Cinco

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—¡Felicidades! De nuevo estás en detención —pronunció el castaño sonriendo a pesar de la inflamación en su mejilla.

—Dos veces seguidas en un mismo día —el pelirrojo se abrazó aterrado.

—Dios... —suspiró apoyándose en el banco.

—¡Dos veces en un mismo día! —gritó aterrado. —¡Mi madre va a matarme! Soy un fracasado. Me estoy perdiendo las clases —se tapó el rostro.

—¡No! ¿En serio? ¡Eres todo un criminal! —pronunció sarcástico Eric, mirándolo sorprendido.

—¡Y tú! —lo señaló y se acercó, impotente. —¡Todo esto es tu culpa! Si  no me hubieras dicho eso, no te hubiera pegado.

—Y si el idiota que inventó el idioma, no lo hubiera inventado, ¡yo no lo hubiera dicho! —curvó sus cejas con falsa angustia. —¡Somos los dos víctimas!

—¡Claro que no! —le gritó y apretó los puños.

—¡Cálmate! No te desahogues conmigo. No es mi culpa que...——

—¡No lo digas!

—... Tengas arena en la vagina —obviamente Kyle soltó un grito de frustración ante eso y se retorció. Allí a los minutos, entró el rubio con las manos quemadas y la camisa empapada. —¡Carajo, Tweek, ¿qué mierda te pasó?! —sonrió amenazando con reír.

—Tuve uno de mis ataques y derramé el café encima de la cara del conserje —tragó saliva, apretando los dientes con tal de mantenerse quieto, pero era evitable. Obviamente el gordo rió a carcajadas.

—¿Está bien el conserje? —preguntó preocupado el pelirrojo. —¿Y esas quemaduras?

—En realidad, estas son de hace tiempo por culpa del café hirviendo que mi padre me tiró la otra vez por inútil —se encogió de hombros, aunque los tics provocaban movimientos bruscos.

—¿Te lo tiró? —lo miró angustiado —¿por qué no lo denunciaste?

—South Park es un pueblo demasiado pequeño, no puedo irme a ninguna parte —volvió a encogerse de hombros y se sentó al lado de Kyle. Siempre fueron neutrales compañeros, Kyle sabía que era algo raro ese rubio, pero se limitaba a hacer trabajos con él cuando no tenía a Stan en la clase.

—¿Y el conserje? —cuestionó nuevamente el pelirrojo.

—En el hospital —respondió con simpleza. —Gordis, ¿qué vas a llevar hoy? —Kyle se encogió en su asiento al notar que estaba de más.

—¿A dónde?

—Al cementerio —se encogió de hombros. —¿No nos llamaste de nuevo?

—¡Oh, cierto! —hizo memoria. —Sí, hay que desenterrar a Kenny.

—¿Kenny? —inclinó su cabeza el pelirrojo. Tanto el rubio como el castaño cruzaron miradas y se centraron en el ingenuo.

—Tú lo conociste hoy.

—¿Eh? —mostró confusión ante la afirmación del gordo. No le extrañaba que fuera tan mentiroso, pero aquel ojo que lo miraba fijo, le aseguraba que decía la verdad. Ese ojo no tenía brillo, a diferencia del café.

—Sí, solo que lo viste morir y no te acuerdas.

—¡¿Presencié una muerte?! —Tweek se mantuvo callado, mirando al par discutir. —¡No digas estupideces, gordo——se interrumpió a sí mismo, por un jadeo.

—¿Gordo? —el castaño levantó una ceja.

—¡Lo dijiste! —exclamó Tweek sorprendido. —¡Gordis, ¿lo escuchaste?! ¡Hasta un judío pelirrojo te lo dijo! —se burló —¿te quedarás con los brazos cruzados?

—¡Claro que no! —el gordo se levantó y caminó al menor, que tembló en su lugar. —¡No soy gordo, soy fuertecito! —y sin más, impactó su mano abierta en la mejilla del menor, dándole una cachetada. Kyle quedó en silencio mirándolo, sin entender la situación. Por encima de su hombro, observó que Tweek que le hizo unas señas, que acató, por miedo.

—¡Ay, no, me dolió demasiado! —dirigió su mano a su mejilla y la frotó, sintiéndose tenso ante su mentira. Cartman se giró a mirar a Tweek que sonrió levemente y asintió.

—Kyle —llamó Tweek esta vez. —¿Quieres venir con nosotros a desenterrar a Kenny? —de inmediato las cosas se congelaron para el adolescente. ¿Iba a hacer algo ilegal?

—¿Pero no es ilegal? —pronunció incrédulo.

—No si la persona a la que vamos a desenterrar... Está viva —levantó las cejas.

—¿Viva?

—Una incompetencia de los doctores. Aunque si tenemos suerte, la puta de la madre de Kenny lo parió de nuevo.

—¿Pero no tendría que tenerlo en la cárcel? —preguntó extrañado.

—¿Cárcel? —obviamente Kyle fue ignorado.

—El punto es que... —se giró a mirar a Kyle —... ¿Quieres venir con nosotros? Será después de clases e iremos derecho —parpadeó. Kyle tragó saliva ante la cuestión de Tweek.

—Tendría... Que pedirle permiso a mi mamá —susurró. Tweek de inmediato sonrió compasivo.

—Tranquilo, puedes decir que vienes a mi casa a hacer un trabajo. Nadie dirá nada —mostró sus dientes con dulzura.

—Tweek, ¿Craig lo sabe? —dudó.

—Craig quizás ahora se la esté mamando a Thomas —se encogió de hombros.

—Qué cornudo consciente —rió entre dientes el castaño.

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Bien, algunas aclaraciones:
1. En esta historia, los personajes tienen un lore y una personalidad relativamente diferente, pero se mantiene su esencia característica.
2. Pueden preguntar todo lo que quieran respecto a dudas o contar teorías, es algo que me gusta leer y responder B)
3. Los padres de Kenny están en la cárcel, y Kenny puede vivir solo por ser mayor de edad (lógica de haber repetido tanto).
4. Los personajes tienen más de catorce años, no aseguro la edad aún.
5. Lentamente se van a formar los Teams, aunque va a ser algo más compuesto. Por ahora, Kyle solo tiene a Stan y Butters de amigos, y se junta en los trabajos con Tweek. En cambio, Kenny, Cartman, Tweek y Craig son un grupo de amigos que se conoció especialmente en detención.
6. Esta historia va a ser una forma de desarrollar la independencia de Kyle y sus distintos conflictos personales (obviamente va a estar emparejado con Cartman, pero eso va faltar, primero necesitan una base de amistad).

Esas son todas las explicaciones por ahora. Cualquier cosa díganme uvu

Suerte y nos leemos luego!

DETENTION | KymanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora