En un lugar donde la muerte es pan de cada día ¿podría existir algo más duradero? En esta historia como en muchas otras se empieza con eventos inesperados, con pérdidas y llanto, pero existe una tenue luz de esperanza, donde es posible tener un fina...
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Aru entró despacio a la habitación, Pietro la traía casi a alzas, cuando Flora la vio se abalanzó sobre ella alarmada
— ¡¡¡Mi niña!!! ¿En que problema te has metido ahora?
— Estás tan radiante como siempre, te extrañe, ¿Qué está haciendo Levi aquí? — preguntó Aru casi como en un susurro
— Te buscamos toda la maldita tarde, ¡¡¡¿Dónde demonios estabas?!!! — demandó Levi reprendiéndola
Flora empezó a quitarle el abrigo que traía encima, cuando le quitó la capucha no pudo evitar dar un pequeño grito, de la cabeza de Aru bajaba sangre que llegaba hasta su barbilla, Pietro y Levi al verla empezaron a quitarle más rápido la capucha, y se dieron cuenta que su uniforme se encontraba bañado en sangre.
— Flora prepara el baño — Pietro estaba angustiado al verla en ese estado
— Sí, quítenle la ropa, tomen estas toallas y límpienla para ver si no tiene más heridas
Aru simplemente estaba ahí de pie, mientras ellos le iban quitando el equipo, zapatos y demás prendas para revisarla. En sus brazos tenía varios cuchillazos, en los costados del vientre moretones al igual que en las piernas, en su mano izquierda tenía la herida de un cuchillo que había atravesado la mano por completo y varios cortes en su cara junto con una herida abierta en la parte superior de su cabeza. Ambos la limpiaban cuando de repente ella cayó de rodillas. Levi la levantó en sus brazos de inmediato y grita
— ¿La tina está lista? tenemos que bañarla
— Si tráela rápido
La coloca en la tina con agua tibia, Pietro entra inmediatamente después, Flora va a empezar a quitar su ropa interior cuando Pietro exclama
— ¡¡Espera!! Levi, sal de aquí
— ¿Por qué?
— No voy a permitir que la veas desnuda
Levi se sonroja y grita
— ¡¡Eres un imbécil!!, como se te ocurre algo así en este preciso momento
— ¡¡¡Suficiente!!! Salgan de aquí los dos, yo la bañaré — los interrumpe Flora molesta
Los dos salen molestos o preocupados, no se podría saber. Flora cierra la puerta tras ellos y sólo esperan sentados a que terminen. Escuchan a Flora hablarle, unos minutos después escuchan a Aru contestarle, lo que quiere decir que está consciente, luego la escuchan sollozar y Flora la consuela.
Cuando salen, ella trae un camisón blanco puesto, ambos se levantan y la ayudan a recostarse en la cama, hay un silencio sepulcral, Flora comienza a curar sus heridas, de los ojos de Aru caen lágrimas, pero todos saben que no se debe al dolor de sus lesiones.
