Capítulo 23 (Maratón 3/3)

172 21 6
                                    

Flash back (narra Mia el flash back)

Salí del café, pero antes de irme di una última mirada a los chicos, encontrándome con los ojos de Brandon, confusión era lo que reflejaba, me di la vuelta para no arrepentirme, suspire al mismo tiempo que las lágrimas, que tanto había aguantado, comenzaban a bajar por mis mejillas.

¿Preciosa estas bien?.
cierto seguía en la llamada con él.
Si.—sorbí mi nariz.

No me mientas Mía, dime ¿dónde estás?.
Estoy bien de verdad.

Nena no te creo nada así que dime donde estás.
Christhopher no es necesario, estoy bien.

Mia de verdad te quiero ayudar, dime donde estás.
En el parque de la calle Hidalgo, es muy frecuentado.

No te vayas a mover de ahí, voy enseguida.
De todos modos no tengo ganas de ir a otro lado.

De acuerdo, no tardo.
Si.

Fin de la llamada.

Suspire y tape mi cara con mis manos, las lágrimas comenzaron a salir solas, ¿por qué Brandon hace esto?, creó que haberme puesto celosa de Alicia es ridículo comparado con esto, ¿por qué querer a alguien es así?, ¿por qué no se puede ser feliz como antes?, pero vamos, es Brandon, estoy segura que solo me ve como una amiga, pasaron los minutos y al parecer ya me estaba tranquilizando, aunque una que otra lágrima me traicionaba.

Eres demasiado bonita como para llorar.susurró provocando que me sobresaltara un poco.

Eso no es verdad y lo sabes.

Claro que lo es y cualquiera en sus cinco sentidos se enamoraría de ti y si no se da cuenta no merece ni tus lágrimas.—acercó su mano a mi mejilla y limpió las últimas lágrimas que brotaban de mis ojos.

Gracias.—sonreí forzadamente, a lo mejor lo que Christopher decía era verdad pero estaba demasiado dolida como para notarlo, cubrí mi cara con mis manos y las lágrimas volvieron a salir pero esta vez estaba recargada en el pecho del que ni siquiera puedo decir que es mi amigos por qué lo acabo de conocer este mismo día, pero el me consolaba y en estos momentos era lo que necesitaba, la única desventaja era que mis lágrimas estaban mojando su camisa, no cuanto tiempo pasó pero mis brazos ya estaban en el cuello de Christopher y el acariciaba mi cabello, sentí una mirada en mi pero estábamos en el parque así que cualquier persona nos estaría viendo, no le di importancia y con el apoyo de Christopher mi llanto cesó y mis sollozos igual, cuando me di cuenta de la posición en la que me encontraba me sonrojé y rápidamente me solté de él.

Un desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora