En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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Aru liberó a los soldados dejando a Pietro de último, cuándo lo soltó, él la abofeteó y le quitó la tira blanca que llevaba amarrada en el brazo de un jalón
P: ¿Estás loca? ¿Sabes lo que he tenido que escuchar sobre ti cuando te vieron de parte de los jaegeristas?
Aru tomó su mejilla y rio a carcajadas
A: ¿Crees que me importa? La mayoría habla así de mi porque les metí el pie en el trasero en alguna ocasión, así que supongo que me lo merecía
P: ¿Por qué eres así? ¡Maldita sea! ¡Te lo suplico, deja de hacer estas cosas!
A: Tenía que venir por ti... Sabes que por ti haría lo que fuera... ¿Lo sabes verdad?
Pietro la abrazó tan fuerte como pudo porque Aru empezaba a sollozar y sus ojos estaban llenos de lágrimas, una de sus debilidades era ver a su amiga llorar y en secreto hace muchos años se había prometido a si mismo evitar que lo hiciera... Ahora lloraba por su culpa, y eso le partía el corazón
P: ¿Hace cuanto no duermes?
A: No lo sé... Un par de días
P: Cuando no duermes te pones más sensible, debes dormir para que no te vuelvas una llorona...
La soltó y se inclinó para le limpiarle las lágrimas del rostro
P: Me alegra que no tomaras de ese vino
A: De algo sirvió mi gusto sencillo... Tienes que alejarte de aquí, vamos
Aru lo tomó de la mano y salió corriendo hacia la caballeriza
A: Si te alejas de aquí puede que el grito de Zeke no te afecte
P: Aru espera
A: Es sólo una teoría, pero tenemos que probar
P: Aru...
Pietro para en medio de la calle y se queda viéndola, esta vez no iba a seguirla, cuándo Aru voltea a mirarlo se escucha un estruendo en el cuartel que hace que los dos dejen de preocuparse por lo que hacían. Inmediatamente dieron vuelta y vieron a tres titanes sobre el tejado
A: Esto está mal...
P: Tenemos que ir
A: ¡Sí!
Se pusieron en marcha, mientras iban de camino vieron como venían dirigibles y de ellos caían personas, eso los puso en alerta máxima por lo que corrieron con más velocidad, estaban a una distancia considerable, pero cuando llegaron vieron que los soldados habían sido liberados y el comandante Pixis estaba dando órdenes. – ¡¡¡Los de banda negra a primera línea!!! – fueron las palabras que le escucho Aru decir a Pixis, viéndolo con su banda negra tan enérgico como siempre.
