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Harry se quedó dos días más en la sala de espera con William y Margarita hasta el viernes que dieron de alta a Louis .

El niño salió tembloroso metido en una cobija que William le compró hace tiempo.

-¿Cómo te sientes cariño?- preguntó saludando a su hijo con aquella mirada cálida de siempre.

-Tengo hambre- respondió haciendo reír a su padre.

-¿Quieres ir a casa?- .

El niño negó con la cabeza mientras frotaba sus ojitos en la cobija.

- Quiero ver a Harry, ¿Puedo pasar el día con él?- pidió caminando junto a él para abrazarlo.

William vió a la pareja abrazarse y mirarlo como dos niños pequeños que quieren pasar el día juntos.

-Si cariño, puedes quedarte con él , te veré el domingo- accedió haciendo sonreír al niño.

Louis levantó sus manitas haciendo que Harry lo cargara y lo arropara en la mantita besando su mejilla, William se acercó al niño quien lo abrazo y besó su mejilla también antes de despedirse.

Harry sonrió y regresó a su auto junto a Margarita metiendo a Louis en el asiento trasero.

Al llegar a casa bajó con Louis en brazos y lo sentó en el sofá.

-Te daré un chocolate amor- murmuró besando la nariz del niño. -también te tengo un regalo-

Louis asintió viendo a Harry entrar a su cocina y se quitó los zapatitos por pura comodidad.

-No caminarás descalzo niño- regañó entregando el chocolate al niño junto a un bonito girasol ... Sintético. -Ven, voy a ponerte algo-.

Harry levantó al niño para llevarlo a su habitación.

Entró al closet buscando algo pues sus zapatos le quedaban grande al niño.

Encontró un par de calcetas largas que metió en sus piernitas .

-Listo, calientito- sonrió orgulloso tomando la mano del niño para levantarlo y sacar la cobija de su cama recién hecha. -Haremos pijamada mi niño- sonrió pues le pareció buena idea.

-Pero no tengo pijama-.

Harry giró entrando de nuevo a su closet donde encontró una larga camisa.

Levantó a Louis para pararlo en la cama y poder desvestirlo y meterlo en su camisa.

Mientras el se quitaba la ropa y se ponía solo un short.

-Ahora, alimento-.

Preparó palomitas de maíz mientras el niño buscaba una película y jugaba con la cobija de Harry intentando armar un fuerte.

Harry llenó uno de los biberones de Louis con té verde y una copa de vino tinto para él.

Se metió al fuerte recostándose sobre su abdomen para ver la película sintiendo a Louis cobijarse con su mantita y subir  a su espalda apoyando su carita sus rizos y comenzaron a ver intensamente.

Louis comenzó a jugar con el cabello de Harry mientras escuchaba la película.

-¿Qué haces cariño?- preguntó alzando los ojos en un intento de ver al niño.

-Trenzitas- respondió colocando pequeñas y coloridas ligas en su cabello.

-De acuerdo- sonrió mientras continuaba comiendo.

La película terminó cuando Louis terminó el peinado en Harry quien sonrió viendo la trenza.

-Eres lindo- alagó bajando su carita para besar la mejilla de Harry.

-Tu eres más lindo mi vida-. Respondió intentando girar su cara para besar al chico quien rió alejándose de él, -Ven aquí mocoso y bésame-.

Louis sonrió abrazando a Harry y se acercó para plantar un beso en su hombro.

-Dame un beso- rió sacudiendo ligeramente su cuerpo para tirar al chico.

Louis bajó de él y se recostó a su lado para besarlo .

Harry sonrió y continuó los besos por su cuellito dejando una pequeña mordida en su hombro, y siguieron su pijamada.

Llegada la medianoche Harry moría de sueño pero al parecer el pequeño no, pues sacó un lindo barniz rosado y comenzó a pintar las uñas de Harry mientras escuchaban música y charlaban.

-Vas a quedar más lindo papi- murmuró pintando delicadamente las descuidadas uñas de Harry.

-¿Prometes que esto se quita cariño?-  preguntó mirando su mano izquierda la cual ya estaba seca.

Louis asintió concentrado en su actividad.

-Te ves hermoso Papi-.

Harry rió y se inclinó sobre el niño para besar su coronilla.

A las dos de la mañana el sueño venció al pequeño Louis quien se quedó dormido entre los brazos de Harry mientras jugaban un juego de trivia.

Harry rió viendo al pequeño castaño dormir profundamente y se levantó para llevarlo con él a la cama donde lo arropó cuidadosamente para después recostarse detrás de él y abrazarlo.

Rodeó su delicada cintura con el brazo y se pegó al pequeño cuerpo besando su cuello un rato mientras lo acariciaba por debajo de su camisa.

-Descansa bebito- murmuró besando la mejilla del niño y acomodando su camisa correctamente para después caer dormido con Louis entre sus brazos.

El niño comenzó a moverse en la cama demasiado temprano para Harry, lo que lo hizo fruncir el ceño y apretar su cintura.

-Son la cuatro Louis ¿Qué haces?- murmuró molesto sin abrir los ojos.

-Quiero ir al baño- lloriqueó poniendose de pie antes de quedarse parado en la puerta.

Dió unos cuantos saltitos en su lugar mientras se quejaba y llevaba su manita a la boca.

-¿Que ocurre?- preguntó un adormilado Harry desde su ovillo de cobijas.

-Me da miedo- lloriqueó el niño mientras continuaba los saltitos, -me haré pipì-.

Harry suspiró y se puso de pie tomando al niño en sus brazos para llevarlo al baño.

-Sano y salvo- bromeó encendiendo la luz bajando a Louis.

-No te vayas- pidió cerrando la puerta y comenzó a hacer sus necesidades.

Harry rió en silencio y caminó a la cocina por un rollito de jamón.

-¿Sigues aquí?- preguntó el niño mirando la puerta.

-ajá- asintió Harry desde la cocina.

-bien- murmuró mientras acomodaba su ropa.

Harry escuchó el agua y corrió regreso a la puerta para recibir a Louis quien la abrió con miedo y estiró sus brazitos de nuevo.

-¿Te lavaste las manos?-.

Louis asintió abriendo y cerrando sus manitas pidiendo que le levantara.

Harry levantó al niño y volvió a la cama con él para dormir el resto de la madrugada.

























CottonCandyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora