Un desconocido

Capítulo 18

(N/A: solo imaginen, algo así estuvo, omitan todos los demás factores)

—¿Estás bien?.—murmuró, mordí mi labio al sentir su aliento en mi cara, no sé si maldecir al chico que ha provocado esto.

—Si José, estoy bien.—sonreí, queriendo ocultar mis nervios, me sonrió de vuelta, creó que funcionó.

—Perdona llevó algo de prisa y no me fijé.—aparté la mirada de José.

—¿Era venganza?

—¿Alicia?.—preguntó algo confundido, ¿por qué la confusión? Nunca me había visto con short ¿o qué?

—¿Quién más Armando?.—rodé los ojos, con él es imposible no irritarme.

«Es que te interrumpió tu momento romántico con José»

Cual momento romántico ni que tres cuartos, de no ser por José me hubiera metido un tremendo golpe.

—Lo siento, lo siento, lo siento.—me iba a abrazar pero José no se lo permitió, cierto, sigo en sus piernas, que vergüenza.

Parate, parate, parate yaaa, eso es, sin verlo a los ojos, vas bien, ya casi estas completamente de pie, no José, no hagas eso, no, dejame pararme, siento vergüenza por haber estado en esa circunstancia, suelta mi muñeca, eso es, ya no estas en sus piernas.
Nos pusimos de pie al mismo tiempo y como la vez pasada José me abrazo por los hombros, si, se puso celoso, de nuevo.

—Dijiste que llevabas prisa y nosotros también.—rodé los ojos, éste chico no disimula nada.

—Si, pero quiero saludar a MI amiga.

¿Qué mosca le pico a éste? Está bien que gracias a él hice amigos, pero no solo soy amiga de él, es más, creo que ni siquiera lo considero mi amigo.

—Alicia, José vámonos ya.—habló Dania y le agradecí mucho, mucho, mucho, internamente.

—Lo siento Armando, nos vemos luego.—dije y comencé a caminar, aún abrazada de José.

—No, lo siento yo, no me fije.—dijo a mis espaladas.

—No importa, adiós.—giré la cabeza para verlo.

—Adiós Alicia.

—Sigue sin caerme bien tu amigo.—dijo José cuando ya estábamos más retirados de Armando.