DETENTION | Kyman

Veintitres

Yacía en la sala de espera en el hospital. Había decidido quedarse unas largas horas a pesar de lo ocurrido. Los padres de Stan también lo acompañaban, e incluso su madre había hablado con la progenitora de Kyle, explicándole la situación y lo decidido que estaba el pelirrojo para quedarse.

Todo reinaba en un claro silencio, hasta que se empezaron a escuchar unas quejas.

—¡Gordo de mierda, ¿Por qué no cierras tu enorme culo de una vez?! —se quejó la voz de Craig a lo lejos. Kyle que tenía signos de haber llorado, se talló los ojos y se giró a mirar al de gorro azul acercándose junto con Kenny, Cartman y Tweek.

—¡Cállate, peruano! ¡En vez de tragarte palomas, puedes tragarte una buena pija! —soltó una carcajada. —¡Cierto que ya lo haces!

—¿Chicos? —preguntó suave Kyle, levantándose de su asiento. Los padres de Stan miraron al grupo con el ceño fruncido y una mueca. —¿Por qué no bajan la voz?

—Lo siento, honguito, es que son así —se encogió de hombros Kenny que sonrió, mostrando sus dientes torcidos. A Kyle le recorrió un escalofrío al verlo, pero se logró contener.

—¿Está bien? —intervino nervioso Tweek, inclinándose.

—Dios, son las dos de la mañana, ¿Qué hacen aquí? ¿Cómo se enteraron? —preguntó curvando sus cejas el pelirrojo de ojos cafés.

—Kenny se encontró en el cielo a Stan y bueno, pensó lo peor —se encogió de hombros Craig, mostrándose serio como siempre.

—¿Se murió? —no le sorprendía, y dudó mucho si preguntar pero tenía que hacerlo.

—¿Quién? Kenny sí —señaló Tweek al rubio que miraba alrededor con aburrimiento.

—¿Dónde está nuestro negri? —preguntó el bronceado rubio.

—¿Disculpen? ¿Quiénes son ustedes? —intervino la señora Marsh, acercándose al grupo de adolescentes.

—Somos amigos de su hijo, señora —expresó calmado Craig. Miró de reojo los temblores de su novio y le tomó de la mano, acariciándola para tranquilizarlo.

—Iré por café —se separó Tweek con cierto desdén al agarre y apretó los labios. —¿Alguno quiere algo? —Craig lo miró sin entender y pestañó.

—Te acompaño —propuso el de pelo negro.

—No, no, quiero un momento a solas —y sin más se alejó, metiendo las manos en sus vaqueros.

Kyle se fijó que la madre de Stan, se volvió a sentar, con una mirada abrumada. Y es que no era estúpido pensarlo o verla en ese estado.
La situación le afectó tanto como a los padres, aunque dudaba sentirse tan miserable como el padre que había salido a, probablemente fumar marihuana.
La mujer estaba aún consciente, llevaba los labios rojos y las mejillas coloradas, junto a un vestido negro y un suéter marrón. Unos lindos tacones rojos relucían en sus pies, llamando la atención. ¿Habrá estado en una cita? Los padres de Stan estaban divorciados, eso es obvio, aunque el hecho que la mujer juegue con un anillo en sus manos, hace pensar que reconsidera la idea de volver a estar con aquel fracaso de padre. Murmuraba algunas cosas como un: “¿Qué debo hacer?”.

—... Nada —se sobresaltó al escuchar una aparente respuesta y se giró a ver a Kenny que lo miraba.

—¿Eh?

—Dije que si vas a seguir parado mirando a la nada —Kyle se fijó en el otro par que estaba en silencio. Raro en ellos. Quizás Craig estaba pensando en por qué Tweek se comportó así con él, y Kenny quizás estaba siendo responsable o intentando consolar a Kyle de alguna manera. Y Cartman...

¿Cartman por qué estaba callado?

No se sabía. No era una persona callada, al contrario, era excesivamente habladora, tanto al punto que resultaba irritante. Incluso hasta que llegaron, no cerraba el culo según Craig, pero aun así...

¿Aun así qué fue este cambio brusco?

Su mirada se deparó en el de ojos bicolores, que miraba al suelo y jugaba con sus cordones desatados. Apretaba y relamía sus labios, mostrándose calmado y maduro, era frío en él y muy ajeno.

—¿Kyle? —repitió Kenny, sacando al pelirrojo de su ensoñación.

—¿Qué sucede? —fingió demencia. Kenny mantuvo la mirada en el aire y terminó sonriendo, negando con la cabeza al final.

—Debe ser difícil haber visto a tu amigo intentando suicidarse, ¿No? —le preguntó suave, casi comprensivo. Ahí Kyle notó que tuvo la atención de todos. Pero no él. Kenny la tenía. De Craig que tenía una mirada dolorosa y de Cartman que fruncía el ceño. Entendía que para ellos, ser directo era un problema, porque Kenny casi no tuvo tacto, pero—

Aun así, lo miraban mal por otro motivo parece.

—¿Padres de Stanley Marsh? —un doctor apareció, y todos se giraron de inmediato a verlo. La madre de Stan se acercó casi corriendo y con el corazón en mano, con sus cejas caídas y todo. —Él está estable, le cerramos las heridas. Por suerte, no se agarró ninguna vena. Le va a quedar cicatriz —explicó.

Kyle no quiso escuchar más tampoco, se giró a ver a Cartman, que aún mantenía fija su mirada negativa en Kenny, que solo podía mirar a una madre preocupada hablando con un médico.

Si tan solo Kenny hubiera tenido eso. Si tan solo alguien le hubiera importado sus intentos de morirse y no despertar más.

Si tan solo Cartman, que apretaba los puños, no hubiese hervido en sangre, quizás solo quizás, no sería tan tensa la cosa entre ellos.