Al entrar, un olor a cigarro inundó el lugar. El señor Mackey estaba discutiendo con un rubio que estaba fumando dentro, mientras miraba una revista para adultos sin siquiera prestarle atención al consejo. También se oían carcajadas, a la diagonal de atrás del rubio se encontraba un gordito, que golpeaba el banco con fuerza con tal de controlar su risa ante la situación.
Kyle se sorprendió de ese ambiente y miró a Craig, que sonreía levemente y se disponía a sentarse en el fondo, en la pared donde estaba la ventana. Kyle al ver que era el único alumno parado se apresuró a sentarse al frente, mirando a los problemáticos mientras pellizcaba su mano con tal de controlar su ansiedad.—¡Kenny! Me cansé de que siempre fumes aquí, ¿mm'key? —le quitó la revista, y se puso en posición de jarrón. —Las drogas son malas, ¿mm'key? —el rubio apagó el cigarro contra la mesa, llegando a quemarla un poco.
—Sí, claro, lo lamento —sonrió relajado y el de cabeza grande suspiró.
—Okey —miró a Craig que colocó su cara más neutral y lo miró frustrado. —Craig, es la quinta vez en la semana que vienes aquí, deberías comenzar a portarte bien, ¿okey? —Craig sonrió divertido al ver cómo el castaño quería contener la risa.
—Okey —rió entre dientes, al escuchar cómo el castaño rió incesante.
—Y tú... —se giró a mirar a Kyle y parpadeó confundido —... ¿Kyle? Es raro verte aquí, intenta no empezar venir como Craig, ¿okey?
—Sí, Sr. Mackey, lo siento —le sonrió con timidez y el mayor asintió.
—Okey. Bien, tengo que ir a hablar con el director PC del comportamiento de Kenny, así que tendrán cosas para hacer, ¿okey? —agarró varias hojas y las fue entregando a los presentes. —Tienen que escribir sobre cómo se sienten al portarse mal, ¿okey? No causen problemas, ¿okey?
—Okey —dijo el trío, soltando una risa a lo bajo. Kyle los miró incómodo de reojo y luego observó la hoja con la pregunta y varios renglones.
—Okey, me voy, ¿okey? —se acercó a la puerta y miró a todos por última vez, para luego irse. El castaño se acomodó en el asiento e hizo una bola de papel para tirarla al pelirrojo.
—¡Ey! Déjame en paz —se sobó la nuca, mirándolo molesto.
—Oh, no, es pelirrojo. Puta madre, son una puta plaga estos pintura pedorra —gruñó torciendo los labios. —No puede ser que Estados Unidos le dé derechos a esta clase de gente, se nota que es un país generoso —se apoyó en el respaldo y juntó sus manos como si estuviera rezando. —¡Por favor, Dios, bendice a los pecadores y líbralos del mal, amén! —el pelirrojo torció los labios y gruñó.
—Te he visto en algunas clases.
—Pocas, no va desde principio de año —explicó brevemente Craig.
—Las clases son para pussy —dijo con calma el rubio, rebuscando en su mochila y sacando otra revista.
—Exacto, las clases no sirven para nada, puedes simplemente estudiar a último minuto y no preocuparte —se encogió de hombros.
—Pero... ¿Y si no entiendes algo?
—¿Tienes que entenderlo? Es aprender de memoria —explicó el castaño. —La sociedad no le importa qué aprendas, solo quiere que repitas cosas en un trozo de papel que define tu futuro —se apoyó en su mano con aburrimiento.
—Así que lloraste innecesariamente —pronunció calmado el pelinegro.
—¡Espera! ¿Lloraste por un examen? Dios, qué patético —rió a carcajadas. —Aparte de pelirrojo, come libros, solo falta que sea judío y listo —lo único que se escuchó fueron carcajadas de él.
—Bueno, soy... Judío —pronunció titubeante. El castaño dejó de reír y lo miró incrédulo. —Y no está bien que menosprecies a los demás.
—Oh, lo siento... —susurró curvando sus cejas —... Lamento que tengas que sufrir tal enfermedad mental —volvió a carcajearse y el pelirrojo arrugó su nariz, volviendo su vista a la hoja.
“¿Cómo se siente ser castigado?”.
Nunca le habían dicho que tenía que expresarse, ¿qué tenía que decir? ¿Qué era lo que esperaban de él? Se sentía frustrado consigo mismo, asustado, ahogado, irritado, angustiado y decepcionado, pero no sabía si era lo mejor decir eso, quizás había problema o no querían responsabilizarse de eso. Se restregó las manos en la cara preocupado.
—Ey —se giró y miró al rubio que lo miraba. Tenía una adorable mirada pura con esos ojos azules, pero sin ningún brillo. Era irónico que unos ojos tan lindos vieran una revista porno. —Sabes que no necesitas contestarlo, ¿no? Si tiramos todas las hojas y decimos que no nos las dio, se la creerá. Ya es la novena vez que se la creería —sus ojos sonrieron amables. El pelirrojo dudó y negó.
—Pero... Está mal mentir.
—Solo estaríamos escondiendo la verdad —se encogió de hombros y luego miró de reojo al castaño y a Craig hablar. —Ellos lo harán, no son tan románticos para expresarse en una hoja fácilmente desechable de papel. —volvió a mirar al pelirrojo.
—Entonces... Yo también lo haré —susurró inseguro de su decisión, se sentía como una oveja, siguiendo al rebaño de ovejas negras, era la única blanca en ese rebaño.
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DETENTION | Kyman
FanfictionAmor, ¿puedes encontrarme esta noche en detención? Puedo sentir tu presión sanguínea subir, que se joda esta tensión Déjame arrastrarte en tu mente, ¿lo mencioné? Fingir que todo está bien es una detención