saliendo del salón.
—No, de hecho apenas iba a ir a preguntar, ¿me acompañas?, Digo si no tienes nada mejor que hacer por qué si es así puedes ir a hacer lo que tengas que hacer y yo...—José no me dejo terminar ya que me interrumpió.
—Vamos, yo tampoco se cual es mi habitación.—sonrió, cosa que me hizo sonreír a mi también.
Caminamos hasta llegar a la recepción para pedir nuestras habitaciones, la plática que surgió en el camino era más burla, que plática, hacia a mi ya que aún no aceptaba que no fuera un vampiro.
Una vez llegando a la recepción pedimos nuestras llaves a mi me dieron la habitación 36 y a él la 48 así que nos encaminamos para llegar a nuestras respectivas habitaciones.
—José en este pequeño lapso de tiempo ya te considero mi amigo, me la he pasado genial.—dije con una sonrisa.
—¿Y crees que tú no?, eres muy divertida y me gusta pasar tiempo contigo, me he reído tanto que el estómago me duele.—se tocó su estómago e hizo una mueca muy divertida lo que me hizo estallar en risa, como por milésima vez.
Llegamos a la habitación 36, la cual era en la que yo me quedaría y la de el estaba en los próximos tres pasillos.
—¿Quieres pasar, José?
—No, está bien así, iré a mi habitación y acomodaré unas cosas, pero si quieres más al rato vamos a dar una vuelta por el campus ¿qué dices?.—lade la cabeza, su idea era tentadora.
—Esta bien, ¿vienes por mi?
—Si, ¿a las seis?
—Perfecto, aquí nos vemos.
—Hasta entonces, Alicia.—nos despedimos de beso en la mejilla como uno esta acostumbrado para después yo entrar en mi habitación.
Fin del flash-back.
Seguí acomodando la ropa en el closet pero el sonido de la puerta me sobresalto, no le di importancia, hasta que después de unos minutos escuche una voz que conocía perfectamente.
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Un desconocido
ChickLit¿Dos completos desconocidos pueden llegar a ser mejores amigos? Alicia y José, dos desconocidos que con un día tuvieron para hacer una conexión. Dicen que de los mejores amigos se enamoran, ¿pero ellos serán una excepción? Ellos demostraran que no...