En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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Los meses pasaban, diez para ser exactos, la primavera había llegado pero el ambiente era cada vez más tenso, se formaron nuevas alianzas entre las fuerzas enemigas que amenazaban con atacar la isla y se había recibido la última carta de Eren que pedía que se llevara a cabo el plan para traerlo tanto a él como a su hermano a la isla de nuevo. Días antes de salir de la isla se tuvo una reunión con todos los interesados, en esta ocasión, no se realizó ninguna fiesta o algo por el estilo, los ánimos eran más bien sombríos y no eran momentos para celebrar.
Esa noche por fin Aru y Levi volvieron a encontrarse, en todo el transcurso de la reunión ninguno de los dos se dirigió la palabra, ella volvió a sentir su olor, sabía que estaba ahí y eso la alteraba, pero no lo buscó, él si la vio a lo lejos, verla fue como una bocanada de aire fresco después de estar hundido en el fondo de un pozo. Al terminar la reunión Levi se encontraba sentado solo en una silla, Aru tomó valor y al verlo solo se colocó detrás de él para hablarle
— Hola... ¿Estás bien?
— Hola... Si — respondió él de manera desinteresada
—¿Estás seguro? Estás muy delgado
— Lo estoy, es solo que estoy un poco... tenso
— Entiendo... Todo debería salir bien, no te preocupes
— Lamento no haber respondido tu carta, no sabía que decir
— Tranquilo, lo había olvidado... Supongo que hemos estado ocupados... mañana parto a Mitras, estaré presente cuando vuelvan, después de esta misión dejaré de trabajar con ustedes, tengo una investigación que me está tomando mucho tiempo y ya no puedo continuar con ambos trabajos...
— Ya veo...
— Bueno... solo quería despedirme de ti
Ella le tocó el hombro y él sin voltear puso su mano sobre la de ella, Aru se acercó un poco más, rodeó a Levi con su brazo libre y le besó la parte de atrás de la cabeza
— Cuídate y cuida a los demás
Aru se marchó, sentía algo extraño, un mal presentimiento. Levi se quedó con la sensación de ese abrazo, con el escalofrió que sintió en su nuca cuando ella lo besó y por un momento dio vuelta en su cabeza la duda de por qué le costaba tanto expresar sus sentimientos, pero fue un pensamiento efímero, en este instante había cosas mayores por las cuales preocuparse.
Días después el dirigible con los del escuadrón y los aliados venían de regreso, todos esperaban por que bajaran, pero tardaban en hacerlo, Aru seguía un poco ansiosa, pero al ver que abrieron las puertas todos prestaban atención.
Estaban en silencio, Aru se acercó, vio que dos soldados traían a dos niños golpeados y les grita
