48. COBERTIZO

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Al día siguiente cuando Aru despertó se encontraba sola, se estiró como un gato y sintió que a sus pies estaba algo, era el gato amarillo dormido en sus pies, se sentó y le tocó el lomo a lo cual el felino respondió acurrucándose en sus regazos, d...

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Al día siguiente cuando Aru despertó se encontraba sola, se estiró como un gato y sintió que a sus pies estaba algo, era el gato amarillo dormido en sus pies, se sentó y le tocó el lomo a lo cual el felino respondió acurrucándose en sus regazos, después de un rato escuchó un ruido en las afueras así que se levantó, era una mañana con una neblina que casi no dejaba ver a lo lejos, observó la sombra de alguien inclinado trabajando con las plantas, se acercó y logro escuchar la voz grave del señor de los imbéciles hablando solo

— ¡Mierda, estas rosas no quieren prosperar!

Ella se alejó, no quería provocar más problemas y se topó a Lucas que llevaba una bandeja con el desayuno

— Buenos días, te ves cansado

— No sabía que tenías tan mal dormir

— Lo siento, le temo a las cucarachas y tuve pesadillas

— Ya veo, lamento haberte comentado eso, no hay cucarachas, sólo quería que durmieras dentro

— Idiota

— Desayuna, supuse que no comerías dentro

— Supusiste bien... ¿Cómo está tu madre?

— Está bien... Pero provocaste una pelea enorme, nunca había visto a mis padres pelear hasta ayer

— Mierda, de verdad lo siento

— Mi padre y yo saldremos un rato y regresaremos en la tarde, ¿podrías ir a casa y acompañar a mi madre?

— Claro, no hay problema


Se dirigió al interior del cobertizo donde habían colocado una pequeña mesa para que Héctor comiera, devoró el desayuno mientras hablaba con Lucas sobre cosas sin importancia, luego le preguntó dónde se encontraba Héctor y le dijo que salía a correr todas las mañanas por el bosque cercano. Luego de que Lucas se marchó junto a su padre fue a revisar las rosas en las que trabajaba Victor.

— Todas estas flores las ha cultivado Victor, siempre me han gustado las flores y él se ha encargado de complacerme — la interrumpió Isabel

— Son preciosas

— ¿Dormiste bien?

— Sí... Señora Corond... De verdad lo siento, no quería provocar tantos problemas

— Lucas me dijo que eras una chica diferente, así que para mí no fue sorpresa, pero mi esposo... él es más conservador

— No lo culpo, sé muy bien que no debería estar aquí

— No repitas eso, estamos más que dispuestos a ayudarte

— ¿Por qué?

— ¿Por qué no?


Aru bajó la cabeza, para ella era una posición incómoda, no le gustaba deber favores, y este era un favor enorme, odiaba sentirse en deuda, era como si le quitaran parte de su libertad, pero Isabel parecía estar leyendo su mente

La vida secreta de Levi (Levi x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora