36. PASADO

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Aru se encontraba en medio de la nada, empezó a correr, pero no podía reconocer el lugar en el que estaba, su corazón latía rápidamente y sentía que no podía respirar bien, veía a todos lados, y de pronto, en un claro la vio

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Aru se encontraba en medio de la nada, empezó a correr, pero no podía reconocer el lugar en el que estaba, su corazón latía rápidamente y sentía que no podía respirar bien, veía a todos lados, y de pronto, en un claro la vio... Era su madre, tenía el estómago abierto de par en par, trataba de sostener con una mano los intestinos que salían de su vientre, pero era imposible, Aru se acercó asustada, se inclinó ante ella y logró escuchar un susurro

 Mi niña... debes huir

— Ma...má


Unas nauseas se apoderaron de ella, odiaba que siempre que sentía una emoción muy fuerte le dieran nauseas, aun así, se contuvo y acercó sus manos hacia a ella, quería tocar el rostro de esa mujer que tanto la quería, notó que sus manos eran pequeñas, las de una niña, quería tocar el suave cabello de su madre, pero antes de poder alcanzarla vio cómo se desvaneció dejando una estela de humo que no podía palpar. Inmediatamente después sintió que algo cayó sobre su espalda y caminó por su cuello

— No, no, no, esto de nuevo no

Miles de cucarachas se subían sobre ella, luchaba para quitárselas mientras gritaba desesperada, cuando logró quitar las cucarachas de su cuerpo se dio cuenta que era de día, estaba arrodillada en medio del lugar donde mataron a Mike, se levantó y pudo ver a lo lejos a un hombre tirado en el piso, se levantó trastabillando y se acercó corriendo hacia él, pudo reconocer que era Mike, estaba llorando, ¿por qué lloraba? Cuando al fin pudo acercarse a él se dio cuenta de que la mitad de su cuerpo no estaba, estaba tan asustada que se paralizó y el suelo bajo ella desapareció haciéndola caer en un abismo negro.

Al llegar al suelo era otra vez de día y piedras volaban junto a ella, tal y como se lo habían contado, pudo ver a lo lejos como una caballería se acercaba al titán bestia, el titán era realmente enorme, se sentía tan insignificante ante su presencia, pero de un momento a otro montaba su caballo junto a Erwin... ¿así era Erwin en el campo de batalla? Quería verlo un poco más, era tan valiente, siempre quiso ser cómo él... pero de nuevo el suelo desapareció, dejándole una sensación de vacío en el estómago.

Ahora se encontraba en Shiganshina, había gritos por todos lados, era un caos, pero logró ver a Pietro, esa cabellera... era inconfundible... quiso hablar con él, le gritaba, pero cuando por fin la volteó a ver estaba convertido en titán, enorme tal y como lo había visto la última vez y solo escuchaba que le decía – despierta, despierta, despierta – pero ella solo podía llorar.

Cristine movía fuertemente a Aru hasta que logró despertarla

— ¡¡Mierda!! ¿Estás bien? — preguntó su amiga preocupada

— Sí, sí, lo siento

— Creí que ya no tenías pesadillas


Aru solamente se encogió de hombros y suspiró. Habían pasado un par de días desde el inicio del retumbar y las cosas no iban muy bien, se respiraba un nuevo aire de nacionalismo que más que ayudar a Paradis amenazaba con crear una era de odio y caos en los alrededores. Habían escuchado que el titán carreta se había comido a dos de los voluntarios, específicamente a Yelena y Onyankopon, junto a ellos iba Jean y eso era sospechoso.

La vida secreta de Levi (Levi x OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora