En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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***Holis, antes que nada quiero decirles que creo que a partir de aquí se empezarán a mostrar algunos spoilers, no estoy muy segura porque terminé el manga hace rato, pero mejor hago la aclaración desde ahora, mas adelante les vuelvo a advertir con cosas que si estoy segura no han salido en el anime, saluditos***
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Eran las tres de la tarde de un día fresco, Pietro se encontraba leyendo un libro en el salón de un hospital, solo se escuchaban las hojas de los árboles moverse por el viento y los tacones de una enfermera que caminaba por el lugar, la mujer que reposaba boca arriba en la cama tenía algún tiempo dormida.
Entró una brisa por la ventana que hizo que las cortinas se movieran de forma estrepitosa e interrumpieran la lectura de Pietro, él se levantó de su asiento y fue hacia la ventana para cerrarla – lo último que queremos es que pesques un resfrío – pensó. Al darse la vuelta su corazón dio un brinco, la pequeña mujer en la cama estaba recostada de medio lado en posición fetal.
P: Aru... ¿Estás despierta?
No obtuvo respuesta alguna así que decidió acercarse, tomó el libro que había dejado sobre la silla y se sentó, después la movió un poco
P: Aru... Aru... ¿Estás despierta?
A: Te escuché la primera vez... déjame dormir
P: Aru... mírame, necesito que me mires
Ella frunció el ceño, se volteó un poco, entre abrió los ojos y lo miró enojada
A: ¿Qué mierda quieres que te mire? Estás leyendo ese maldito libro por enésima vez, estoy cansada, solo déjame dormir
Pietro ríe a carcajadas, manda a un recluta a informar sobre lo que acababa de ocurrir y avisa a una enfermera, no podía creer que después de tanto tiempo por fin despertara
P: Aru, necesito que despiertes, mira a tu alrededor
Ella de muy mala gana se voltea por completo y abre bien los ojos, lo primero que ve es un techo alto, muy diferente al de su casa, al ver a los lados observa cortinas blancas a su alrededor
A: Que demonios...
Pietro la abraza fuerte y le pregunta
P: ¿Te sientes bien?
A: Donde...
En ese instante ella sintió un dolor en su cabeza y vio fragmentos de imágenes de lo que había pasado, recordando así dónde estaba. Se sentó de inmediato y tocó su vientre para corroborar que las heridas en su estómago estaban sanas por completo.
