Capítulo 46

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Volteé la cara, si seguíamos así algo iba a salir mal.

—José, Alicia ya perdieron.

Gracias, en serio muchas gracias Mia.

El recién nombrado se puso de pie y me extendió la mano para que me levantara, la acepté y me jaló.

—Gracias.

—No es nada.

Caminé fuera del área de juego, me coloqué algo retirada de Mia y de Martín y me puse a observar a las chicas, una de ellas tenía que ganar, sí o sí.

—¿Puedo preguntarte algo?

Pegué un brinco del susto, no lo había visto, comenzó a reír y yo lo fulminé con la mirada, poco a poco dejo de reír y tomó aire.

—Ya, ¿si puedo preguntar?

—Depende.—alzó una ceja.—Si me vas a poner a pensar entonces no, no tengo ganas de hacerlo.

—Que raro.—le pegué en el brazo.—Auch, está bien no.—se sobó el brazo.—Me va a salir un moretón, otro.—susurró, pero lo escuché.

Omití una carcajada.

—¿Qué quieres preguntarme?

—Oh si ya, ¿por qué volteaste la cara?

Miré hacia el frente, para evitar tener que verlo a los ojos, pero él se inclinó para verme, suspire y volteé bien para hablar.

—Pensé que me ibas a besar.—susurré, muy muy muy bajito para que solo él escuchara.

—¿Qué?

Suspiré, ¿lo estará haciendo adrede?

Le hice una seña con mi mano para que se acercara, dio un paso hacia el frente e inclinó su cabeza, me acerqué a su oído para hablar.

—Pensé que me ibas a besar.

Se incorporó.

—Te prometí no revelar nuestro secreto, ¿acaso no confías en mi?.—sonó ofendido.

—Sí, pero la cercanía y la posición en la que nos encontrábamos era la misma, creí que no lo aguantaríamos y volvería a suceder.

—Te lo prometí ¿no?.—asentí.—Entonces hubieras confiado en mi, yo no te besaría sin tú consentimiento.

—Lo siento, pero entre en pánico, si nos hubiéramos besado frente a todos...—me interrumpió.

—¿Tan malo hubiera sido?.—no supe descifrar su tono de voz, sonaba molesto y creo triste.—Si te hubiera besado frente a todos ¿tan malo sería?

—No sé, todo cambiaría, ya no nos verían como mejores amigos y lo que menos quiero es que dejemos de serlo, todo se pondría incómodo y no lo soportaría, por lo mismo no le contaré a las chicas.

—¿Sabes?, creo que fue un error haberte besado.—soltó ya más molesto que nada.

Me quedé perpleja, parpadeé varias veces, comencé a buscar palabras para contestarle pero quede en blanco.

—¿Te arrepientes de haberlo hecho?.

—Yo no.—guardó silencio unos segundos y me miró a los ojos.—Pero tú sí.—dio media vuelta y se fue, dejándome ahí con la palabra en la boca y los sentimientos encontrados.

Sentí una presión en el pecho, no me pondría a llorar, no aquí, sus palabras me dolieron, pero creo que mis acciones lo habían lastimado más, a fin de cuentas yo era la que quería que me besara y ahorita fue lo que menos quise, no puedo jugar con los sentimientos de las personas, no puedo decirle que me gusta Jack y después suplicarle que me bese, estoy mal.
Necesitó pensar y aclarar mis sentimientos, no puedo ver a José como algo más, si ahorita que somos amigos nos peleamos por cualquiera cosa, ahora si fuéramos algo más, yo creó que ardería Troya, lo necesitó como lo que es, mi mejor amigo, tampoco puedo jugar con los sentimientos de Jack, me pidió una oportunidad y yo se la estoy dando, no puedo llegar y decirle que siempre no, así no soy yo, tengo que hablar con José, arreglar todo, aclarar que lo del beso tuvo que suceder y será la única vez que sucederá, pero primero debo dejar que se calme, si llegó ahorita e intentó hablar con él puede que solo empeore las cosas, capaz y digo algo que lo lastime más o viceversa.

Un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora