~QUÉDATE A MI LADO~
Septiembre 2020
Estocolmo, Suecia
James Lebedev
Las almas están entrelazadas por toda la eternidad; sin embargo, tenías que dejarlos ir en algún momento para terminar una vida y empezar otra. Necesitaba con todas mis fuerzas que ella se quedara conmigo, irnos juntos y empezar de nuevo hasta encontrarla.
Verla luchando por seguir me dolía, tenía tanto miedo de perderla, aunque sabía que en algún momento pasaría. Pedirle que me dijera que sí fue la mejor decisión de mi vida prendió en llamas mi corazón, trajo luz a mi oscuridad, la hice mía y lo sería para siempre.
Su cabello había desaparecido, la debilidad le impedía mantener el equilibrio, me mantuve a su lado en cada paso, cada frustración, cada llanto. A veces rechazaba mi apoyo, me insultaba y me pedía que no la viera. Fui constante, calculando cada paso que daba porque luego de la operación, la primera fase de sus cuidados estaba siendo fatal para los dos.
—Ya basta Amelia, no me iré.
—No quiero que me veas así. —arrastró las palabras.
Bajó la palanca del váter con esfuerzo, intentó subirse el pantalón de franela, no pudo hacerlo. Apretó sus labios dado que estaban temblando. Alzó la mirada, sus preciosos ojos estaban rojos e inundados.
—Una vez, hace mucho tiempo, una joven pediatra de ojos chocolates me ayudó a ir al baño —dirigí sus manos a mis hombros mientras le subía el pantalón—. Pasamos una vergüenza horrible, para eso yo ya había caído deslumbrado por esa doctora.
—Ella no lo quería cerca —la cargué en mis brazos y la llevé a nuestra cama—, pero él era el único hombre que luchó por su amor.
—Dime que sí, déjame ser tu apoyo, somos un equipo.
La abracé y la escuché llorar en mi pecho.
—No quiero irme de tu lado, no quiero rendirme, pero el dolor me persigue, ayúdame...
Acaricié su cabeza, sabíamos las complicaciones, lo que pasó luego de la cirugía, lo que no se pudo hacer y teníamos que esperar.
—Pase lo que pase, estaré ahí contigo mi Reina. Voy ayudarte.
El tumor no había comprometido parte del cerebro, por lo tanto, la cirugía fue un éxito, se logró extirpar casi por completo, pero todavía quedaba tumor residual que fue difícil de sacar, entonces quedaba en un porcentaje casi inexistente. El tratamiento estaba siendo un reto, nuestras familias nos apoyaban, las sombras seguían vigilantes ante algún enemigo.
Andrey estaba a cargo de la bratva con Robert, Jerome estaba con mi hija en otra habitación paralela a la de su madre en la filial de la clínica en este país, con cuidados especiales, y con mis diablitos dentro. Había sido imposible separarlos, no obstante, que pasaran un tiempo a pasos de ella le sacaba una sonrisa. No quería separarlos, no en estos momentos, muy a pesar de que mi pequeña se había quedado unos meses en Barcelona con Sofía.
Trabajar desde casa me tenía cuerdo de lo que sucedía, Aitor me reemplazaba en la clínica. Llevé a los mejores neurólogos del mundo al hospital de los Estados Unidos, Florida, donde estaba el mejor neurocirujano del mundo según recomendación del colega de mi esposa. A otros que me recomendaba su médico para su cirugía y tratamiento. Sentía que no era suficiente con solo un equipo especializado.
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DIME QUE SÍ © |TERMINADA| |+21|
Romance✔️Historia COMPLETA Las decisiones marcan tu vida, amar al Diablo está prohibido, pero ¿si tú eres su Perséfone? ¿Qué serías capaz de hacer por amor? ¿Seguirías al Diablo, te quemarías con él? ¿Dirías que sí? Los juramentos se pueden romper, los ac...