Capítulo XXV

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El silencio en la habitación de rompió cuando Frederick le dio el permiso a Susana de recorrer la casa, para el enfermo eso implicaba tranquilidad al poder deshacerse un rato de ella.

–Tengo que hablar con mi hermano, así que piérdete un rato por la casa y danos unos minutos, por favor.

–Gracias, cariño, quiero conocer tu casa bien.

Los hermanos vieron como la susodicha se alejaba y salía por la puerta, Logan tenía muchas cosas que decirle a su hermano, pero este se le adelantó antes de poder decir una palabra.

–¿Por qué nadie me avisó que el señor Philips estaba en la casa?

–No estabas en condiciones de recibirlo, me tomé el atrevimiento de atenderlo yo, aunque créeme que me costó mucho que me contara todo, te tiene demasiada lealtad.

–Pues al parecer no la suficiente, es un tema que le dije que exclusivamente tenía que hablar conmigo.

–Pues lo platicó conmigo, porque tú estabas demasiado borracho como para bajar a atenderlo. Mira hermano, no quiero pelear contigo y aunque me gustaría que me explicaras muchas cosas, quiero mostrarte el informe de que el señor Philips te dejó.

–Cuéntame todo lo que te dijo, el informe lo dejaré para el final. Dime que existen las pruebas para solicitar la anulación del matrimonio sin necesidad de un divorcio.

Logan negó con la cabeza al escuchar el tono del infortunado, dejó la pila de papeles a un lado y se acercó una silla para estas más cerca de la cama.

–Quiero que me escuches y no quiero que me interrumpas hasta que haya acabado ¿Entendido?

La impaciencia de Frederick por saber todo lo hizo aceptar sin miramientos.

–Voy a contarte la parte más importante, lo demás podrás leerlo en el informe, Robert Wallis estuvo mucho tiempo viviendo en Peeblesshire que fue donde conoció a Charlotte, después de la noche que supuestamente estuvo con Charlotte, fue detenido por lo oficiales del pueblo, ya que había dejado varias deudas en un bar cercano, por eso Charlotte lo perdió de vista, al parecer dentro de la cárcel compartió celda con alguien que conoce a Charlotte. Un tal Edward Letinton, al parecer tu suegro le debía una buena cantidad de dinero, el meollo del asunto es que ahí dentro estos dos indecentes se hicieron amigos, así que Letinton supo la identidad de Charlotte cuando Wallis abrió su bocota. Voy a dejar el tema de Letinton para después.

La impaciencia de Logan por salir rápido de ahí y evitar que Charlotte se encontrara con Susana lo hacía hablar rápido.

–Pero hubo más cosas que Wallis le contó a Letinton ese día, esa noche que estuvo con Charlotte, no la tocó, al parecer él estaba tan borracho que no pudo hacer nada, que déjame decirte que es un maldito, que, si hubiera estado en sus cinco sentidos, otra cosa hubiera sido, pero la realidad es que Charlotte no faltó a ningún voto. Después de Salir de prisión los dos hombres siguieron en contacto, existen cartas entre los dos y el nombre de Charlotte aparece en varias de ellas, pero todo contacto cesó el día que Wallis llegó a Dumfriesshire, así que no sabemos que pensar de eso.

La cara de Frederick cambio totalmente, una expresión de asco y repulsión abarcó todo su rostro, Logan no se detuvo y siguió:

–Y déjame decirte que el engañar mujeres es un negocio que el señor Wallis tiene bien entrenado, en varios condados, existen decenas de mujeres a las cuales sedujo y engañó vilmente, tiene varios hijos ilegítimos de los cuales no se hace cargo. Si esa mañana no hubiera sido arrestado, Charlotte hubiera corrido con esa misma suerte. Y si todo es cierto Emma Bertram esta en grave peligro de ese canalla. También tengo aquí conmigo una carta que me gustaría que leyeras antes de continuar.

La cara de repulsión iba en aumento conforme leía la carta de Charlotte había escrito hace apenas unos días, a punto de acabar de leerla, alguien tocó, los dos ignoraron el golpe, pensando que era Susana tratando de interrumpir otra vez. Cuando la voz de Sofia se escuchó del otro lado, Logan se levantó a ver que sucedía.

–¿Qué sucede?

–Charlotte se fue, no pude detenerla.

–¿Charlotte estaba aquí? –Preguntó Frederick desde la cama.

–Si, estaba aquí, estaba esperando a que yo terminara de hablar contigo. ¿por qué se fue? – Le preguntó a su novia.

–Esa mujer fue hasta la recamara y se puso a hablar como si fuera la dueña de la casa, y le ha dicho a Charlotte que estaba embarazada de Frederick, todo se volvió un caos, y Charlotte se fue. No puede estar demasiado lejos, no traía carruaje y el nuestro sigue en la entrada.

El asco que Frederick había experimentado todo el rato hizo efecto y volvió el estomago en ese momento. Su hermano y cuñada se acercaron rápidamente.

–Vayan a buscarla enseguida, y manden llamar a Susana en este segundo.

La frustración se acumuló en todo su cuerpo, postrado en la cama con una pierna rota no podía hacer nada. Toda la información recibida le daba vueltas en la cabeza, se daba asco después de todo lo que hizo que Charlotte pasara por algo que nunca sucedió.

Y el tema de Susana no podía caer en, pero momento, no sabía si el embarazo era real o un simple estratega de ella por celos, pero eso era algo que resolvería. Tenía que arreglar tantas cosas que su estómago se revolvió de nuevo. Vomitó de nuevo.

 Vomitó de nuevo

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Amor desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora