En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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Para empezar a contarle esta parte de su vida Aru se sentó y cruzó sus piernas, volvió a colocar la cantimplora en sus labios y esta vez le dio un largo sorbo mirando hacia lo lejos.
*** Esta etapa de la vida de Aru definitivamente es acorde con esta canción 😂***
A: Todo empezó unos meses después de la graduación, ya era parte de la policía militar pero dentro de mí todavía quería salir a explorar fuera de las murallas. Tenía la costumbre de una vez al mes, tomar prestado el caballo de Pixis y sobornar a un oficial de las murallas para que me dejara salir
L: ¡Demonios, estás loca! ¡¡Pudiste robar cualquier otro caballo!!
A: Jajaja en ese entonces era más impulsiva que ahora y supongo que era una manera de rebeldía. La cuestión es que ese día salí como de costumbre, tuve que cabalgar un poco lejos en busca de titanes dormidos, mate un par, me relaje viendo las estrellas y a eso de las tres de la madrugada ya estaba de regreso.
Silbé como habíamos acordado y el oficial dentro de las murallas me dejó pasar. Para mi sorpresa Erwin estaba esperando junto al oficial, el cual estaba totalmente golpeado... Nunca había visto a Erwin tan enojado, me gritó cómo nunca lo había hecho nadie yo trataba de razonar con él, y él en un momento de la discusión me abofeteó
L: Tenía que estar realmente enojado
A: Lo estaba, yo me enfurecí tanto que me le iba a ir encima para golpearlo, era más rápida que él, no iba a poder bloquear el golpe que le diera, pero en el instante que tomé posición de ataque sentí un golpe seco en el costado, me quedé sin aire al instante y la persona que me golpeó me levantó sobre sus hombros y me llevó hacia la caballería.
Cuando llegamos me tiró al suelo, no podía respirar, el dolor era insoportable y empecé a ver como todo se oscurecía, aun así, a como pude volví a ver hacia arriba y había un tipo enorme, rubio, con un pequeño bigote viéndome.
L: Vaya, al parecer no sólo yo recibí esos golpes de Mike
A: Jajaja... Él se inclinó hacia mí, me limpió la sangre de la nariz que me había provocado el golpe de Erwin y me dijo – No puedes sobornar oficiales, no puedes robar caballos y mucho menos puedes golpear a un comandante – Yo solo lo miraba con los ojos abiertos intentando no desmayarme del dolor, entonces lo último que recuerdo es que dijo – Apestas a sangre de titán – Y en ese momento me desmaye.
L: ¿Y sólo eso?
A: Bueno, desperté un día después, estaba en la habitación de Hange, me había fracturado dos costillas y una estuvo a punto de perforar un pulmón. Pasé un mes sin buscar a Erwin, cuando me decidí a hacerlo me recibió con un abrazo y me pidió disculpas, yo como la más tonta sólo pude llorar y abrazarlo. Me dijo que entendía que quisiera salir, pero no podía seguir haciendo lo que estaba haciendo. Mas tarde me enteré que esa noche le había pedido ayuda a Mike para salir a buscarme porque no volvía....
