En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al día siguiente Aru se levantó temprano y volvió a subir a la superficie, esta vez sí les avisó a Flora y a Marlo sobre que pensaba hacer, una vez arriba fue al cuartel principal a buscar al ahora capitán Corond
— Buenos días, necesito hablar con el capitán Corond
Una joven soldado sin volverla a ver y de manera cortante le responde
S: Él está ocupado y no recibe visitas
A: Es importante, necesito hablar con él, podría decirl...
S: Disculpe señorita, le dije que no la puede atender, no atiende a nadie hasta la tarde
Aru bastante molesta ya que la chica ni siquiera se dignó a voltearla a mirar le dice
— Mire, no sé quién es usted, pero debería decirle al capitán que su esposa necesita verlo
La chica se asombra y deja de hacer lo que está haciendo para voltearla a mirar de arriba a abajo, Aru la mira con los brazos cruzados y golpeteando con uno de sus zapatos en el piso
— Lo siento, iré a avisarle
La chica se apresura sonrojada a avisar al capitán, y vuelve casi de inmediato diciéndole a Aru que él la está esperando, cuando ella entra a la oficina él la recibe con una sonrisa
C: Siempre es un buen día para ver a tu esposa
A: Ay lo siento, pero esa tonta que tienes afuera no me dejaba pasar
C: Pues a esa tonta estaba por convencerla para que saliera conmigo
A: Jajajaja, lo siento, debí decir que era tu hermana, aunque soy muy pequeña, pero eres bueno con las palabras, la convencerás de nuevo
C: Ven, siéntate, ¿te decidiste?
A: Todavía no, pero tengo una carta que enviar
C: Ya veo... Te puedo ayudar
Corond al escuchar que todavía no se había decidido sintió una leve esperanza, iba a ayudarla sin importar que resultara al final, dejaría que el destino decidiera si iban a estar juntos algún día o no. Le contó el plan, tenía acceso a los hombres que habían llegado a la isla, sabía dónde estaba el pequeño barco en el que llegaron y aunque podría ser difícil, podrían fingir la muerte de uno y enviarlo de vuelta a la isla con la carta de respuesta.
Le contó que habían averiguado que eran tres hombres enviados por Onyankopon, uno tenía estrictamente la misión de entregarle la carta a ella, los otros dos simplemente informarían cual era la situación de la isla. Lo que harían era robar el barco que estaba en el puerto y enviar de vuelta al hombre con la carta.
