Un desconocido

Capítulo 38

—No, estaba pensando.
—¿A si?

—Si.
—¿En qué?

En ti.

—Ah, en que por mi culpa tendrás que hacer doble tarea.—me rasqué la nuca, la escuché reír.
—Por eso tú ni te preocupes.

—¿Cómo no me voy a preocupar? creí que si lo comentaba a la maestra te iba a felicitar, no creí que te iba a dejar más trabajo.
—Ya tranquilo, los ensayos ya están escritos sólo les aumentaré el tamaño de letra y una que otra corrección, nada del otro mundo.

—¿Segura?
—Muy segura.

—Está bien, entonces ¿a qué debo tu llamada?.—rió, anda muy risueña, ¿no?
—Bueno pues no puedo dormir.

—Me atreveré a preguntar ¿por qué?
—Necesitó contarte todo.

—¿Ese todo no puede esperar un par de horas?
—Puede que si, pero no dormire.—habló como niña chiquita.

—Está bien, cuéntamelo.
—Ay no, por teléfono no.

—¿Entonces?
—¿Damos una vuelta al parque del campus?

—¿Estás loca?, ya traigo mi pijama puesta.—en realidad solo traigo un pantalón puesto, ya que duermo sin camisa.—Y me da miedo el campus de noche.
—Andale, nadie nos va a ver y no nos pasará nada.

—Alicia creo que va a llover y acuerdate que apagan las luces del pasillo, me voy a regresar sólo y el payaso asesino me va a matar antes de llegar a mi habitación.
—Ya no veas esas películas.