CAPITULO 9

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~ANHELARTE~


Amelia Ferrer

Recuesto mi espalda en la puerta del departamento. Mantengo el aliento y cuento hasta diez. Abrumada de lo que sucedió con James. Fui una mujer peligrosa, jugando con fuego. Un fuego que él encendió.

James puede tener todo menos mi corazón. No puede. Va a destruirme. A penas puedo respirar a su alrededor, me tiene atrapada. He cruzado la línea, dejé que haga un movimiento y mis promesas se fueron a la oscuridad.

Me dejo caer en el suelo riéndome. James me gusta tanto que tengo miedo de enamorarme profundamente. No hay otra razón.

—¿Debería preocuparme?

—¡Ah! —grito, asustada. Mi madre me observa con los brazos en jarras en su cintura. —Mamá, ¿qué haces aquí?

Me levanto y dejo mi bolso en el —¿No puedo visitar a mi hija?

Sacudo mi cabeza. —Eh, sí, sí, discúlpame.

Entrecierra los ojos y se acerca a mí. Inhala y exhala. Abre la boca en asombro. —Hueles a hombre.

—Bu-bueno yo...

Aplaude con entusiasmo. —¿Ya tienes novio? ¡Por fin! ¡Creí que morirías virgen!

—¡Mamá! —Entrelaza nuestros brazos y me arrastra a la cocina. En el mesón hay varios platillos con comida. —¿Quién viene?

—Tu padre. —Nos sentamos en las sillas altas. —Sofía llamó, dijo que tuvo un percance y se fue a Dubái.

—¿Dubái? —inquiero confundida. Saco mi celular y veo el mensaje de Sofía.


*Sofía: Estoy yendo a Dubái con Víktor Lebedev, el hermano de James y Amanda. Estaré bien, cúbreme en el trabajo, por favor, te recompensaré. Besos xoxo.*


—¿Lebedev? —Oculto mi celular contra mi pecho. Mi madre frunce el ceño. —Me suena el apellido.

No puedo responderle porque sale abrir la puerta al sonar el timbre. Entran entre murmureos.

—Hola pequeña. —Mi padre besa mi frente, me mira con el entrecejo arrugado. —¿Por qué hueles a hombre?

—¡Ya ves! —acota mi madre. Avergonzada, cubro mi rostro con mis manos. —Tiene novio.

—¿Tienes novio?

Esto será tedioso.



**********



Amelia Ferrer

Al día siguiente

Es lunes y estoy trabajando doble. No puedo concentrarme, no pude canalizar un paciente, ¡Ni siquiera pude dar una explicación coherente al familiar de uno!

¡Dios! Tan solo recordar en lo que hice ayer, me pongo colorada. ¡¿Cómo pude hacer eso?! Encima explicarles a mis padres que no hay un novio.

La tentación, el deseo. Sentirlo, rozarlo, se sentía tan placentero, exquisito. Estaba excitada, quería hacerlo. Fue más que un momento de lujuria.

Otra vez se sintió diferente, correcto. Sus besos, sus caricias, su mirada, todo de él me tenía al borde de la locura. El juró tenerme en todos los sentidos, pero yo ya caí, me tiene. Pero no, no puedo, lo que pasó fue algo de momento, y yo no había sido tocada así por un hombre. Y vaya hombre. ¡Ya basta!

DIME QUE SÍ © |TERMINADA| |+21|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora