En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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Al día siguiente al ser las 5am, Aru y Pietro se dirigen a las barracas de las tropas, como era de esperar solo algunos estaban despiertos, así que se encargo de un grito de despertar a todos los demás, ya a las 6am, estaban todos en fila esperando órdenes.
El plan era simple, quería saber que tan fuertes y preparados estaban los del grupo, había escuchado de Mikasa, bueno siempre escuchas algo de los Akerman, así que pensó en dejarla de ultima. Uno por uno peleo y venció a los cinco integrantes, por último, peleo con Mikasa, fue una batalla cerrada pero corta, cuando logro someterla le dijo que era realmente buena, que la única manera de poder ganarle fue que la engañó, con todos los demás había utilizado un movimiento para que ella lo memorizara y al cambiar ese movimiento de imprevisto pudo realizar un contraataque efectivo, pero también le dijo que era algo fácil de solucionar y en un par de semanas no podría ganarle más.
Terminando los combates, se dio cuenta que Levi los miraba a lo largo, estaba cansada, pero vencer a dos Akerman el mismo día siempre te da motivos para querer más ¿no?
Le grito a Levi a lo largo
— ¡¡¡Oye Levi!!! Dicen que eres bastante bueno, que te parece si les enseñamos a estos mocosos como es una verdadera pelea.
— ¡Tsk! – expresó el aludido de manera desinteresada
En ese momento Pietro interrumpe a Aru, sosteniéndola suave del brazo
— Espera Aru, creo que te has esforzado suficiente por hoy
— Vamos Pietro, no seas aburrido, deja que me divierta un poco
Levi al ver la escena se acerca y le habla de manera despectiva
— ¿Tan débil eres que no te quiere dejar pelear conmigo?
— ¡JA! ¿Escuchaste Pietro? ¿Que si soy débil?
— Demonios, ¡has lo que quieras! – terminó por decir Pietro volteando los ojos a sabiendas de que no podía disuadirla
— No me hace gracia ensuciarme gracias a ti, pero creo que podre enseñarles algo a estos mocosos – le dijo Levi viéndola a los ojos con enojo
Ambos tomaron un lugar al centro de la media luna que se formo con quienes los observaban, Aru inmediatamente cambio su posición a una completamente ofensiva, Levi pensó, – será fácil, ni siquiera tiene defensa – pero en cuestión de segundos ella se había lanzado al piso para derribarlo, fue muy rápida y el golpe lo tomó totalmente por sorpresa, ella sabía que ensuciarse lo haría enfurecerse por lo que ese fue su primer objetivo.
El combate era realmente rápido, ambos se movían velozmente y solo se escuchaban los jadeos y los golpes que se daban, en determinado momento Aru logro romper la defensa de Levi, y pensando que podía vencerlo se precipito para darle un golpe que lo noqueara en la nuca, pero por algo se decía que era el mejor soldado de la humanidad ¿no? Él logró esquivar el golpe e inmediatamente soltó una patada directamente al costado de Aru.
Ella lo supo... Eso iba a doler... Salió rodando hacia el otro extremo cayendo en los pies de los soldados que miraban la pelea, escucho como Pietro le gritaba a Levi que era un completo estúpido, que como se le ocurría patearla de esa manera sabiendo que tenía una costilla fracturada.
Los chicos gritaron con asombro, Connie, que fue al que venció más rápido dijo
— Espera, quieres decir que peleo con todos nosotros con una costilla rota
— Si, ¡¡¡es la más idiota de las idiotas!!! – contestó su amigo enojado corriendo hacia ella
Ella solo ríe a carcajadas, lo que molesta más a su amigo
— Jajaja No seas así, pensé que lo lograría
Mientras Aru tomaba aire todavía acostada Levi se acercó
— Eres un imbécil, ¿porque la tenías que patear así? – le recriminó Pietro furioso
— Lo siento, no sabía lo de su costilla, ¿te encuentras bien?
— Si, si, no es nada
Levi extiende su mano para ayudarla a levantarse, ella lo duda, pero le toma la mano – es una mano muy suave para un capitán – pensó. Cuando está de pie siente un dolor punzante, cojea un poco y Pietro la toma del brazo
— Estoy bien, no te preocupes... Fue una buena pelea, me divertí mucho, pero te venceré la próxima vez
Cuando se dio la vuelta para dar un paso hacia los cuarteles, volvió a sentir el dolor intensificado junto con un escalofrío por su espalda y esto solo podía significar una cosa... Todo se volvió oscuro de repente y escucho a lo largo voces que decían su nombre.
Despertó unas horas después, no había nadie en la habitación, noto que habían cambiado las vendas de sus costillas, así que se vistió, se aseguró que nadie la viera y salió para irse a casa. Escucho que Pietro venia corriendo detrás de ella con una manzana en la mano.
— ¿Pero qué demonios estás haciendo? ¡Salí un momento por comida y ya no estabas en la habitación!
— Estoy cansada y en esa cama no puedo dormir, quiero ir a descansar a casa... ¿Me volví a fracturar verdad?
— Si... Te fracturo dos costillas mas
— ¿Qué?¡ Tres costillas rotas, vaya novedad... ¿Y me desmaye frente a todos?
— Jajaja sí, eso fue lo único divertido
— Cállate, y dame esa manzana, tengo hambre
Salieron caminando hacia la casa de Aru, aunque muchos preferían vivir en las instalaciones de la policía militar ella prefería tener su propia casa, algo que le costó obtener, pero de lo que estaba muy orgullosa.
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