16 años después...
Anna corría escaleras abajo, un segundo antes había visto por la ventana de su recamara legar el carruaje de su madre. Su madre y su hermana Jane habían ido a la tienda de la señora Godfrey por los vestidos que usarían el fin de semana. Por fin comenzaba la temporada y las gemelas serían presentadas en sociedad.
En esa ocasión, Anna no había podido ir a la última prueba y recoger su vestido a causa de un resfriado, después de meditarlo bien, decidió no salir de su casa por nada del mundo y poder recuperarse bien para el día de la presentación estar perfectamente.
La primera en entrar por la puerta fue Jane, llevaba en sus manos dos grandes bolsas apenas y podía con el peso pero entró con una sonrisa en el rostro.
—¡Enséñamelo! ¡Enséñamelo!
—Niñas, si van a sacar los vestidos, háganlo en sus recamaras, no tardan en llegar sus tíos y no quiero que la sala parezca boutique.
—Solo dime una cosa. ¿Es hermoso? —preguntó Anna a su madre.
—Te quedará divino. Tú y tu hermana serán la sensación.
—No sé si eso me tenga tranquilo. —Su padre iba llegando en ese momento, en una mano sostenía su bastón y con la libre abrazó a su mujer por la cintura.
—Es grandioso papá, mientras más hermosas nos veamos, más pronto conseguiremos marido. —Contestó Jane.
—Veré las opciones, ustedes son demasiado perfectas para cualquiera, si no hay ningún buen candidato esperarán hasta la siguiente temporada.
Las gemelas ignoraron a su padre y después de mandarles un eso subieron hasta la recamara de Jane para poder ver y probarse sus vestidos.
El vestido de Anna era color lila, la cola era un poco abombada pero nada exagerado, toda la cola estaba adornada con flores plateadas el tocado que llevaría en la cabeza también era color lila y sin destellos. El vestido de Jane era exactamente igual pero era color rojo con flores doradas.
—Espera a que Arthur nos vea, no volverá a decir que seremos las próximas solteronas de Dumfriesshire —Jane daba vueltas mientras hablaba.
—Arthur no lo dice enserio Jane.
—Siempre lo defiendes, Arthur nos dice cosas hirientes en todo momento y tú estás de su lado en cada ocasión.
—Es nuestro primo Jane, no nos lastimaría nunca intencionalmente.
Un golpe en la puerta interrumpió su plática. Su madre, su tía Sofía y la pequeña Lucy entraron a la recámara.
—Su madre me ha dicho que ya tienen los vestidos para el baile de presentación.
Las dos hermanas se turbaron un poco, pensando que tal vez su tía las había escuchado hablando de su hijo, pero cuando se dieron cuenta que no era así, le modelaron los vestido con ilusión.
Arthur era el hijo mayor de Sofía y Logan, las gemelas eran solo unos meses más grandes que él. Hubo un tiempo que los tres eran inseparables, pero un día se volvieron adultos y todo cambio. Un verano Arthur había viajado al extranjero invitado por un amigo, el viaje se prolongó demasiado, cuando volvió las gemelas ya estaban haciendo los arreglos para el inicio de la temporada y todo lo que tuviera que ver con ese tema ponía de muy mal humor al recién llegado.
Cuando toda la charla referente a los vestidos terminó, las gemelas pidieron permiso para ir a pasear al jardín, la pequeña Lucy las acompañó, dejando a las dos adultas en la habitación.
—¿En qué momento nuestros hijos crecieron tanto? —Preguntó Sofía seguido de un suspiro.
—No quiero ni pensar que tal vez muy pronto mis pequeñas se vayan se esta casa, quedaré tan sola.
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Amor desconocido
Historical FictionFrederick Erwine, tiene a todos los habitantes del condado de Dumfriesshire a sus pies. Las madres, tratan de emparejar a sus hijas con tremendo partido, los caballeros, buscan incluirse en sus negocios, las jóvenes, rezan para que las note y los ni...