Se sentó finalmente en la mesa de la cafetería junto con Butters, que iba contando cosas a medida que jugaba con sus nudillos. Kyle siempre lo vio como un bobo, pero era simpático y le agradaba, aparte olía lindo y a su madre le caía incluso mejor que Stan.
Jugó con la comida de su bandeja y suspiró, para luego mirar a Butters que pronunció su nombre.
—¿Kyle? ¿Estás bien? Te noto perdido como un perro que vi en la calle el otro día bajo la lluvia —masticó el pedazo de manzana cortada que tenía en su tupper. —Mi mami me dijo que no toque perros mojados porque son algo desagradables y asquerosos y tienen rabia. Ya sabes que la rabia es como una espuma que le sale a los perros por la boquita y eso es malo, nos morimos si nos toca, ¿sabes? Yo no quiero morir —tragó la manzana y metió otra a su boca —apuesto que tú tampoco, sería feito que tú quieras morir si tocas un perrito con rabia, me pondría muy triste. Tú y Stan son los únicos amigos que tengo... —sonrió levemente —... Y Eric, obviamente.
—¿Eric? ¿Quién es Eric? —preguntó acomodándose en su mano y mirando al rubio hablador.
—Bueno, es un amiguito que conseguí en primaria. Siempre me pide el dinero que tengo y a veces mi merienda, no lo culpo, él es gordo y las manzanas que corta mi mami son muy ricas——
—Espera, Butters, ¿él te quita la comida? —preguntó mirándolo preocupado. —¡Eso es un bully!
—Eric dice que los bullys son personas muy amables y caritativas —frotó sus nudillos. —También dice que quiere evitar que me enferme por comer mucho, pero creo que trata de evitar que sea igual de gordito que él.
—Eric es un mentiros——una mano lo interrumpió, al ver cómo le quitaba la bolsa al rubio que sonrió.
—Oh, salchichas, Eric, no terminé de comer mis tres pedazos. Mami me dijo que me iba a preguntar estrictamente cuántos tenía——
—Sí, sí, lo que digas, ¿tienes algo más que unas manzanas asquerosas? Sabes que la comida sana es del demonio —pronunció el castaño sonriente. Kyle se le quedó mirando y luego palideció. Era el chico de allí, al que le caía mal. Ahora que lo miraba bien, sus ojos poseían una leve diferencia. Espera, ¿qué leve? Era demasiado notoria. Ese ojo azul era igual que el del rubio llamado... ¿Cuál era su nombre? Espera, ¿de cuál rubio habla? No importa, de igual forma, es injusto.
—¡No lo trates así...! —Kyle se paró y se encogió de hombros, susurrando el final. El castaño lo miró, de pies a cabeza y levantó las cejas.
—Vas a detención por un par de hora y te crees que puedes meterte conmigo —rió entre dientes y sacó del fondo de la bolsa, una barra de chocolate. Comenzó a comerla con calma.
—P–Pues... —lo apuntó, queriendo sacar coraje y aclaró su garganta. —... Eres una persona muy grosera —el silencio gobernó por unos momentos, hasta que el gordito tragó el chocolate para luego reír.
—Cálmate, estás tenso —lo abrazó por los hombros.
—¿Se conocen? —preguntó inocente el rubio. —Kyle es muy tenso. Tiene miedo de socializar——
—¡Butters! —pronunció el chico sonrojado de la vergüenza.
—Oh, ¿en serio? Por eso, déjame ayudarte —le dio unas palmaditas —seamos amigos.
—¡¿Qué?! ¡No! —su rostro cambió a uno de horror, negando frenéticamente.
—¿Cómo que no? ¡El gran Eric Cartman te deja ser su amigo! Todos quieren serlo —elevó su brazo y se giró a mirar al resto de personas de la cafetería que almorzaba tranquilamente. Nadie les estaba prestando atención —¿Ves? Todos me reclaman —colocó su mano en su pecho. Al cabo de segundos, Kyle se zafó del agarre.
—Nadie te reclama y no quiero ser tu amigo —pronunció rojo por la molestia. —Deja en paz a Butters.
—¿Siquiera te sabes su nombre real? —se inclinó, levantando las cejas.
—Se llama Leopold —se colocó las manos en su cadera y se inclinó.
—¡No! Estás equivocado —imitó su acción, solo que se inclinó hacia adelante y le picó la nariz. —¡Se llama... PEPE!
—¿Pepe? —cuestionó Kyle frunciendo las cejas.
—Sí, Pepe, ¿verdad, Pepe? —miró al rubio que parpadeó confundido.
—Uh... En realidad mi nombre es——
—¡Desde ahora eres Pepe! —colocó un dedo en sus labios y metió en su boca el resto del chocolate.
—¡De igual forma, no tienes derecho a tratarlo así! —pronunció colérico el pelirrojo. El gordo al ver que se terminó el chocolate, dejó caer el papel al suelo y limpió sus manos en una servilleta que encontró por ahí. —¡Hablo en serio! —apuntó el pecho ajeno y el castaño levantó las manos con inocencia.
—¡Oye, cálmate! Sé que en estos momentos estás mal por tu condición pero no tienes por qué tratarme así —pronunció con una mirada inocente. El pelirrojo levantó una ceja.
—¿Condición? —preguntó Kyle y Pepe al unísono.
—Claro... Ya sabes... —insinuó, al ver confusión por la parte judía, aclaró su garganta. —... Tu condición... Tener... Arena en la vagina.

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DETENTION | Kyman
FanfictionAmor, ¿puedes encontrarme esta noche en detención? Puedo sentir tu presión sanguínea subir, que se joda esta tensión Déjame arrastrarte en tu mente, ¿lo mencioné? Fingir que todo está bien es una detención