Capítulo XXII

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La mañana se sentía distinta, la pareja de novios sonreía durante el desayuno, mientras Frederick aún continuaba en su recámara, las preocupaciones que mantenían a Logan con los nervios de punta pronto se acabarían y eso lo mantenía feliz. Logan confiaba que en cuanto su hermano leyera el contenido de la carta, todo volvería a la normalidad.

–Señor. Buscan al señor Erwine, pero él pidió que cualquier asunto lo tratáramos con usted.

–¿Quién lo busca?

–El señor Phillips, señor.

–Hágalo pasar al estudio por favor, dígale que en un minuto estoy con él.

Estando solos de nuevo, Logan le explicó a su prometida quien era el señor que lo esperaba. Sofía comprendió lo importante que era esa entrevista para todos. Todo dependía de lo que el señor Phillips encontró en su búsqueda, si algo de lo que encontró perjudicaba más a Charlotte, ya no existía nada que ellos pudieran hacer por ayudarla.

–Ve, no lo hagas esperar. Yo estaré en el jardín esperándote.

No esperó más y fue a encontrarse con el hombre del cual dependía la estabilidad emocional de su hermano, porque si de algo Logan estaba seguro era que, aunque la carta de Charlotte era algo fundamental para resolver el problema, Frederick no entraría en razón si el señor Phillips le traía noticias que perjudicaran aún más a su aún esposa.

–Señor Phillips, buenos días, espero no le moleste, pero seré yo el que lo atienda el día de hoy, mi hermano se encuentra un poco indispuesto.

–No es molestia hablar con usted, señor. Pero el encargo de hoy no puedo tratarlo con nadie si no con el señor Erwine, él me pidió no hablar con nadie sobre este tema y disculpe usted, pero me tomo mi trabajo muy enserio.

–Valoro mucho su lealtad y discreción y créame que mi hermano se enterara de esto, pero este tema es de suma importancia no solo para él si no para toda mi familia. Estoy al corriente de todo lo relacionado con el tema de Charlotte Hamilton, así que no tema romper el voto de confianza que Frederick a puesto en usted, puede hablar conmigo con libertad.

Después de pensarlo un poco el señor Philips comenzó a contar todo lo que había averiguado sobre el señor Robert Wallis. El señor Wallis tenía un pasado grande del cual pudo escarbar demasiado.

–Me he visto en la necesidad de gastar un poco más de lo acordado, he tenido que visitar más lugares de lo previsto, al parecer el señor Wallis tiene demasiados amigos en distintos puntos del país.

–No se preocupe por el dinero, en la tarde le haré llegar un poco más que sus honorarios. Todo lo que me informó el día de hoy ha sido de gran ayuda. Me ayudaría mucho entregándome el informe de su investigación para poder poner al corriente a mi hermano en cuanto esté en condiciones.

–Traigo toda la documentación aquí conmigo, perdoné las condiciones, pero quise traer todo lo más fresco posible, así que entre caminos lo armaba, sé lo importante que es esto para el señor Erwine, así que no quise hacerlo esperar. Claro que en algunos días de traeré todo en orden como se debe, pero creo que esto le puede ser de ayuda.

La entrevista concluyó junto al tiempo que Frederick se despertaba, sé sentía con dolor no solo de cabeza, jamás había tenido tanta actividad física como las ultimas semanas y su cuerpo lo resentía, sumando esto al estrés que su sistema estaba experimentando todo él era un desastre.

Pensó en llamar a su ayuda de cámara, pero necesitaba aire fresco y algo para el dolor de cabeza. Los mareos llegaron en cuanto se puso de pie, después de varios intentos por ponerse firme, lo logró. Salió de su recamara con una mano tapando parte de su rostro y cabeza, esperando que eso ayudara al dolor que comenzaba a incrementarse,

Llegó a las escaleras justo en el momento en el que el señor Phillips salía por la puerta, su lucidez total volvió, gritó esperando que el investigador diera media vuelta, un mareo lo atacó mientras corría escaleras abajo haciendo que sus pies se enredaran y diera de bruces en los escalones. El señor Phillips y Logan vieron horrorizados la escena desde el umbral de la puerta. Corrieron a ayudar aun cuando Frederick no tocaba el final de las escaleras aún.

–¡Llamen al doctor Lockhart! – Gritó Logan a nadie en especial, varios de los sirvientes de la casa se habían arrimado al escuchar los gritos.

–Frederick, hermano ¿puedes escucharme?

Al no obtener respuesta un dolor recorrió todo su cuerpo, los ojos comenzaron a derramar una lagrima tras otras, olvidando por completo el publico que estaba reunido a su alrededor. Sofia llegó corriendo cuando fue avisada del accidente.

–¿Se ha llamado al doctor? – Preguntó a su madre.

–Tu padre ha salido en su busca.

–El señor Erwine sigue respirando, señor. –comunicó el señor Philips tratando de tranquilizar al menor de los Erwine.

–Tenemos que llevarlo a su habitación y esperar al médico– sugirió Sofía, tomando a Logan de los brazos invitando a levantarse.

Nadie se movía. Las miradas de todos estaban en el cuerpo de Frederick, algunos tenías lagrimas en el rostro, otros se mantenían serenos, al ver que no recibían indicaciones, la señora Sinclair motivada por el cariño que le tenía a sus señores y con la confianza que estos le tenían se tomó el atrevimiento de ordenar.

–Tenemos que entablillar las extremidades del Señor Erwine y ponerlo encima de una sabana para poder trasladarlo hasta su habitación. Rick ve por las tablas al establo, Sofía trae algo para fijar las tablas.

Logan al ver el movimiento que se generaba a sus espaldas se despabilo y tomó la mano de su suegra.

–¿Qué puedo hacer yo?

–Quédese con su hermano, iré por la sabana para envolverlo y volveré enseguida, vamos a necesitar la ayuda de usted para poder entablillarlo y poder subirlo.

Todo se ejecutó en un instante, el señor Phillips no quiso irse hasta que el medico llegara a la casa, a pesar de las actitudes de Frederick las ultimas semanas hacia él, llevaba tantos años trabajando para la familia Erwine que su afecto hacia ellos era genuino.

El doctor llegó un rato después, fue puesto al tanto de lo acontecido y llevado a la recamara del señor de la casa.

Logan esperaba afuera de la habitación junto a la mayoría de los habitantes de la casa, el señor Philips se disculpó con Logan por tener que retirase, pero su mujer lo esperaba, prometió que al día siguiente regresaría para saber noticias sobre la salud de Frederick.

–Gracias por ayudarnos a subir a mi hermano, ha sido de gran ayuda no solo el día de hoy, no me he olvidado sobre el dinero, en unas horas lo tendrá en su casa.

–No se preocupe por eso, lo primero es la salud del Señor Erwine. – Se despidieron y Sofía se acercó a su prometido.

–Dime que después de todo esto hay buenas noticias sobre el asunto de Charlotte.

–Hay buenas noticias, es más me harías un enorme favor si trajeras a la señorita Hamilton a la casa, iría yo, pero no me quiero separar de mi hermano.

–Iré en cuanto salga el médico, tu hermano es mi familia también, necesito salir sabiendo que está bien.


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Amor desconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora