Capítulo XLIV

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La mansión de los Erwine estaba otra vez llena, todos se habían trasladado ahí mientras el cuerpo de Susana era retirado. Los empleados iban uno a uno al salón para presentar sus respetos a los dueños de la casa.

Sofía y Charlotte se vieron envueltas en lágrimas desde el momento que se vieron. La dama de compañía que había acompañado a los recién casado también había vuelto sana y salva a la casa, su familia había sido llamada y en ese momento la rodeaban y llenaban de palabras de alegría por su regreso.

La familia de Jason había sido llamada para poder darles el pésame como se debía y entregar el cuerpo de su hijo y poder darle la sepultura que se merecía.

Una de las recién nacidas se encontraba en los brazos de Frederick y otra estaba recostada en una cuna improvisada que las doncellas habían fabricado para ellas.

—Sigo sin dar créditos a todo lo que ha pasado. Me casé, casi pierdo la vida junto con mi esposa en mi luna de miel y ahora soy padre de dos niñas, todo en menos de un año.

Charlotte lo miró de reojo, el cuerpo de su marido estaba desmejorado al igual que el suyo. Las prendas que portaban les quedaban muy grandes.

Para Frederick era casi imposible sostener a la niña en brazos y ponerse de pie, Logan se dio cuenta que su hermano quería realizar ese movimiento, así que se acercó y tomo a la niña en brazos.

—Necesito hablar contigo un momento.

Dejaron a la niña en brazos de Charlotte y ambos hombres de disculparon antes de encerrarse en el estudio.

—Son unas niñas preciosas. —comentó Charlotte.

—Te extrañé mucho.

—Yo también los extrañé, vivimos días horribles que espero dejar pronto atrás.

—No volveré a preguntar sobre ellos si eso te hace sentir mejor.

Los padres de Jason se encontraban con los familiares de Georgi la dama de compañía hablando en voz baja. Charlotte los miro con culpa y dolor.

—No puedo quitarme de la cabeza que es nuestra culpa la muerte de ese hombre. Cuando fueron a buscar ayuda no era indispensable que Jason fuera pero queríamos que todos ustedes supieran que estábamos bien, así que se ofreció voluntario, cuando supieron que era un sirviente tres hombres bajaron del bote dándole su lugar.

—No fue culpa de nadie lo que pasó, no cargues con más de lo que puedes.

—Ahora tengo dos niñas por las cuales ver.

—¿Se quedarán con ellas?

Sofía siempre había pensado que cuando Frederick se convirtiera en padre sería como todos los caballeros de grandes rangos, que pasarían una renta para la criatura pero nunca estarían presentes y ahora que la madre no estaba, imagino que mandarían a las niñas con padres sustitutos y las mantendrían pero jamás cruzó por su cabeza que conservarían a los hijos de una mujer de loa posición que era Susana.

—Claro que sí, no podemos abandonarlas a su suerte, no tienen madre, Frederick sé que estará de acuerdo conmigo en esto.

—Son buenas personas, estas niñas serán las más afortunadas del mundo al tenerlos como padres.

La respiración de Charlotte se volvió agitada, se sentía agotada por el viaje y las emociones del día, recostó su cabeza en el sillón donde se encontraba he intento regularizar su respiración.

—¿Quieres irte a recostar a tu recamara?

La respuesta no fue dicha, en ese momento se abrió entraron a la sala los señores, los cuales se acercaron a los familiares de sus empleados.

—Hablaré en nombre de mi hermano porque como saben su salud está un poco mal por lo que necesita reposar. —Frederick fue a sentarse junto a su esposa — hemos hablado para poder llegar a un acuerdo con ustedes, nos gustaría que Georgie siguiera trabajando con nuestra familia si es lo que ella desea, si decide retirarse le será otorgada una renta vitalicia por sus servicios y por el mal momento que ha pasado. Por su parte nosotros cubriremos los gastos del funeral de Jason y su mujer e hijos recibirán una renta y nos encargaremos de los estudios de los niños, también ayudaremos los ayudaremos a ustedes como padres. Todo esto sabemos que no es nada y que no podemos hacer otras cosas para borrar lo vivido, pero es lo que está al alcance de nuestras manos para poder sobrellevar este duro golpe.

—Me gustaría seguir trabajando aquí si me lo permiten — la voz de Gerogie se escuchó en el silencio.

—Serás bienvenida — le respondió Charlotte — estarás en tu casa hasta que el medico diga que es conveniente que regreses.

Ambas mujeres se sonrieron, habían estrechado lazos en los meses que permanecieron en la isla.

Anna y Jane fueron los nombres escogidos para las niñas. Por culpa del estado de salud de Charlotte y Frederick el bautizo fue pospuesto unas semanas para que su recuperación estuviera completa. Logan y su mujer regresaron a su casa esperar la dulce llegada de su hijo,

Se habían contratado niñeras y nodrizas para las niñas, una nueva dama de compañía le fue asignada a Charlotte mientras la suya se recuperaba.

Frederick se ponía un poco más fuerte cada día, ese día se sentía lo suficientemente bien como para bajar y realizar su trabajo que como suponía estaba acumulándose, a pesar que tenía el apoyo de Logan, ahora él tenía su propia casa y pronto su propia familia por lo que no podía seguir permitiendo que cargara con el peso de mantener dos casas.

Justo como imagino su hermano llegó poco después de que se había acomodado en su silla.

—¿Qué haces aquí? —preguntó Logan.

—Trabajando. He pensado que ya estoy totalmente recuperado, puedo ocuparme de mis obligaciones de hoy en adelante.

—¿Qué ha dicho el médico?

—Que vayas a tu casa y acompañes a tu esposa la cual está a días de dar a luz.

Logan sonrió, le producía felicidad ver a su hermano recuperado. La imagen que tenía de él cuando fue rescatado era algo que quería olvidar y ver a su hermano ahora le ayudaba a eso.

—No sabes lo mucho que me alegra verte de nuevo detrás de tu escritorio. Me gustaría quedarme hoy si no te molesta, he disfrutado ser el hermano mayor y necesito desprenderme poco a poco.

La verdadera razón es que Logan quería estar seguro de la recuperación de su hermano, si al final del día Frederick lo lograba él se iría a su casa con la seguridad de que podría disfrutar a su familia sin estar preocupado por su hermano.

Ambos hermanos se quedaron en el despacho atendiendo pendientes, unos días atrás Sofía había enviado una carta a Frederick, era la carta que Logan le había enviado cuando pensó que había muerto, Sofía le había escrito una nota en la que le pedía que no volviera a irse porque su hermano n lo superaría.

La leyó en total silencio y concentración, cuando terminó la lectura miró a su hermano que se encontraba enfrascada en un libro de cuentas que tenía frente a él. Por un momento Frederick pudo ver al niño que se sentaba junto a él en el cuarto de jugos.

Cuando Frederick era niño tenía clases privadas con su padre en las cuales le daba tareas importantes que tenía que intentar resolver como pudiese, a Logan le gustaba ser como su hermano mayor, así que agarraba hojas y se ponía a escribir garabatos junto a él con cara seria. En algún momento Logan se aburría, se ponía de pie y le decía a su hermano.

—Hoy ha sido un día largo, porque no vamos a tomar algo y salimos a jugar.

Esa cara seria era la misma que tenía Logan en ese momento, Frederick resistió el nudo en la garganta que tenía y se pudo de pie.

—Hoy ha sido un día largo, porque no vamos a tomar algo y salimos a jugar,

Logan miró a su hermano, sonrió ampliamente y tomó su sombrero.

Amor desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora